Patricia Grasso - Encadenada por amor

Valoración:

Crítica realizada por Malory

Inglaterra, mayo de 1564. Brigette Edwina Devereux, segunda hija del fallecido conde de Basidon, se ve obligada a casarse con Iain MacArthur, futuro conde de Dunridge, al que considera un salvaje de las tierras altas escocesas. Si la opinión que la joven tenía de su futuro esposo no era lo suficiente mala, la cosa no mejora cuando se ve obligada a casarse por poderes, ya que el flamante novio no se ha dignado a acudir en persona. Desde el primer momento, dejará claro que no está de acuerdo con aquella unión, ni la forma en que se lleva a cabo y planes de fuga comenzarán a formarse en su cabeza. Cuanto más cerca se hayaba de su desconocido esposo, más ofendida se sentía por el trato que estaba recibiendo de éste.

Decidida a darle un escarmiento, consigue escabullirse del campamento burlando a los guardias. No tardará en arrepentirse, el bosque, sus sonidos y la oscuridad le hacen perder ese coraje del que ha estado haciendo gala durante toda la historia y se siente aterrada, pero su orgullo aún puede más y tras encontrarse con un pqueño zorrillo, al que adopta como mascota, decide armarse de valor y continuar con su fuga.
Pero Iain la encontrará antes de que consiga llegar demasiado lejos.
 
Al instante queda prendado de la belleza de su esposa y toma la decisión de hacerse pasar por otro para conocerla mejor y que ella aprenda a conocerlo también a él. Para ello la llevará a un pabellón, ligeramente apartado de su hogar, donde ella se creerá a salvo de su horrible y grosero esposo.  Ella también se hará pasar por quien no es y así con esta farsa surgirá entre ellos una fuerte atracción y el amor.

Pero todos esos bellos sentimientos se empañan, cuando Brie descubre que su amado Ross, no es otro que su esposo Iain... No ha sido la mejor, ni la más inteligente de las maneras de comenzar una relación, la verdad.

Embustero, maquinador, infame traidor repugnante... serán los calificativos que la "dulce" joven le dedicará a su esposo al enterarse del engaño... sin pensar que eso mismo se podría decir de ella, que tampoco ha sido lo que se dice sincera respecto a su persona. Y él no tardará en recordarselo. No, realmente no era la mejor manera de comenzar su vida juntos en Dunridge. Las cosas allí no serán nada fáciles, ni con su esposo y mucho menos con Antonia MacKinnon MacArthur. Desde el primer instante ambas mujeres se convierten en enemigas.

Intrigas celos, maquinaciones y malos entendidos harán que la vida de Brie, en las tierras altas de Escocia, no sea nada facil y mantendán al lector pagado a las páginas del libro para comprobar como terminarán todas esas maquinaciones, que, Antonia, pondrá en marcha para tratar de terminar definitivamente con el matrimonio de Brie e Iain. El título de condesa le pertenece por derecho, o eso es lo que cree ella y no consentirá que ninguna inglesa se interponga en su camino.

Esta mujer mala malísima y que no conoce límites a la hora de tramar trampas y crear problemas, es la que pone la sal a la historia, el punto tierno, para mi, lo ha puesto la mascotilla de Brie (el zorrillo), por el que he sentido auténtica angustia en varias ocasiones... y por dupuesto el amor y la pasión corre a cuenta de la parja protagonista.

Una historia muy bonita de la que no me he olvidado a pesar de los años que hace que la he leido, una novela de escoceses que no guarda relación niguna con otras que he leido más tarde y que me parecen mucho más realistas que esta, pero que aún así me ha gustado y me ha entretenido. No voy a decir que sea cien por cien recomendable, pero es de las historias que sin llegar a llenarte, te dejan "un buen sabor de boca".


Mi valoración es de 3/5

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