Desde que nos levantamos, la vida es un continuo galimatías sonoro. Los ruidos nos invaden por donde quiera que vayamos rompiendo nuestra estabilidad mental. A veces, el sentido auditivo se resiente de manera ostensible y huimos de la realidad aislándonos en nuestro propio cosmos. Este espacio, un lugar concebido para albergar todo lo armonioso, es sagrado ya que, en él, damos rienda suelta a las sensaciones y sentimientos más profundos de nuestra intimidad. Por ello, buscamos el momento adecuado y el sitio correcto para que el distanciamiento del que nos rodeamos no sufra fisura alguna. Una vez conseguido, el silencio nos acompaña en un viaje donde la mente escruta el significado de los contenidos que leemos porque, desde nuestra niñez, nos han instado a realizar esta actividad de forma individual y reservada para alcanzar una mayor comprensión lectora.
Pero, ¿es cierto que nos hallamos en el más estricto de los silencios durante la lectura? La función cerebral es constante...
... Deposito mi boca, mis oídos, mis ojos, y mi corazón en el cerebro a la espera de que los sonidos de las palabras leídas, reverberen en la superficie de mi mente reflejando imágenes irreales que van asociadas con lo percibido en el texto. Sonidos inarticulados que encuentran el silencio intolerable, y pugnan por ser pronunciados queriendo cabalgar sobre pentagramas musicales... Unos, se enroscan en espiral alrededor de las figuras negras por temor a caer en la afonía, otros, se sujetan colgando de las plicas de las corcheas en un temible balanceo y, los sonidos más atrevidos, atraviesan las cabezas ovaladas y huecas de las figuras tanto redondas como blancas, efectuando piruetas volátiles igual que pompas de jabón... Se niegan a perder el ritmo de la composición musical con el fin de hacerse audibles para ser arrojados a un punto donde la literatura y la música vayan unidas de la mano.
¿Y si decidimos abandonar ese hermetismo voluntario, abriendo nuestra consciencia a sonidos externos que nos envuelvan, mientras disfrutamos de la lectura?
Leer y escuchar a un mismo tiempo, puede resultar un proceso complejo, de hecho, son funciones bien distintas que se efectúan en dos zonas diferenciadas del cerebro. Si una interfiere en la otra, generalmente, la lectura se siente desplazada debido a la falta de concentración la cual, es necesaria para una comprensión más factible del texto que leemos. Pese a ello, algunos lectores, aún sin encontrar la simetría entre ambos procedimientos, gustan de escuchar suaves melodías de fondo que permiten una mejor imaginación de las escenas proyectadas en la pantalla de nuestra mente, como pequeños fotogramas de una película... Bandas sonoras que, con el leve y dulce sonido sostenido de un piano, acompañan la lectura de un amable, plácido e íntimo marco romántico, adquiriendo notas de mayor rapidez y volumen cuando se viven momentos dramáticos que nos arrancan el alma y nos oprimen el corazón, mientras retenemos todo el aire en un sólo compás de espera. O, bien, combinándolas con el sonido agudo de un violín, cuyo ímpetu, producido por las penetrantes vibraciones de sus cuerdas, provoca intensas emociones y sentimientos incorpóreos en su estado más puro... Pero, ¿qué es la música sino el medio de expresión más genuino del ser humano?.
Dejad que la fuerza del sonido de las palabras y de la música, una vez acopladas, fluyan por las venas recorriendo cada centímetro de vuestro levitado cuerpo... Miraos, contemplad cómo esa mezcla heterogénea brota por los poros de vuestra piel formando un todo perfecto.
Flotad en la polifonía melódica de las palabras...Habéis viajado hasta llegar al cosmos, vuestro propio cosmos...
Dejaos llevar... Dejaos sentir... Dejaos...
Dejaos.
*Artículo realizado por Crishi
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Comentarios (19)
Bona Caballero
El problema de unir banda sonora y novela está en que difícilmente encajan. Un tema entusiasta puede sonar mientras lees una escena triste; o imagínate un momento divertido en la novela al tiempo que oyes algo fúnebre,... No disfrutas ni de lo uno ni de lo otro.
No, no, en mi opinión, cada cosa mejor por su lado y en su momento.
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ELSA
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Miryam
Yo soy de las que prefieren el silencio porque si la música tiene letra me pongo a cantar y ya no puedo leer.
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Adriana
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kkekka
Personalmente leo con o sin música, me es indiferente (aunque cuando leo la música no puede ser en español, curioso). Eso si para estudiar me decanto por la instrumental.
Te felicito, escribes genial y cada vez nos sorprendes con algo diferente.
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Mimi
Cariños.
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Camelia
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LETRA ESCARLATA
Menudo artículo Crishi y como siempre eres contagiosa y preciosa. Un saludo guapetona.
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Lola Rey
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marite
Yo soy de las que necesita silencio para leer.Es la única manera de meterme en la historia.
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Loreena
La verdad es que tienen razón, yo no soy capaz de concentrarme en la lectura cuando hay mucho ruido. Alguna vez si que he probado a poner música de fondo, muy suave eso sí, para acompañar las escenas de lo que voy leyendo, pero por lo general prefiero el silencio.
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manuela
¿Eres escritora? porque me lo ha parecido
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rociodc
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Elena
Un beso
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sara
Yo cada vez más necesito el silencio para todo, y sobre todo para la lectura cuando es un libro que te atrapa en su musica.
Crishi, escribenos algún libro, seguro que quedaremos fascinadas con tu narración. Bs
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sandrayruth
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anasy
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ANDREA
Excelente artículo Crishi!!!!
Una descripción inmejorable del mundo del lector cuando se encierra en su propio cosmos.
Particularmente cuando leo necesito silencio para escuchar la música de las palabras que forman la historia.
Si de alguna manera no puedo obtenerlo llego a un punto de concentracion en la lectura que me impide oir cualquier sonido que no provenga de la recreación que mi cabeza hace del relato.
Muy bueno. Besos Crishi!!
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Maesfe70
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