Crónica de la presentación de “Noche de Tentación”, de Érika Gael

Presentación de "Noche de Tentación" de Érika Gael

Tener la oportunidad de conocer a Érika Gael en persona ha sido un lujazo, porque además de ser una maravillosa escritora, es una mujer amable, dulce, divertida, de sonrisa fácil, que parece tener muy claros sus objetivos dentro del mundo de la literatura.

Presentar su último trabajo, "Noche de Tentación", ha sido todo un honor y desde aquí quiero darle las gracias a Érika Gael por dejarme compartir con ella la emoción, los nervios y la alegría de un momento tan especial como ha sido la presentación del segundo libro de la serie "Príncipes del Infierno", que tuvo lugar el viernes 23 de mayo en "El Club de Prensa Asturiana" de Oviedo.

Comenzamos echando la vista atrás y haciendo un breve repaso de la obra de la autora, recordando que en 2010 vio la luz, de manos de ediciones B, su primera novela, "Faery", una historia de amor divertida e ingeniosa entre una Xana y un dios Celta; tres años después, tras tomar la decisión de autopublicarse, nació la serie "Príncipes del Infierno" con la novela "Noche de Mardi Gras" (tengo que confesar, que llegados a este punto —acabábamos de empezar— los nervios comenzaban a traicionarme y pronunciar este título a la primera fue imposible... nada que no se solucionara con la intervención de la autora y que los presentes se tomaron con humor).

Y por fin llegó el momento de hablar de la novela que nos había reunido en aquella sala: "Noche de Tentación".

De esta historia no se pueden decir más que cosas maravillosas, porque está tan bien escrita que da gusto leerla, tan bien ambientada que terminas pensando que conoces un poquito París, sus calles, sus restaurantes, el metro... hasta el Sena, "ese río con nombre de mujer". Una novela en la que las emociones, los sentimientos son tan intensos que parecen salirse de las páginas para metérsete dentro, te agitan el corazón, te cortan la respiración a la espera de un desenlace, de algo que sabes está por llegar... "Noche de Tentación" es una historia que vives, que sientes... Esto era, a grandes rasgos, lo que tenía preparado y no, no me salió ni tan fluido ni tan bonito, pero creo, si mi memoria bloqueada por los nervios del momento no me falla, que sí dejé claro que la historia es estupenda, que merece la pena leerla y disfrutarla.

Pero como lo importante era lo que Érika tenía que contarnos sobre su obra le pasé el testigo con la primera pregunta. ¿Cómo estaba reaccionando el público ante su Príncipe del Infierno y ante el hecho de que la novela sea autopublicada? Echando la vista atrás nos contó cómo tras presentar su primera novela en 2010 "me vi, sin comerlo ni beberlo, en medio del fuego cruzado entre dos editoriales; me vi ante las artimañas y puñaladas que, en muchas ocasiones, ese mundillo esconde; me vi bregando con la ineptitud de aquellos que se llamaban a sí mismos profesionales. Pero, sobre todo, me vi enfrentada al más frustrante y duradero bloqueo del escritor que he sufrido en mi vida."

Habló de esos cuatro años en los que no fue capaz de escribir ni una frase coherente, en los que muchas ideas y borradores terminaron en la basura haciéndola sentir una fracasa. "Borré de un plumazo el nombre de Érika y todo lo que tuviera relación con ella, y os puedo asegurar que nadie sabe lo doloroso que es vivir en ese vacío hasta que se da de bruces con él."

Por suerte para los lectores ese bloqueo ha terminado y Érika ha resurgido de sus cenizas como el Fénix descubriendo que "mientras haya autores con ganas de escribir y público con ganas de leer, lo demás viene rodado..." Y si de algo se arrepiente, tras conocer los diversos canales de autopublicación, la libertad y el control sobre la obra que este sistema le concede, es de no haberse lanzado antes a la aventura de autopublicarse. "...desde que fue lanzado el 21 de marzo, no ha dejado de darme alegrías, y el público ha acogido con más cariño del que puedo asimilar. Lo único que yo buscaba era que los lectores sintieran que está a la altura de su predecesor y que no se vieran decepcionados, y creo que puedo decir que no sólo lo he conseguido, sino que ha sobrepasado las expectativas."

Preguntar por qué escoger demonios como protagonistas de esta serie y cómo surgen las tramas para personajes tan "especiales" era casi obligado aunque por supuesto no era la primera vez que se lo preguntaba.
"He oído esa pregunta muchas veces, y tengo que reconocer que aún no he encontrado una respuesta definitiva."

Érika habló de esa idea del bien y del mal que desde pequeños suelen inculcarnos; de la existencia de esos seres perfectos y bondadosos que son los ángeles y de esos otros seres, los demonios, que personifican la maldad más absoluta... la cosa cambió cuando descubrió que "todos esos seres eran idénticos y venían de un origen común. El día en que me enteré que Lucifer, antes de Satán, había sido el ángel más sublime alguna vez creado, que todos los demonios habían sido criaturas celestiales una vez y que una Caída con mayúsculas los había dividido para siempre, ese día cambié mi forma de verlos. La sustitución en mi cabeza entre el Lucifer con cuernos y patas de cabra y el Lucifer de rizos rubios, ojos azules y alma corrompida. Imagino que es ese juego lo que me atrae, esa dualidad que no tiene tanto que ver con el hecho de que haya seres buenos y malos, sino con que el mismo ser pueda albergar la dicotomía entre el bien y el mal en su interior. Los seres alados, extremos e inmortales comenzaron a fascinarme, y llenar las lagunas que los convirtieron en lo que hoy pensamos de ellos se transformó en un reto. Mucha gente me felicita por mi imaginación desbordada a la hora de crear personajes o idear tramas; lo que no saben es que un porcentaje importante de todo ello ya está hecho. Es algo que permanece oculto a nuestros ojos, pero una vez que empiezas a tirar del hilo, te das cuenta que poseemos unas raíces mitológicas riquísimas, que nada tienen que envidiarle a otros mitos como pueden ser los clásicos, los egipcios, los vikingos..."

"De todas formas, tampoco pretendo dar a entender que NDT es un tratado sobre mitos judeo-cristianos, porque no es así. NDT es una historia acerca de cómo el amor puede resurgir de las cenizas, incluso aunque éste sea entre los dos seres más extremos que nuestro imaginario pueda concebir. Tan simple y tan complejo a la vez. Al fin y al cabo, si yo tuve una segunda oportunidad, ¿por qué no iban a poder tenerla un ángel y un demonio? Siempre digo que soy una persona muy ambivalente, así que tener la ocasión de dar vida a dos seres tan aparentemente diferentes y, al mismo tiempo tan idénticos, supuso todo un reto y un privilegio. Angélica es la dulzura, la amabilidad, el decoro, la responsabilidad. Asmodeus es la irreflexividad en estado puro, la insolencia, la indisciplina. Sin embargo, creo que el auténtico espíritu de esta historia radica en que Angélica también es irreflexiva, también es insolente, también es indisciplinada, del mismo modo que Asmodeus también es dulce, también es amable, también es tierno. Es ese juego entre bondad y maldad lo que sustenta la trama, hasta tal punto que llega un momento en que los límites se desdibujan y los héroes y los villanos se entremezclan. Los flashbacks son recurrentes, y es así como llegamos a conocer a ese Asmodeus que, antes que Archiduque del Infierno Oriental, fue una joven promesa angelical, y sabemos también de dónde proceden todas las dudas, los miedos y los resentimientos que acumulan los protagonistas, mediante pequeñas píldoras del pasado que ayudan a cerrar un círculo perfecto y a comprender y empatizar con la personalidad de ambos."

Tras esta maravillosa respuesta que me he permitido el lujo de copiaros casi al completo, porque merecía la pena leerla, me interesaba saber por qué había escogido París como escenario de esta historia de amor, porque además al leer la novela he tenido la sensación de que Érika se había paseado a menudo por sus calles. "No tantas como me hubiese gustado, pero muy bien aprovechadas, eso sí." Fue lo primero que respondió antes de hablarnos de su amor por esta ciudad, sobre las tardes que se pateó virtualmente por París en busca de escenarios, porque nunca deja nada al azar en lo que se refiere a la contextualización "...todo pasa en un determinado enclave por algo, y, en el caso de esta novela, eso se hace aún más patente si cabe. Podría decirse que llevo documentándome para este libro desde que nací; escribir una historia ambientada en París era una deuda pendiente conmigo misma desde hacía mucho tiempo." "...a veces tiendo a pensar que soy un alma francesa atrapada en un cuerpo español..."

Contó que documentarse para esta novela ha sido lo más fácil que ha hecho en su trayectoria como escritora, porque lleva haciéndolo toda la vida "...todos los lugares, los nombres y los personajes no son más que el reflejo que proyectan mis propias experiencias pasadas, mis anhelos y mis conocimientos. El París dominado por el Sena, el París del Moulin de la Galette, el París de Pigalle, el París del Barrio Latino... ése es el París que yo adoro y el que he intentado plasmar entre las páginas de NDT. Cuando tenía 15 años, mi profesora de francés me regaló un callejero de París, y lo miré y lo remiré tantas veces que, la primera vez que visité la ciudad, años después, el mapa ya estaba arrugado y yo me sabía los nombres de las paradas de metro de memoria. A día de hoy, muchos de los lectores que han leído la novela me han comentado que una de sus escenas favoritas es aquella en la que Angélica y Asmodeus juegan a perseguirse por los pasillos del metro. A mí me llena de orgullo, porque sé que si no hubiese llegado a interiorizar años atrás aquel mapa, esa escena no hubiese quedado tan redonda. Eso es lo más hermoso de este oficio puñetero, como yo suelo llamarlo: que cada vez que te enfrentas al papel en blanco sientes que toda tu vida anterior te ha conducido hasta él, y entonces todo lo vivido cobra sentido."

Con la siguiente pregunta traté de averiguar cómo conseguía, aparentemente sin esfuerzo, trasmitir tanta intensidad a la hora de plasmar sentimientos en el papel. "Las historias se construyen a base de emociones. Limitarse a describir la realidad es como tratar de hacer música con una partitura vacía. Escribir significa exponerse: exponerse a la rabia, al dolor, a la ira, a la pasión, a los celos, a la nostalgia..." "El arte es catarsis, y la literatura es, para mí, la más catártica de las artes. Yo no soy capaz de verlo de otro modo..."

Y si algo quería saber sí o sí, era para cuando su siguiente novela, pero sobre todo para cuando la historia de Lucifer, personaje que desde "Noche de Mardi Gras" me tiene secuestrado el corazón. Aquí Érika se mostró cauta, como dice que asume el futuro, y aunque creo que no ha llegado el momento de echar el cierre a la serie Príncipes del Infierno, no quiere cerrarse a otras historias y ceñirse a lo ya conocido y que funciona. Le gustaría que sus demonios siguieran cosechando éxitos, pero tiene claro que "adoro los retos, y tengo claro que no quiero morirme sin haberme enrolado en un galeón pirata, sin haber pilotado un bólido de carreras en los años 50 o sin haberle cantado fados a la luna desde el suelo de Lisboa."

Una respuesta estupenda y muy diplomática que nos dejó sin saber para cuándo la historia de Luc (¡jopetaaaa!).

De la sala de prensa de "La Nueva España" salí con una experiencia más a mis espaldas, una nueva amiga y un estupendo marca-páginas dedicado que guardaré como un tesoro.

¡Gracias una vez más a Érika Gael por pensar en mí, por permitirme estar a su lado y compartir su momento de gloria!

*Artículo de Ana F. Malory