De un tiempo a esta parte, decidí combinar la lectura de las novelas que se escriben actualmente con las antiguas de los años ochenta y noventa, aunque los contenidos son ahora menos fajados sí que conservan la esencia de los clichés de antaño suavizados mediante la ecuanimidad de los sexos; la violencia porque sí brilla por su ausencia; el "al pan, pan, y al vino, vino" se convirtió en un sucedáneo del pan con vino aguado para no embriagarse; la virilidades exacerbadas encapsuladas en cuero, tabaco y sudor no son ni la sombra de lo que fueron, no obstante, quien tuvo, retuvo... Y si me he acordado de todo el santoral, ha sido con las damiselas en apuros que se arrastraban a los pies del macho de turno que, aún habiendo perdido su dignidad, se transformaron en el adalid de su propio destino teniendo en cuenta la asepsia de los actuales contextos.
Ello no quiere decir que todo lo antiguo que he leído sea como lo describo, hay historias deliciosas que no "gozando" al pie de la letra de estas características ya no se escriben ni por encargo; historias harto previsibles que se plantan en tu retina tras el filtro del Technicolor y en CinemaScope, tal si fuese una superproducción hollywoodense emitida en las sobremesas de aquellos sábados setenteros, mientras merendaba un buen bocata de chorizo con mantequilla por gentileza de mi abuela.
Desde entonces mucho ha llovido, quizá yo no sea la más indicada para abrir este asunto puesto que solo puedo contar mi experiencia de estos últimos años, experiencia escasa al lado de la vuestra pero modestamente productiva. Una romántica maravillosa que, cuando decidí leerla por completo, ya expandía sus tentáculos hacia nuevas corrientes (véase la paranormal), y que, con los años, ha captado nuevos públicos mediante muchos y muy variados argumentos, siendo éstos adaptados lo mejor posible a los tiempos que corren (algunas veces con el ánimo de no resultar ofensiva).
Pero, si ha habido una nueva coyuntura en la forma de escribir la novela romántica, esa ha sido la novela romántica-erótica; un punto de inflexión que, pienso, ha marcado un antes y un después en la forma de leer y comercializar este género. Por la trayectoria de la novela romántica en los últimos años, me pregunto si estamos ante simples evoluciones del género romántico o, en otro caso, ante en una reinvención del género en sí mismo. ¿Qué opináis?
Y ya, a título personal, solo decir que me hubiese encantado ser testigo de esa parte del género romántico que cohabitó con lo poco y blanco que se escribía por aquel entonces en nuestra piel de toro. Como supongo que por aquí rondan lectoras muy versadas en la materia, debido a la cantidad de años que llevan leyendo este género, siento curiosidad por saber cómo se vivió esa incipiente novela romántica en España; qué recuerdos guardáis. Sin ánimo de polemizar sobre si la novela que se escribía antes era mejor que lo que se escribe ahora o viceversa (porque de todo hay en la viña del Señor), ¿he de suponer que como no había mucho donde elegir casi todo o todo era bueno? Ahora que lo pienso, sería como aplicar este mismo criterio a la televisión de antaño. Si solo existía una cadena, y el UHF para el que tuviera suerte de captarla con la antena de cuernos (¡Pepe, Pepe! ¡Así, así! No te muevas del sitio ni retires la mano del cable que perdemos la imagen), no había mayor elección. Era eso o nada.
Artículo realizado por Crishi
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Comentarios (19)
Luciago
Por supuesto que no todo era bueno y además era escaso. Yo, como soy lectora compulsiva, no he tenido nunca suficiente lectura romantica, he leído todos los géneros, incluidos los clásicos y no puedo decir que antes todo era mejor que ahora, en absoluto, yo ahora estoy descubriendo autoras y autores realmente maravillosos que me están haciendo vivir momentos exquisitos tantos españoles como extranjeros. No se si es que tengo suerte o es que se elegir, pero creo que en todas las épocas desde que empecé a leer, he encontrado obras buenas y malas, ahora lo que pasa es que hay más para elegir.
Gracias por el artículo, un placer leerlo.
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maliso
Mi humilde opinión de una lectora de romántica de más de 20 años de experiencia, compradora compulsiva, con una biblioteca de más de 500 títulos en un armario del trastero de mi casa y ni se sabe los que tengo en el eboock, ahora se publica poco libros de romántica que merezcan la pena.
La romántica clásica siempre nos gustará a las incondicionales y los sucedáneos actuales, sobre todo erótica tipo "50 sombras", para mí son infumables, no dejan de ser copias de Grey.
Y pienso que la romántica clásica es la mejor, aunque sea predecible.
Es mi opinión, las editoriales deberían cuidar mucho más lo que publican. Yo hace tiempo que no ha leído una novela que realmente me haya enganchado.
Y de las españolas, Nieves Hidalgo, María José Tirado, Diana Gabaldón y poco más.
Un saludo.
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ANA MARIA GARCIA
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Roxana
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Carmen Zapico Zapico
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kkekka
Podría ser evolución si nos referimos a autores que lo hacen de manera coherente conservando su esencia. Luego están los que escriben en plan Madonna, es decir cada libro una nueva experiencia como la diva del pop.
A mi me encantan los libros "antiguos", que por otro lado creo que se conservan muy bien. El tiempo se encarga de hacer limpieza y las grandes se mantienen. Luego está el mercado que es el que obliga a reinventarse mas que a evolucionar.
Quizá me equivoque, pero así es como lo veo.
Besines Crishi y gracias por los artículos y debates que planteas.
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arantxa
También debo decir que para mi ahora se publican novelas maravillosas como las de nieves o las de nora roberts, no todo es malo, y lo mismo con las de antes había bueno y malo.
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Guadalupe
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Aspasia24
Creo que antes las lectoras "se conformaban" con lo que había porqué no había más. Y digo se conformaban porqué no tenían armas como internet para hablar de romántica o bien para hacer saber a las editoriales sus opiniones.
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Bona Caballero
La primera novela romántica que leí fue allá por 1984, "Cenizas al viento" de K. Woodiwiss. Así que evité la época de la censura y Corín Tellado. Mi evolución fue, más o menos la de ir leyendo a "las grandes" cuando eran algo nuevo, y luego mi interés fue cambiando.
Sintétimente, creo que fue algo así: Woodiwiss-Lindsey-Jayne Ann Krentz-Nora Roberts-Sandra Brown-Lisa Kleypas.
Lei bastante autoras que hoy son menos populares como Jude Deveraux y Jennifer Blake. No sé hasta qué punto aquellas novelas que entonces me gustaron han aguantado el test del tiempo.
Luego he ido añadiendo a otras como Laura Kinsale, Linda Howard, Susan Elizabeth Phillips, Courtney Milan, Jennifer Crusie y Rachel Gibson.
Unas autoras las dejé cuando ya no me decían nada nuevo, otras siguen conmigo y se renuevan en cada nuevo libro.
Así que este año calculo que cumplo... 30 años leyendo de este género. También es verdad que al principio sólo leía en español, y luego cuando aprendí inglés, mi mundo romántico se amplió. Y ya con el formato digital, en cuestión de segundos puedo bajarme al kindle lo que se haya publicado hoy mismo en los EE. UU. Hay infinita variedad donde elegir.
Lo que he visto es que, en una época, "lo más" son los Regencias y los Viajes en el Tiempo; en otra, vampiritos y demás paranormalidades; ahora le toca a la erótica. Pero creedme, por mucho que nos resistamos, las patas de elefante y las hombreras siempre acaban volviendo, en versiones actualizadas a los gustos posteriores. Y tarde o temprano, el print leopardo desaparece.
La novela romántica en español la tengo menos leída, y eso que su historia me parece interesantísima.
Creo que cualquier consideración al respecto debería abrirse a una historia del género, empezando por las novelas rosas de Carmen de Icaza o Linares Becerra allá en los primeros tiempos del franquismo (años 1930-1940), para entender qué significó, después, Corín Tellado. Tampoco sé si las novelistas actuales en español (a este y el otro lado del Atlántico) enlazan de alguna manera con esa tradición o rompieron con ella, no tienen ninguna relación con las autoras hispanas que las precedieron, sino que han tomado como referencia exclusivamente modelos anglosajones. Es posible que en la novela en español sí que haya habido en algún momento una renovación rompiendo con el pasado. Ya digo, no he leído suficiente para saberlo. Animo a quienes sí lo hayan hecho, a que nos lo cuenten.
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Malory
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Bona Caballero
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cristina
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ELSA
Lo que si es cierto que ahora se publica más hay más variedad y aunque haya bajado el nivel, también tenemos más donde escoger.
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Sandrayruth
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*Artemisa*
Yo nací en el 88 así que mi experiencia como lectora en el género ya incluía vampiros y otros modernismos en mis comienzos. Siempre me he preguntado como serían esas grandes novelas de las que hablan las chicas del foro que llevan a sus espaldas miles de historias pero por el bombardeo de lo actual siempre lo voy posponiendo. Esto me lleva a la conclusión de que para mi gusto sí que se publica demasiado y que no por ser poco todo tenía que ser bueno antaño pero si que creo deberían pasar mas filtros.
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Malory
Qué difícil darte una respuesta, puede ser que sea una evolución, pero de todas formas la romántica erótica no deja de ser una moda y supongo que tarde o temprano se pasará el furor , aunque siempre habrá quién seguirá escribiéndolo.
Mis principios son un poco parecidos a los de Lola, con la diferencia de que las novelas de Corín Tellado y los Jazmín, eran de la hermana de mi mejor amiga. Pero mis primeras "novelas", también eran del círculo de lectores. Y estoy con Lola, no creo que todo fuera bueno, simplemente era lo que había y además la edad y la novedad que ofrecían esas historias, las convertía a casi todas en maravillosas.
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Raquel
Por mi parte puedo decir que todas las novelas de antes que tengo por casa y que con el tiempo he releído, me han vuelto a gustar hoy en día, así que por ese punto no tengo problema alguno :)
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Lola Rey
No me siento capaz para responder a esa pregunta que planteas y que, desde luego, no se me había ocurrido antes ¿reinvención o evolución? Como en casi todas las cosas y tomando el camino más fácil creo que podríamos hablar de una mezcla de ambas, pero lo cierto es que no estoy del todo segura. Estaré muy atenta a las opiniones del resto de lectoras.
Lo que comentas del género antes, yo ya leía novela romántica cuando prácticamente lo único que encontrabas eran las novelas de Corín Tellado y Jazmín. Leía las novelas de mi madre y ella las cambiaba en un quiosco, así que siempre teníamos una buena provisión. A veces compraba libros en el Círculo de lectores, Johanna Lindsay, Jude Deveraux, Kathleen Woodwiss, esos libros eran tesoros. Al tener menos variedad me conformaba con lo que había, ahora me he vuelto mucho más selectiva, pero reconozco que no todo antes me parecía bueno, sino que por escasez todo lo devoraba.
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