Nora Roberts - El secreto de una dama

Valoración:

Crítica realizada por Awen

Primero de todo, he de decir que soy una fiel seguidora de Nora Roberts. A pesar de que haya lectoras que no consigan quedar atraídas por sus historias, yo me posiciono indudablemente entre todas aquellas que consideran a Nora Roberts como una gran autora de novela romántica.

Dada la ingente cantidad de novelas que publica, no todas sus historias tienen por qué ser brillantes. Para mí, sus libros antiguos son los mejores. Y es precisamente uno de esos libros, El secreto de una dama, el que me ha recordado la innegable capacidad y la espléndida maestría que tiene esta autora para conseguir atraparnos en una trepidante historia de amor.

Miranda Jones es una joven soltera volcada por entero en su trabajo. Es una de las mejores historiadoras de arte y actualmente se encuentra a cargo (junto con su hermano Andrew) del Instituto de Historia del Arte de Maine, una institución creada por sus padres. Miranda es una chica inteligente, trabajadora, brillante, con una exquisita educación y unos refinados modales que indican, sin lugar a duda, que se ha criado en el seno de una importante y bien avenida familia.

Es hija de Charles Jones y Elizabeth Standford-Jones, dos profesionales del arte de gran renombre tanto en su ciudad como en el mundo. Charles vive cerca de cualquier excavación arqueológica digna de ser atendida y Elizabeth se ha trasladado a Florencia donde ha creado otra majestuosa institución de arte, Standjo.

Cualquiera diría que Miranda tiene todo lo que alguien podría desear: éxito, una envidiable familia y un futuro muy prometedor. Sin embargo, nadie podría imaginarse cuán desdichosa era. Nadie sabía que tras la fachada de familia ideal, los Jones estaban totalmente divididos. Todos ignoraban que Charles, ese hombre tan paciente, agradable y tranquilo, saltaba de excavación en excavación porque era incapaz de soportar a su mujer, y porque no sabía cómo escuchar ni atender las necesidades de sus hijos. Y nadie sospecharía que Elizabeth, esa mujer elegante, inteligente y condescendiente con todo el mundo, fuera un madre apática, fría, despreocupada, que nunca había reconocido un logro a sus hijos, ni les ha ofrecido amor ni ayuda en ningún momento de sus vidas.

Miranda ansiaba una familia. Nunca le habían brindado la protección, el amor, ni el cariño del hogar. Se sentía sola, desprotegida, resignada a una vida desprovista de emociones. No se permitía sentir ni mostrar sus sentimientos, pues el estricto autocontrol conseguido tras la falta de atención de sus padres le había convertido en una joven algo insociable y bastante reticente a la hora de empezar una relación con un hombre.

La deteriorada y distante relación que mantiene con su madre le permite llevar a cabo un trabajo para Elizabeth de la forma más profesional posible. Tiene que viajar a Florencia para verificar la autenticidad de una pequeña estatua del Renacimiento italiano: la llamada “dama oscura”. Tras los oportunos análisis, Miranda está completamente convencida de que la pieza es original, más aún, que es una de las obras de juventud del extraordinario Miguel Ángel Buonarroti. Un trabajo tan delicado como ese requería toda la discreción posible, así que cuando Elizabeth descubre que los medios de comunicación disponían del contenido de los estudios de Miranda, no duda de que ha sido su hija la que ha divulgado la noticia. Elizabeth se siente obligada a prescindir inmediatamente de los servicios de Miranda, la cual se marcha de Florencia con el corazón desgarrado debido a la falta de confianza, de apoyo y de comprensión de su madre. Aunque lo peor está por llegar. Y es que Miranda descubre que los posteriores estudios de “la dama oscura” revelan que es indudablemente una imitación. Su reputación, lo único que tenía, acababa de quedar en entredicho.

Es entonces cuando aparece en escena Ryan Boldari. Este apuesto hombre, mitad irlandés mitad italiano, tiene una innata habilidad para tratar con mujeres. Su increíble carisma, su labia, su inteligencia, su buen humor y su autoestima le convierten en un hombre irresistiblemente apetitoso. Ryan es el jefe de la Galería de Arte de Nueva York y resulta que está forrado. Todo en él parece pura perfección, excepto un pequeño detalle: es un ladrón. Pero no un ladrón cualquiera, un ladrón de los más profesionales y de los más encantadores que una haya podido encontrarse alguna vez.

Ryan es un ladrón de obras de arte. Tras una vida dedicada a esa insólita habilidad, ha decidido retirarse. Su último trabajo como ladrón será el robo de una pieza del Instituto de Miranda. Es un trabajo fácil y sencillo, igual que la mayoría de los robos que había llevado a cabo, aunque Ryan ignora que esta tarea le va a resultar más complicada que las demás. Y no sólo por la pieza, sino porque no contaba con caer irremediablemente enamorado de la atractiva encargada del Instituto. 

Comienza así la historia de El secreto de una dama. En esta novela Nora Roberts ha combinado deliciosamente una trama repleta de intrigas y una bonita historia de amor. El suspense se mantiene desde la primera a la última página, donde se suceden extraños acontecimientos en torno a la vida de Miranda. Robos, asesinatos y una auténtica desconfianza hacia todas las personas relacionadas con la joven otorgan a la novela una buena dosis de incertidumbre y expectación que consiguen la total atención del lector durante toda esta inquietante trama.

En cuanto a los protagonistas principales, son Roberts en toda regla. Miranda es una muchacha con problemas de confianza y con numerosas dificultades para abrir su corazón. Y Ryan es un hombre paciente, tierno y sensible, que sabe qué decir en cada momento para ayudar a Miranda a superar sus miedos. Es divertido, ingenioso, y con gran capacidad de conseguir lo que se propone. Es un hombre libre que no tiene pensado atarse a una mujer, así que aunque intenta alejarse de Miranda, no son más que sus pies los que corren, pues su corazón ya ha decidido quedarse junto a la doctora Jones.

La evolución de Miranda, desde su frío autodominio hasta la liberación de sus sentimientos no hubiera sido posible sin la ayuda de Ryan. Es éste quien le devuelve la confianza, quien la salva de sí misma y quien la convence de que el amor existe. Pero ¿podrá Miranda fiarse de un inmoral como Ryan?

No puedo terminar sin mencionar la historia de amor paralela que tiene lugar en esta novela. Es el romance entre Andrew (gran y único pilar de Miranda antes de conocer a Ryan) y Annie, una chica sin el prestigio de la familia Jones que será la tabla de salvación de este joven muchacho.

Como ya he dicho, Nora Roberts es una de las autoras que mejor entrelazan las historias de amor con enigmáticas tramas. El secreto de una dama cuenta con una historia que va ganando fuerza a medida que vamos sumergiéndonos en su lectura, lo que consigue que nos enfrasquemos en ella y no podamos dejar de leer hasta el final. Así que, como he disfrutado tanto con la lectura de esta novela, El secreto de una dama pasa a convertirse en uno de mis libros favoritos de Nora Roberts. 

Mi valoración: 5/5

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