Crítica realizada por Lady Macbeth
Leopold Gallagher, un rico hombre de negocios inglés de familia aristocrática, serio y obsesionado por el trabajo, conoce una noche en la terraza de su casa a la que, en un principio, toma por la amante de su viejo vecino. Catalina Stapleton, la nueva habitante del piso de al lado, es una joven extrovertida y generosa que disfruta ayudando al prójimo. En cuanto cruza dos palabras con su estirado vecino decide que, aunque él mismo no lo sepa, el señor Gallagher es un hombre infeliz que necesita ser salvado de sí mismo. A pesar de la arrolladora atracción que surge entre ellos, Leopold trata de mantener a la impertinente y alocada Cat a distancia; no está dispuesto a que su irritante vecina, por muy adorable que sea, derribe las barreras que tanto le ha costado erigir a su alrededor. Sin embargo, el destino parece tener otros planes...
Algo más que vecinos es una novela sencilla, alegre, apasionada y cien por cien romántica, que te atrapará desde el principio y no podrás parar de leer.
Este libro es la historia de amor de dos personas totalmente diferentes pero que en un momento determinado sus vidas se cruzan y ya nada vuelve a ser igual.
Leopold es el típico hombre inglés de negocios, estirado y muy educado, heredero de una de las familias más antiguas y de más rancio abolengo de Inglaterra. Como contrapunto está Catalina, una joven hija de madre española y padre inglés que se crió en una granja en la campiña inglesa, trabaja en Londres como profesora de pintura con personas discapacitadas y mientras su tío está pasando una temporada en Italia, ella vive en su apartamento cuidándole al perro. Y así es como se conocen Catalina y Leopold, son vecinos, y una noche mientras Leo está tomando el aire en su balcón la ve en el balcón de su vecino, con el pelo mojado y envuelta en una toalla. Al principio cree que es la amante de su vecino, aunque el malentendido rápidamente se aclara. Cat es todo lo que no es Leo: es abierta, generosa, transmite vitalidad y felicidad y eso lo nota Leo al ver como la tratan todos sus amigos y alumnos que la abrazan y la besan constantemente, cosa que Leo no ve con buenos ojos. De hecho Leo, al principio, no ve nada con buenos ojos de Cat, cree que ella es una entrometida descarada y siempre le saca de sus casillas, es más, ella disfruta picándole y gastándole bromas para enfadarlo. Sin embargo, poco a poco va naciendo un vínculo entre ellos, se van encontrando en el portal, a veces Leo va a jugar una partida de ajedrez a casa de Cat, otras veces ella va a su apartamento a cenar... y casi sin darse cuenta empiezan a nacer sentimientos, los cuales Leo no acaba de entender pues Cat le sigue pareciendo muy irritante pero a la vez una chica atractiva y que le hace ver la vida de otra manera, con más entusiasmo.
Bueno, así es como transcurre esta historia que me ha gustado muchísimo, por el desarrollo y por cómo poco a poco se van enamorando.
Sobre todo está más desarrollado el punto de vista de Leo, lo cual agradezco ya que normalmente siempre estamos más pendientes de los sentimientos de la chica. Una de las escenas más tiernas y a la vez más divertidas ha sido cuando Leo un día se da cuenta de que está enamorado de ella y le cuesta reconocerlo incluso ante sí mismo. Y luego cómo se propone seducirla, divertidísimo!!.
El libro me ha tenido enganchadísima todo el fin de semana. Su lectura en muy ágil, con muchos diálogos entre ellos, que en momentos me han hecho reir un montón y a ratos me ha emocionado. Los tira y afloja entre ellos son constantes y la tensión sexual se palpa en todos sus encuentros, aunque traten de engañarse ellos mismos diciéndose que sólo son amigos.
En resumen, una historia de personajes opuestos pero que se enamoran, y la historia es a veces dulce, a veces tierna, a veces divertida, a veces pasional y sobre todo rebosa sentimientos y amor. Para mí es una novela fantástica y la recomiendo a todas las que les gusta la romántica actual.
Valoración: 4 / 5
Crítica realizada por Elsa
Leopold Gallagher, un rico hombre de negocios inglés de familia aristocrática, serio y obsesionado por el trabajo, conoce una noche en la terraza de su casa a la que, en un principio, toma por la amante de su viejo vecino. Catalina Stapleton, la nueva habitante del piso de al lado, es una joven extrovertida y generosa que disfruta ayudando al prójimo. En cuanto cruza dos palabras con su estirado vecino decide que, aunque él mismo no lo sepa, el señor Gallagher es un hombre infeliz que necesita ser salvado de sí mismo. A pesar de la arrolladora atracción que surge entre ellos, Leopold trata de mantener a la impertinente y alocada Cat a distancia; no está dispuesto a que su irritante vecina, por muy adorable que sea, derribe las barreras que tanto le ha costado erigir a su alrededor. Sin embargo, el destino parece tener otros planes...
Como dice la sinopsis Catalina es una joven optimista y cariñosa que en cuanto ve a su vecino piensa que no es feliz, por tanto dedica una especial cruzada para hacerlo vivir la vida con alegría, después de ese primer encuentro en la terraza, un poco inusual porque ella está envuelta en una toalla de baño, se produce un nuevo encuentro cuando Catalina da una fiesta y el se presenta porque no puede dormir, pero eso no la incomoda, porque la fiesta se ha descontrolado y gracias a la actuación de su vecino se desembaraza de un montón de invitados que no lo habían sido, es entonces cuando él le echa en cara que se dedique a divertirse en ausencia de su amante, Catalina con su buen carácter, se echa a reir y le dice que el piso es de su tío a partir de entonces, ambos protagonistas se van encontrando hasta que se enamoran.
Leopold es un hombre frío, muy estricto, muy educado, jamás pierde los estribos, su vida está dedicada al trabajo, tiene una novia con la que está pensando en casarse porque es adecuada y ya va siendo hora de tener hijos a los que legarles su patrimonio. No tiene nada en común con Catalina, de hecho no es ni de lejos su tipo de mujer, el prefiere a las rubias voluptuosas, pero poco a poco se ve envuelto en el encanto y la naturalidad de Catalina, hasta tal punto que no se la puede quitar de la cabeza.
Cuando empecé esta novela, me costó un poco engancharme, esa personalidad tan arrolladora de Catalina…, me gustan las protagonistas decididas pero ésta era demasiado metomentodo, pero poco a poco me fui metiendo en la historia y la verdad es que me ha gustado, Catalina a medida que transcurre la historia va demostrando que no es una mujer superficial, todo lo contrario es una mujer comprometida, enseña pintura de niños discapacitados, y Leopold también va demostrando que no es tan frío, se ha criado como hijo único con una madre fría, demasiado estricta y muy apegada a los convencionalismo de la alta sociedad a la que pertenece, no ha tenido alrededor el cariño de una familia, como es el caso de Catalina, y se ha refugiado en una vida ordenada porque de esta forma no sufrirá ningún desengaño.
He disfrutado con los encuentros de estos personajes tan dispares y me ha encantado como poco a poco se van enamorando, pero una de las cosas que he encontrado diferente es la manera en que la autora refleja esta vez los sentimientos del protagonista masculino, algo a lo que no estamos acostumbradas. Además Leopold es el primero en darse cuenta de los sentimientos que le despierta su vecina, para él es una sorpresa descubrirse enamorado de una chica que ni siquiera le gusta y que le exaspera.
Me han gustado cada uno de sus encuentros y desencuentros, sus enfados, sus momentos tiernos… Creo que la autora ha sabido combinar muy bien estas personalidades hasta tal punto que la novela apenas tiene secundarios y los que tiene no tienen demasiada relevancia, porque todo gira sobre la relación de los dos. Es la segunda novela que leo de esta autora y esta me ha gustado más que la primera y aunque soy lectora de histórica, es refrescante encontrar nuevas autoras de actual para cambiar de vez en cuando. En definitiva es una novela sencilla, divertida, tierna que he leído de un tirón y que me lleva a buscar la tercera de la autora.
Crítica realizada por *Artemisa*
Este libro ya desde el comienzo me atrapó con esa forma tan divertida de empezar y la manera en que la autora hace que se den a conocer los protagonistas. Me hizo mucha gracia la conjetura a la que Leo llegó cuando la vio y como el solo llegó a su propia conclusión sobre quien era ella y que hacía allí... pero casi mejor que eso fue la reacción de Cat al caer en la cuenta de lo que el pensaba.
Los personajes de esta novela son fabulosos, podría decirse que ellos solos, sin necesidad apenas de apariciones de terceros llevan adelante toda la novela.
Catalina es encantadora, una chica alocada pero con un corazón enorme que pese a arder en llamas cada vez que se le acerca su vecino, resiste la tentación por mantener la amistad que se ha formado entre ellos. Aunque la chica es un cielo he de reconocer que Leopold Gallagher me ha encantado, con su elegancia y sus modales tan correctos intentando no caer en las provocaciones de la chica.
El constante tira y afloja entre ambos me ha gustado mucho y sobre todo los constantes intentos de Leo por acercarse a ella y la manera que tiene el mismo de engañarse pensando que lo único que siente por ella es atracción física.
Este libro me ha parecido fresco y divertido, con sus momentos difíciles y con unos sentimientos reales de dos personas que ven conociéndose y atrayéndose mutuamente. Es una de esas historias que te deja una sonrisa en los labios cuando la terminas.
Mi valoración del 1 al 5: Un 4
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