Tanto nuestra lengua hablada como la escrita llevan incorporado un amplio surtido de adverbios terminados en -mente que nos sirven de muleta cuando no estamos seguros de habernos expresado con suficiente claridad. Sin embargo, el lenguaje literario y los adverbios terminados en -mente no siempre son aliados.
A pesar de que muchos escritores noveles tienden a pensar lo contrario, estos adverbios resultan poco naturales, repetitivos, y cargantes. Para ciertos autores, suponen un recurso largo y pesado que empobrece el texto más de lo que logra enriquecerlo, y por ello consideran que su empleo excesivo denota poca profesionalidad. De hecho, autores como Stephen King o Gabriel García Márquez decidieron eliminarlos, todos y para siempre, de sus escritos; fue entonces cuando se dieron cuenta de que lo que querían decir con este tipo de palabras podía expresarse también de cientos de formas diferentes.
Aunque a día de hoy no existe un consenso claro sobre cuántos adverbios terminados en -mente hacen falta para hablar de uso abusivo, lo que resulta evidente es la necesidad de prestarle atención a este "vicio". Existen múltiples fórmulas y combinaciones en nuestra lengua para llegar allí donde queramos llegar, solo es cuestión de echar a volar la imaginación.
¡Ojo! Esto tampoco quiere decir que los adverbios terminados en -mente sean el Anticristo: cuando se usan con cabeza, cumplen una función enfática muy recomendable. Es su abuso lo que habrá que vigilar de cerca, así como el empleo de formas vulgares (mayormente, bastantemente, etc.).
Haz una prueba: revisa cualquiera de tus antiguos textos y subraya todos los adverbios terminados en -mente que encuentres en él. Te sorprenderá el resultado.
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Comentarios (3)
Andycon
Tenía registrado de algunas críticas que he leído por ahí, que los adverbios terminados en mente era una especie de recurso de escritores pobres en palabras. Personalmente, no veo tan drástica la utilización de estos términos y no estoy de acuerdo con la consideración anterior, siempre y cuando no sea abusivo el uso. Como en todos los ámbitos los vicios no son buenos.
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Malory
Confieso que se me iba la mano con ellos y aún hoy en día tengo que poner atención para no pasarme, porque alguno que otro continuo empleando jejejeje
Gracias, Érika por el recordatorio de lo que no es conveniente hacer y gracias, L. G. por señalarlo en su día :)
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Katon
Voy a hacer la prueba y voy a buscar cuántos adverbios acabados en mente tengo en algunos de mis escritos ;)
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