De un tiempo a esta parte parece ser que a todo el mundo le ha dado por escribir.
Algunos lo hacen por diversión, otros como entretenimiento, pero muchos lo hacen muy en serio y con la esperanza de ver publicadas sus rocambolescas ideas. Eso no es malo siempre y cuando se trabaje duro y se dedique uno a estudiar y mejorar. Pero hay muchos que no estudian ni mejoran. Ni siquiera han leído lo suficiente como para ponerse a escribir, y sí, hay que haber leído muchísimo para empezar a crear historias propias. Nadie sin un bagaje lector logrará jamás contar una buena historia. Nunca, esa es mi opinión y nadie me hará creer lo contrario.
Únicamente cuando se está preparado de verdad puede lanzarse al mundo todo aquello que ha ido creciendo en tu cabeza y que has plasmado en una hoja en blanco. Lo que sí es malo son las prisas por publicar, la impaciencia que impulsa a unos cuantos y que provocan un estado de ansiedad tal que muchos buscan el apoyo de quienes ya han publicado y obtenido éxito. Eso tampoco es malo siempre que se vaya de cara y con sinceridad. Lo terrible de verdad es cuando eso se hace de forma solapada, buscando conseguir a través de otros lo que uno no es capaz de lograr con su trabajo.
He visto muchas cosas a través de los años, pero nada comparable a lo que veo ahora. Sé que hay personas que se han arrimado a muchos escritores a pesar de no conocerles más que por el nombre, y se aferran a esas personas como una lapa intentando conseguir nuevos contactos y amistades que les lleven hacia su objetivo. Mientras les ha servido para poder contactar con los amigos de sus amigos, todo ha ido fenomenal. Pero una vez conseguido ese objetivo, si te he visto no me acuerdo. No pasa nada, arrieros somos y en el camino nos encontraremos.
El arribismo es una lacra en cualquier faceta del mundo profesional, no sólo en el literario. Pero, oigan, yo hablo de lo que conozco. Y me cansa ver cuántos mindundis se arriman a autores que son "alguien" en el cotarro literario (con "alguien" no me refiero ni siquiera a autores brillantes y reconocidos, sino a quienes han sido alzados a las alturas por sus palmeros y no saben escribir sin poner en cada párrafo por lo menos cuatro adverbios terminados en –mente. Ni siquiera se esfuerzan por buscar un buen corrector). Sí, así están las cosas, ni más ni menos. Y ya no digamos cuando existen historias mal documentadas pero que siguen siendo enarboladas como el súmmum del género: historias que se caen por la falta de trabajo y errores muy graves, pero que tienen una legión de seguidores detrás que cualquiera abre la boca y dice lo que piensa. Para qué, si vas a ganarte muchos enemigos. Pues ahí están, novelas con un ejército de seres-admiradores obnubilados por unas cuantas frases sacadas de cualquier escritor reconocido al que roban dichas frases y las retuercen para acomodarlas a su "estilo". De esos seres, la mitad para arriba piensan que la novela es una mierda, pero no van a decir nada porque muchos de ellos ―podemos llamarles palmeros―, aspiran a escribir también y a hacerlo tan bien o mejor (perdón, peor), que su ídolo en cuestión. Lo que les interesa es figurar en su círculo de amigotes, a ver si pueden chupar algo de la fama de ese ídolo al que envidian descaradamente ocultándose tras frases halagadoras. Y si se creen que no se les ve el plumero, van apañados.
Alguien a estas alturas puede que se sienta escandalizado. Pues no hay motivo para ello, esto es el pan nuestro de cada día. Incluso yo he sentido en mis carnes (y yo sí que no soy nadie), que me han "robado" contactos para subir en lo más alto del podio literario. Es que me parto de risa, sinceramente, pero es cierto todo cuanto digo.
Los arribistas van de "modestos" y buscan la aprobación de los "buenos" contactos que han ido coleccionando a través de mini relatos e historias personales de esas que "tocan el corazón" y que van colgando en sus espacios. También intentan ganarse a los palmeros de esos contactos, válgame el cielo, no vaya a ser que algo se les escape sin querer teniéndolo todo muy meditado hasta la última palabra, acento, coma o punto que escriben. Algunos incluso escriben muy bien y más les valdría no arrimarse a nadie porque tienen arrestos y talento suficiente como para destacar por sí solos. Pero es que la "fama" es golosa y llama como si fuera un canto de sirena. Es hermoso, pero pocos saben que ese canto puede llevarte a la destrucción si no tienes los pies sobre la tierra o no te pones tapones en los oídos. Y digo tapones porque resulta que después el autor al que el arribista se arrima se deshará en elogios hacia la "obra sublime" que el palmero con ínfulas de escritor le hace llegar. Porque en cierto modo se siente obligado a corresponder, y no tiene el valor suficiente para mandarlo a tomar por saco. Por Dios, aspirante a escritor, si no necesitas hacer eso... Más te valdría escribir en silencio e intentar llegar a lectores que de verdad aprecien tus historias y a una buena editorial que valore tu potencial. Búscate a tus propios seguidores con tu trabajo y no intentes llamar la atención a través de otros. Crea un blog, un espacio donde escribir a gusto y da rienda suelta a tu imaginación, seguro que puedes hacerlo y pronto te lloverán tus propios seguidores, aquellos que te buscarán a ti, no al seguidor de "fulanito, el que escribe sobre vampiros".
Yo no soy nadie para juzgar a los demás, eso lo tengo muy claro. Pero veo mucho talento desperdiciado de gente que sólo parece querer complacer a los demás haciéndose visible a través de otros. Escribir no es fácil, en absoluto. Y no se convertirá en algo fácil sólo por arrimarse a aquellos que han publicado buscando su aprobación, sus alabanzas, o lo que es peor: buscando a sus lectores.
¿Queréis de verdad destacar y ser alabados por vuestros méritos?
Os voy a dar una fórmula muy sencilla:
Trabajad, leed, estudiad y aprended de los maestros, de los que realmente saben. Si os arrimáis a alguien, que sea a un escritor del que podáis aprender, y nada de hacer la pelota (eso no vale).
Escribid según vuestro corazón os lo demande y buscad vuestros propios lectores, aprovechaos de sus opiniones, profundizad en sus comentarios y críticas. Escoged a aquellos cuyas opiniones sean sinceras y ponedlos en "nómina" como lectores cero para que os ayuden a enfocar vuestro trabajo.
Tened paciencia. Eso es lo más importante para un escritor.
Todo lo demás, es un espejismo en un desierto desolador...
Carolina Márquez Rojas
*Carolina Márquez Rojas es, además de escritora, reseñadora en su página Entre Libros (Club de lectura) y forma parte de la Asociación de Escritores La Destilería.
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Comentarios (27)
Mónica Agüero Fernández
Lo que hay que ver y escuchar.
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Ruth M. Lerga
Coincido contigo en que todos queremos escribir, lo que no es malo; cada uno tiene sus inquietudes. Y coincido contigo en que todos queremos publicar, lo que no es sano, pues no todo es publicable.
Pero lo parece ¿verdad?, porque parece que se publica todo ¿no? Ahora bien, ¿a quién culpar? ¿A editoriales que se asemejan más bien a imprentas? ¿A autoras que son primerizas y una vez publicadas no entienden o encajan las críticas o les falta autoexigencia?
Yo me inclino por el tercer gran grupo: a las lectoras, que nos chupamos lo que nos metan y cuando nos parece un truño por "educación" callamos.
Y aquí, en esta casa donde se puede decir libremente qué se opina de una novela, ya sea que es la nueva Austen o una auténtica porquería, a este Rinconcito le caen por todas partes de otras lectoras por dejarnos opinar.
Así que igual a la buena romántica entre todas la mataron y ella sola se murió.
Carolina, otra vez firmando con mi nombre: harás de mí una mujer públicamente comprometida. Horror de mis horrores ;)
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Bona Caballero
Por poner un par de ejemplos de la vida política que leí no hace mucho. En un blog jurídico contaban que el principal mérito de cierto ministro para "seguir en la palma" es ser "palmero", el primero en levantarse del banquito azul para aplaudir al presidente del gobierno -o el último en sentarse. ¡Y le funciona!
Y en otro blog, un ex diputado recordaba que le reprochaban que en sus tiempos de la carrera de San Jerónimo "aplaudía poco".
Así que en la industria editorial, me temo, pasa lo mismo.
El que hace la pelota, el que le paga las cañas al escritor consagrado, es quien puede luego tener las migajas de una publicación.
¿O no os habéis fijado que a veces los reseñadores de suplementos culturales ensalzan como la nueva esperanza de la literatura española a un "nisu" que, curiosamente, publica con el mismo grupo que el periódico correspondiente?
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Lola Sol
YO soy escritora y no necesito una editorial para sentir que valgo, ni colgarme de estas páginas ni de las blogueras para lograr cosas. Eso es estúpido, si algo he aprendido que puedes conseguir como española un buen puesto, una buena editorial y que todos vean tu foto, tus libros en las páginas web más importante, pero el lector, el fiel lector tendrá siempre la última palabra. Lo que tú seas capaz de crear, eso será lo que perdure. Talento, no marketing, perseverancia no blogueras amigas que intentan vender garto por liebre. Los lectores no son tontos. No lo somos. Arribismo.. qué importa? Es que aquí nadie se enteró de que solo el verdadero talento triunfa???
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Marisa Sicilia
También creo que sería muy injusto que toda esa gente nos haga olvidar que a su vez existen muchos autores que tratan de presentar sus obras de la forma más honesta posible y que están dispuestos a trabajar duro, a escuchar las críticas y a intentar mejorar, y no creo que sean los menos. Pienso sinceramente que son muchos más que los que solo quieren “llegar” sin importarles el camino.
En lo que también estoy completamente de acuerdo es en lo de la paciencia. Si no la tienes mejor dedícate a otra cosa…
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marite
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crishi
Muy buenos consejos los de este artículo.
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Yolanda Quiralte
Un abrazo
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Mary
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Malory
Es cierto que de un tiempo a esta parte parece que a tod@s nos ha dado por ponernos a escribir y eso, creo, no es malo siempre y cuando seamos autocríticos con lo que hacemos, buscar ayuda y apoyo está bien siempre que lo que se busque sea mejorar. No porque nos regalen los oídos lo que escribimos va a ser mejor, eso para mí es engañarse. Y no por arrimarse a alguien se lo que hacemos es bueno... en fin que allá cada uno con su conciencia. Como bien habéis dicho, el tiempo podrá a cada uno en su lugar.
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marite
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Freyja
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Miryam
Buen artículo y siento mucho que todo esto sea verdad
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mirada
Como otras chicas han comentado, lo he visto, y lo sigo viendo. Y lo peor es que el autor/a no se da cuenta de que tener sólo a gente alabándoles no le va hacer crecer como escritor, sólo estancarlo. Las críticas donde se describen los errores detectados ayudan a pulir el estilo, la trama, y también a prestar atención.
Gracias por tu artículo Carolina.
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Lola Rey
Cierto que en todas partes cuecen habas pero me está dando a mi que en este mundillo literario las cuecen a paladas...En fin, quien tenga oídos que oiga.
Gracias como siempre por un artículo maravillosamente escrito y tan interesante.
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Haley
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Nat
Vienes a decir más o menos lo que yo de vez en cuando dejo escapar por mi muro de fb... ¡Cuanto mamoneo junto! y es algo que de verdad me pone enferma...
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Kelly Dreams
Gracias por tu reflexión
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*Artemisa*
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Carolina Márquez
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Sandrayruth
Sí he visto muchas de las cosas que tú dices, pero como dice el refrán, a todo cerdo le llega su San Martín, y está claro que por mucho que chupen, la gente se dará cuenta de cómo es en realidad esa gente, o por lo menos eso espero...
Quizás haya sonado algo dura, pero estoy cansada de ver muchas cosas por ahí, de gente que daña sin ningún tapujo y de muchas cosas más.
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sara
Arribistas hay en todos lados y en todas las profesiones, son chupopteros que se alimentan del trabajo de otros para conseguir sus fines sin tener que currarselo y haciendo el minimo esfuerzo. Em mimundo tambien me he encontrado de vez en cuando alguno de ellos, y he cortado por lo sano con ellos porque contagiaban mi espacio vital con sus tejesmanejes. No quiero a nadie a mi alrededor que venga con malas artes, ni con segundas intenciones. Estoy en la creencia que todo repercute en la salud, fisica y mental.
Enhorabuena por tu articulo.
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ELSA
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pastora
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kkekka
Nunca he entendido el arribismo en el mundo de las artes. ¿No es mejor ser sincero con uno mismo e intentar subir por tus medios? ¿ser consciente de tus carencias o de tu valía antes de que otro te diga nada? ¿buscar tu esencia, tu alma que haga posible que seas tu el primero en identificarte con lo que escribes?.
No se, debo de ser muy cándida en muchas cosas.
Lo que si se, es que siempre he desconfiado de los halagos excesivos y de todos aquellos que jamas ponen un punto negativo a nada. Me chirría.
Solo espero que el criterio tanto de esos escritores en ciernes, de los editores y de los lectores sepa distinguir. Ya que como tu bien dices la profesión de escritor es dura, complicada y no se limita a sentarse delante de un ordenador a ver qué es lo que ocurre. Incluso cuando no se trata de una novela histórica, también hay que ver lo que hay a tu alrededor, lo que se mueve y cómo se mueve,no puedes meter la pata. Tienes que respetar lo que se escribe y a quién lo lee.
Muchas gracias por tu artículo
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Carolina Márquez
El mundo literario contiene mucha suciedad, desgraciadamente. Al contrario que en el contexto anglosajón, en el cual no existen las envidias ni los arribismos (son la excepción).
Para tener éxito, hay que currárselo, no hay otro secreto más que ese.
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Katon
Ojala más de un futuro escritor siga esas pautas que das. Aunque como bien has dicho, la fama y las críticas excesivamente elogiosas son dos aspectos demasiado embriagadores para muchos de esos escritores.
En cuanto a arrimarse a un escritor para conseguir sus contactos, es una lástima, hay que estar muy desesperado por publicar algo, porque mucho de lo que salga de ahí no tendrá ni la calidad para poder llamarse libro.
Desconocía ese mundo oculto tras la publicación de algunos libros, y la verdad es que me da pena, porque creo que esa gente está dejando de lado lo que de verdad importa, escribir algo con calidad, y documentarse ¡por supuesto! a veces es decepcionante encontrar unos errores tan graves, tanto históricos, como de personajes, ambientación, etc, que te puede fastidiar gran parte de la novela. Parece que solo intentan centrarse en publicar a toda costa...
Gracias Carolina por otro artículo fantástico, y que, una vez más, me has hecho pensar.
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