Mina Vera: Entrevista

Bienvenida a El Rincón de la novela romántica, Mina. Muchísimas gracias por acceder a responder unas preguntas para nuestro portal, y enhorabuena por la publicación de tu novela "Noches perdidas".

Gracias a vosotros. Es un placer.

- Escribir... ¿Por y para qué escribe Mina Vera?

La escritura ha formado parte de mi vida desde niña. Siempre he tenido un diario en el que escribía las nuevas experiencias que iba viviendo. Creo que era una forma de ordenar en papel el maremágnum de pensamientos que flotaba en mi mente. Soy de esas personas que no pueden dejar la mente en blanco ni cinco segundos. Y escribir me regala ese orden que necesita mi cerebro y esa paz que necesita mi espíritu. Es, por un lado, terapéutico; y por otro, pura diversión. Disfruto tanto leyendo una buena historia como creándola yo misma.

- Detrás de una buena escritora siempre encontramos una ávida lectora. ¿Qué le gusta leer a Mina Vera?

A día de hoy, soy principalmente lectora de novela romántica. Es este tipo de ficción la que me llevó a querer crear mis propias historias. Pero lo cierto es que mis primeras lecturas fueron las que tenía a mano por casa. Descontando la literatura infantil que teníamos mis hermanos y yo, fueron las novelas de misterio que leían mi abuela o mis padres— de Agatha Christie y Mary Higgins Clark entre otros— las que hicieron de mí una ávida lectora.

- ¿Hay algún escritor por el que sientes una especial admiración?

Sin duda, Nora Roberts. Aúna el género romántico y el suspense, que son mis favoritos, como ningún otro escritor que haya leído hasta el momento. También admiro de ella su inagotable capacidad de creación. Ha publicado más de doscientas novelas y tiene una rutina de ocho horas diarias de escritura. No sé si hay alguien que pueda igualarlo.

- ¿Qué novela encabezaría tu lista de imprescindibles?

Difícil pregunta. Son varias las novelas de Nora Roberts que he releído innumerables veces. Pero como no sabría escoger entre mis favoritas, me voy a decantar por una novela de Laura Esquivel que leí con apenas trece años y que me cautivó: Como agua para chocolate. Me parece una historia mágica, tanto en su contenido como en su narración.

- Construir un buen argumento supone un gran esfuerzo, ¿Cuál es tu método de trabajo?

Soy de darle bastantes vueltas a mis ideas antes de poner nada por escrito. Pero una vez que tengo claras las premisas de lo que va a ser la historia, me siento frente al ordenador y comienzo a darle forma a la novela.

- ¿Escribes siguiendo un guión preestablecido?

Por desgracia, no, y estoy segura de que sería mucho más sencillo. Pero mi cabeza va por libre. A veces escribo escenas sueltas que voy hilando y ordenando. Otras escribo el final de la historia y voy retrocediendo en los acontecimientos. Rara vez empiezo por el principio de la novela y sigo capítulo a capítulo. Lo que sí suelo tener muy claro desde el primer momento es quiénes son mis protagonistas y cómo es su carácter, sus fortalezas y debilidades. Porque son los personajes quienes hacen que se desarrolle la narración. Construyo la historia a raíz de ellos.

- ¿Cómo fue el proceso de documentación para "Noches perdidas"?

Siempre me ha entusiasmado la Historia, era una de mis asignaturas favoritas. Me fascinan sobre todo los usos y costumbres de otras épocas. El día a día de la población más que los acontecimientos que han marcado la Historia en sí misma. De ahí que haya leído todo lo que caía en mis manos sobre cómo era la vida antes de ciertos descubrimientos e inventos básicos hoy día, o cómo se comportaban las personas en función de la sociedad que les tocó vivir. Internet es una fuente inagotable de información, pero las bibliotecas municipales cuentan con libros maravillosos, llenos de textos que no se pueden encontrar en la red, y de ilustraciones que te llevan de un simple vistazo a otro siglo y país. Por suerte, en Bilbao cuento con varias bibliotecas públicas muy bien surtidas.

- ¿Qué nos puedes contar sobre la trama de este libro?

Si bien todo empieza con una boda pactada, algo muy habitual en Europa hasta el siglo diecinueve, el ánimo de la historia no es contar lo que ocurría habitualmente en esos matrimonios. Al contrario. Las dos partes de esa unión son atípicas para su época, y esto va a hacer que sucedan cosas sorprendentes.
En primer lugar, nos situamos en España, en Zaragoza, pero el resto de la historia se desarrolla en Francia, en un pequeño castillo señorial en pleno Valle del Loira. Un entorno absolutamente mágico que influirá en el curso de la historia.
A lo largo de la novela, los lectores van a encontrarse con un tira y afloja en la relación de los protagonistas, pero también una adaptación tan natural que ni ellos mismos serán capaces de percibirla hasta que sea demasiado tarde. El amor se abrirá camino a distinto ritmo para ambos, lo que lo hará todo más complicado. Además, se descubrirán secretos perturbadores y tendrán que hacer frente a personas que pretenderán complicarles la vida e incluso separarles.
El mayor reto para Alejandro y Verónica será descubrir si lo que sienten es lo suficientemente fuerte como para luchar contra todas esas desavenencias y seguir adelante con su matrimonio.

- ¿Cómo describirías a sus protagonistas?

Alejandro y Verónica son unos pioneros, cada cual a su manera.
Él ha nacido en una familia rica, incluso podría heredar un marquesado. Sin embargo, esto le es indiferente. Es un alma libre, un artista, aunque a su vez es consciente de sus responsabilidades, ya que así le han educado. Esta inusual mezcla hace de él un hombre lleno de matices cautivadores. Irresistible.
Verónica es una luchadora, aunque las difíciles circunstancias que rodean los últimos años de su vida hacen que esa virtud deje de serlo en ocasiones: se vuelve combativa incluso cuando no hay necesidad de serlo. Esa actitud creará una coraza a su alrededor que hasta los encantos de Alejandro tendrán dificultades en atravesar. No obstante, la mayor de sus fuerzas es su arrojo y su valentía. Cuando el amor consiga abrirse paso en su esquivo corazón, nada ni nadie podrá con ella. Es una auténtica heroína.

- ¿Cómo definirías la relación entre ellos?

Tormentosa, con nubes y claros. Lo que uno busca y espera del otro va cambiando a lo largo del tiempo, y rara vez coinciden. Ni siquiera en los momentos más apasionados parecen ponerse de acuerdo.
Cada uno parte de un comienzo distinto: él acepta ese matrimonio como una unión pactada en la que espera una relación de compañerismo con su mujer. No amor, pero sí hijos. Ella por el contrario lo ve como una condena, verse prisionera de un hombre al que no ama ni amará. Al que jamás se entregará.
Sin embargo, la convivencia hará que todo, absolutamente todo, cambie por completo. Son dos personas excepcionales que estaban predestinadas a estar juntas y que solo necesitaban tiempo para conocerse.

- ¿Cuáles han sido los mayores desafíos a los que te has enfrentado en esta novela?

Lo más difícil una vez ubicado el momento histórico exacto, —dándole a Alejandro una profesión acorde con sus ideales y propia de los años en los que vivía; y a Verónica unas aspiraciones ambiciosas pero viables a pesar de la época— ha sido no seguir y seguir escribiendo sobre ellos. Una vez que conté con varios capítulos, podría haberme alargado en el doble de la longitud final de la novela. Me vi tan absorbida por la vida los personajes que se me ocurrían mil situaciones para ambos dentro de su complicada convivencia. Seleccionar las más interesantes ha sido muy difícil, y hay escenas que me ha dado pena haber tenido que descartar para que la narración no fuera demasiado extensa.

- ¿Qué tipo de lector crees que disfrutará más con Noches perdidas?

Los amantes del género romántico histórico en general, y aquellos a los que les guste profundizar en el alma de los personajes en particular, en el entorno y en los personajes secundarios que también adquieren su protagonismo. Y sobre todo, a quienes les guste que no dejen de sorprenderles hasta el final, que disfruten con giros y acontecimientos inesperados.

- ¿Qué emociones te gustaría despertar en los lectores tras terminarla de leer?

Las mismas que me quedaron a mí cuando terminé de escribirla. La sensación de que, en cualquier época, el amor está presente en el corazón de todas las personas y que se manifiesta cuando y con quien uno menos se lo espera, por mucho que se quiera resistir a ello. Que luchar por lo que uno quiere en la vida tiene su recompensa. Y que, por amor, se pueden mover montañas.

- Y después de Noches perdidas... ¿Cuál es tu siguiente proyecto?

Aunque pueda parecer contradictorio tras publicar una novela histórica, actualmente estoy inmersa en una saga que mezcla ciencia ficción futurista y romance, de la que ya tengo la primera entrega terminada y la segunda en proceso.
Recientemente, he firmado el contrato de publicación con Harlequin para un spin off de mi anterior novela, Contigo en la distancia, y que narra la historia de Ric, un escritor que tuvo un papel breve pero clave en el desarrollo de esa novela. Cuando la terminé me di cuenta de la fuerza que tenía ese personaje, que se merecía su propia historia. Espero poder deciros pronto que ya está a la venta.

Muchas gracias, Mina, por habernos respondido a estas preguntas. Queremos desearte mucho éxito con Noches perdidas y toda la suerte del mundo en tu carrera como escritora.

Noches perdidas

Autor: Mina Vera
Editorial: B de Books
Género: Romance histórico
Formato: Ebook
Publicación: 27 marzo 2015
Precio: 1,99 €

Zaragoza, 1872.
Cuando Verónica Aranda estudiaba, soñaba con ir a la universidad y conseguir más tarde un puesto político, algo que ninguna mujer había alcanzado antes. Sin embargo, tres años después de volver a su casa, pasa los días enseñando a leer a sus alumnos y cuidando de su padre enfermo e insolvente. Los pretendientes que llamaron a su puerta elogiando su belleza y solicitando su mano en matrimonio, desaparecieron en el mismo instante en el que su padre se arruinó. Alejandro Zaldívar, sin embargo, acude a ella dispuesto a cumplir una antigua promesa y Verónica se ve obligada a aceptar la última voluntad de su progenitor: un matrimonio convenido y sin amor con el hijo del difunto amigo de su padre.

Aunque Alejandro no encuentra en la arisca y desagradable Verónica ningún rasgo de la dulce y encantadora niña que años atrás conoció, se reta a sí mismo a hacerla feliz. Ella, no obstante, se jura que jamás se entregará a él.

Cuando el destino, más poderoso de lo que ninguno de los dos cree, pretenda separarlos y la vida de ambos corra peligro en más de una ocasión, se verán obligados a enfrentarse a sus sentimientos y a dar respuestas al debate interno que albergan sus corazones.