Crítica realizada por Katon
Cuatro amigos, entre los que se encuentran actores de doblaje de escenas peligrosas, antiguos espías, ex-pilotos de las fuerzas armadas, han creado una sociedad dedicada a deportes de riesgo. Pero claro, no todo el mundo puede pagar ir en kayak por el Amazonas, o hacer senderismo por las Rocosas. No, sus clientes son sobretodo actores famosos y empresarios de élite, porque además de preparar estas "excursiones" lo hacen con la mayor discreción posible. Ninguna de sus aventuras ha trascendido a la prensa, y ellos están muy orgullosos de ello.
Pero ahora viene lo complicado, dos grandes estrellas de Hollywood han decidido casarse. La discreción es imprescindible y ellos se ven casi forzados a aceptar ya que el novio es uno de sus mejores clientes. El dinero manda o eso es lo que piensan ellos.
Son conscientes que no tienen ni idea de bodas. Lo suyo es el deporte , punto. Así que deciden contratar a una organizadora de bodas. Después de citar a unas cuantas le toca el turno a Marnie Banks. Marnie acaba de crear su propia empresa de organización de bodas. Vamos que es novata en estas lides, pero en entusiasmo y empuje no la supera nadie. Que tiene que encontrarse con su primer cliente delante de un mercado, pues allá que va. Que tiene que llevar ropa de faena y una gorra roja, pues gorra roja que se pone aunque quede fatal con su pelo pelirrojo. Que tiene que comprar una fruta en el mercado como última seña. Pues un melón que compra para que la vean bien, además estaba bien de precio.
Eli Mcain, el protagonista, es un hombre de acción. Le encanta su trabajo y era el único que se opuso a esa loca idea de organizar una boda. Pero es él el encargado de citarse con Marnie, tras convencerla de que suba al coche la lleva hasta la casa del futuro marido y conocido actor. La deja esperando en el coche mientras él va a hablar con sus amigos, o más bien discutir otra vez sobre el tema. Ella harta va hasta donde están ellos. Después de hacerle varias preguntas, incluso como si de una rueda de prensa se tratara deciden entrar en la parte práctica. ¿qué organizadora de bodas no tendría que saber subir a un árbol?, ¿o correr por una pista de atletismo? A favor de Marnie tienen que admitir que al menos lo intentó. Ellos valoraron su esfuerzo y decidieron contratarla, aunque también hay que decir que no había nadie más.
Después de firmar un contrato de confidencialidad Marnie entra de lleno en el esplendor de Hollywood, ya se imagina que se hará amiga íntima de la actriz, que todo irá sobre ruedas y que las pruebas de la boda estarán llenas de risa. Pero Marnie ve cómo la futura novia además de caprichosa es volátil en sus decisiones. No comprende que la boda la celebrarán en un cañón donde días antes harán barranquismo.
En medio de todos los problemas de organización la relación entre Marnie y Eli va avanzando, se van conociendo, se complementan, se atraen y lo saben, hasta que después de una cena deciden dar el paso.
Eli se va con los novios a hacer barranquismo mientras Marnie termina de organizarlo todo. Un par de días antes de la boda ella llega al lugar donde se celebrará la boda. Suben hasta una cabaña que está en lo alto de la montaña, para ello tienen que cruzar un puente. Al segundo día, después de una fuerte tormenta el puente ha desparecido. Y como la comida es escasa y el helicóptero que podía rescatarlos también ha sufrido daños lo peor de algunas personas sale a la superficie. El chef se queda la mejor comida para él. La novia es inaguantable, todo tiene que ser para ella, menos mal que todos la ignoran. La relación de Eli y Marnie se hace aún más estrecha. Ella es franca y amable, solo quiere ayudar pero los demás se aprovechan de ella. Eli no lo permite y la ayuda siempre que puede. Él se enfrenta a sus sentimientos, no quiere enamorarse, aunque sabe que ya es demasiado tarde. Pero Eli sufrió en el pasado por una mujer, una actriz como la que ahora tiene que soportar, una mujer que le dejó plantado en el altar.
Los novios cancelan la boda, raro que no lo hubieran hecho antes, mientras los invitados se lo pasan de lujo a su costa. Marnie que sabe está enamorada de Eli, se queda muy triste cuando Eli le dice que se tiene que ir al Amazonas. Pero no se hunde, sabía que se tenía que ir, hablarán cuando vuelva. Pero pasan las semanas y no vuelve, hasta que se decide a ir a la empresa y uno de los socios le dice que está en Australia.
Cuando Eli vuelve a Los Ángeles, Jack, uno de sus amigos le dice que se enfrente a lo que siente, además ella siente lo mismo. Así que va a buscarla a la boda que está organizando, pero ella no se lo pondrá fácil, o sí.....
Es un libro muy ligero de leer, lo mejor es ver cómo ellos se van convirtiendo en amigos, como el lujo que los rodea no los cambia, y la lucha para reconocer sus sentimientos. El ambiente que rodea a las estrellas de cine, cómo son estas dos en particular y lo que enseñan al mundo de su propia vida.
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