Artículo 15 - EL NARRADOR (I)

El narrador es la voz que habla en nuestra novela, es decir, quien le cuenta al lector lo que está sucediendo. Existen varias opciones de narradores diferentes, tantas como voces puedan narrar los hechos que suceden en la historia, y del tipo elegido dependen algunas cuestiones de relevancia crucial para el relato, como por ejemplo:

• El tono (veremos en qué consiste más adelante, ya que es un asunto que merece su propio artículo).
• El punto de vista (también lo trabajaremos próximamente).
• La organización de los acontecimientos, es decir, aquello que antes habíamos llamado la «trama».
• La intriga del relato, imprescindible para mantener la atención del lector de principio a fin.
• La verosimilitud de lo escrito, que nos ayuda a calar hondo en quien nos lee.

El narrador crea, ordena, inventa, omite, adorna, enfoca y dosifica la información a su antojo. Él decide a quién convierte en protagonista de la historia, si se va a involucrar de forma directa en ella o si se va a limitar a contarla desde fuera, el orden en que va a relatar lo acontecido (si va a haber flashbacks, si los sucesos se contarán de forma lineal, si se va a omitir de forma deliberada cierta información para potenciar la intriga), en qué espacio se va a situar la acción, etc. Es decir, que aunque el autor conozca TODA la información que rodea a la historia, el narrador es quien decide qué de todo eso se cuenta, cómo lo hace y qué no llega hasta los ojos del lector. Algo demasiado importante como para no cuidarlo como se merece, ¿no crees?

¡Ojo! Debes tener en cuenta que una cosa es el autor, y otra muy distinta es el narrador. Lo que oímos al leer un libro es la voz del narrador, NUNCA la del escritor que se esconde detrás de este. El narrador es el intermediario, el portavoz de los hechos, y el autor debe entregarle el hilo conductor del relato. Es decir, que el autor le da la palabra al narrador, y este, a su vez, también la pierde por momentos para cedérsela a los personajes en eso a lo que llamamos diálogo. Las descripciones, los incisos y la acción, sin embargo, son competencia del narrador.

¿Cómo elegir el narrador?

Después de todo lo que hemos comentado, ya imaginarás que esta no se trata de una elección que deba dejarse en manos del destino, por lo que debemos tener en cuenta una serie de cosas:

1. El tipo de historia que se cuenta y si esta requiere que el narrador penetre en la conciencia de los personajes o no.
2. La cantidad de información que interesa darle al lector a lo largo de la trama.
3. Las ventajas e inconvenientes que ofrece cada tipo de narrador.
4. Quién gana y quien pierde más con los hechos de la historia.
5. Por último, pero no por ello menos importante, ten siempre presente con qué narrador te sientes más cómodo y hasta dónde estás dispuesto a experimentar con su voz en beneficio de la novela. 

Recuerda que puedes iniciar tu formación hoy mismo en el
Curso Estándar de Creación de una Novela Romántica que imparte Érika Gael a través de
ESCRibir ― Formación Literaria.

Más información en http://comoserescritor.com