• Fecha: Miércoles, 26 Noviembre 2014

jewelsAMORES REALES: Carlos I e Isabel de Portugal

Casi siempre leemos sobre amores de ficción. Y aunque el amor es de lo más democrático que existe, no sé por qué (o sí, y quizá podríamos charlar sobre ello algún día) solemos tener debilidad por las historias que atañen a nobles, reyes o princesas. El romance entre Carlos e Isabel encaja en las dos acepciones de la palabra, sus protagonistas pertenecieron a la realeza y su historia de amor fue real.

Carlos I de España y V de Alemania nació en Gante el año 1500. Su padre era Felipe el hermoso y su madre, Juana la loca. De sus abuelos paternos recibió Flandes, Austria y el título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; y de los maternos, Castilla, Navarra, Aragón, las Indias, Nápoles y Sicilia.

Se crio en Francia, alejado de sus padres y de las costumbres de Castilla. Aunque su abuelo se encargó de enviarle un preceptor español, a su llegada a la corte en 1515 aún no dominaba el castellano. En 1516 y casi a regañadientes, Fernando el católico lo designa Gobernador de Castilla en representación de su madre Juana (reina pero inhabilitada y encerrada en el castillo de Tordesillas por orden de su propio padre y más tarde de su hijo). Pocos meses después Fernando muere y Carlos hereda también el reino de Aragón. Durante estos años de juventud se le conocieron al joven emperador numerosos amoríos de los que nacieron al menos cuatro hijas naturales y reconocidas. La primera con la reciente viuda de su abuelo Fernando, Germana de Foix, la joven doncella con la que el rey había contraído nupcias en un intento tardío e inútil por evitar que Carlos le heredase. Lo que se dice todo un desquite del nieto hacia su abuelo.

Una vida licenciosa y en la que no faltaban los excesos (lo normal, vaya), pero la actitud de Carlos cambió radicalmente cuando conoció a Isabel de Portugal.

Conforme a lo habitual en la época, la política de alianzas determinaba los enlaces. En principio el matrimonio de Carlos estaba previsto con María Tudor, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, pero María tenía solo 6 años y la necesidad de asegurar la sucesión era demasiado importante, imposible esperar tanto. Isabel de Portugal era la mejor alternativa, su dote era muy generosa y la unión reforzaba los lazos entre los reinos peninsulares. Como Isabel y Carlos eran primos carnales (sus madres eran hermanas) fue necesario pedir dispensa al Papa. Este la concedió y la boda se realizó por poderes. Isabel tenía veintitrés años y Carlos veintiséis.

Una vez arreglados los papeles, Isabel viaja a Sevilla. Ocho días después llega el rey. La ciudad lo recibe engalanada. Carlos tiene un breve encuentro con Isabel (hasta ese momento no se conocían) y decide que ese mismo día se realice la ceremonia. A las doce de la noche se celebra la misa y a continuación y sin más tardanza se consuma el enlace.

«En su cámara, se acostó la emperatriz, e desque fue acostada, pasó el emperador a consumar el matrimonio como católico príncipe»

Cuentan que Carlos cayó fulminantemente enamorado de Isabel y que el sentimiento era correspondido por ella. Sevilla les resulta demasiado cálida para su ya ardiente amor y los reyes se trasladan a la Alhambra de Granada. Las crónicas dicen que la emperatriz dormía cada noche en los brazos de su marido y que en ocasiones no salían de sus aposentos hasta que ya era de buena mañana. Al poco tiempo Isabel quedó encinta de su primer hijo, Felipe II.

Llegaron a concebir cinco hijos más, aunque solo tres sobrevivieron y fue el nacimiento prematuro del sexto lo que llevó a Isabel a una muerte temprana cuando tenía treinta y seis años. Dicen que hasta ese fatal desenlace su convivencia fue dichosa a pesar de sus responsabilidades y de los numerosos conflictos por lo que atravesó su reinado. Carlos fue el último rey castellano que estuvo presente en un campo de batalla y estuvo en muchos. Buena parte de los trece años que duró su matrimonio tuvo que pasarlos lejos de su esposa. En su ausencia Isabel actuó como gobernadora y regente. Fue una buena reina, una mujer que reunía todas las virtudes que se valoraban en la época, hermosa, culta, prudente, responsable y sufrida, con un alto sentido de la obligación y el deber. Dicen que Carlos la adoraba y también que no era el único. Es conocida la historia del caballero Francisco de Borja, que acompañó el cuerpo de Isabel hasta su última morada.

Cuando se le pidió confirmación de que el ataúd que entregaba era el de Isabel, Francisco, muy afectado, afirmó que no podía jurar que aquella fuese la emperatriz, pero que sí juraba que aquel era su cuerpo y declaró:

«Jamás volveré a servir a amo que se pueda morir»

La devoción respetuosa de Francisco de Borja se encauzó en vocación religiosa. También Carlos ingresó por un tiempo en el monasterio de Santa María de la Sisla en Toledo, y sus allegados aseguraban que si no se hubiese debido antes que nada a sus obligaciones habría tomado la vida monacal. De hecho no volvió a contraer matrimonio, algo más que raro para un monarca de su tiempo, pensemos si no en Enrique VIII y sus ocho mujeres. Y cuando abdicó en su hijo Felipe en el año 1556, ya cansado, enfermo y triste, se retiró al monasterio de Yuste en Cáceres.

En Yuste se puede visitar el antiguo palacio de Carlos I. El edificio está restaurado y las estancias se encuentran decoradas conforme a lo que describían los escritos de la época. En el dormitorio, sobrio y sencillo, se encuentra la reproducción de un cuadro cuyo original se perdió, pero una copia realizada por Rubens aún puede admirarse en el Museo del Prado. Carlos se lo encargó a Tiziano, el pintor que mejor le retrató. Ya años antes, le había pedido que realizase un retrato de Isabel. Para entonces la reina ya había fallecido y las únicas imágenes que se conservaban no hacían justicia a su belleza. Tiziano, dando muestra de su maestría, realizó uno que consiguió captar el alma y la discreción de Isabel tal y como Carlos la describía. En esta otra ocasión, le hizo también un pedido muy especial, debía retratarlos a los dos. Pero igual que los años habían pasado para Carlos, también en el retrato debían haber transcurrido para Isabel, como si hubiesen vivido y envejecido juntos. Tiziano obedeció y esa fue la imagen que durante su retiro en Yuste vio el emperador cada mañana al despertar.

Porque dicen que no dejó de amarla hasta el final.

*Artículo realizado por la autora Marisa Sicilia

Fotografía que acompala al artículo: Retrato de Carlos I e Isabel de Portugal del Palacio de Dueñas (Sevilla)

 

 

Comentarios (34)

  • Jorge Casasaltas

    10 Junio 2015 a las 10:14 |
    Yo y la historia somos bastante incompatibles. Aún así no quiere decir que pueda llegar a leer novela histórica, pero no me agrada tanto como otros géneros. Realmente, en aquella época, este tipo de relaciones no eran muy habituales. Se casaban más por propósitos que por amor y encuentro que la historia impacta. Gracias por el artículo y dejarnos conocer un poco más de esta historia.

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  • romantica -86

    05 Junio 2015 a las 22:53 |
    Una historia preciosa. Me ha gustado mucho. El artículo está muy bien documentado. Me parece muy romántico que haya encargado los cuadros de su esposa y en especial el de ellos dos, con la emperatriz envejecida para poder observarla como si siguiese a su lado. Qué Bonito! A veces existen historias reales romanticas que superan la ficción, sorprendentes y que debemos conocer. No sabía nada de esta historia y me ha picado la curiosidad, me gustaría conocer más cosas.

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  • Judy Macmar

    26 Mayo 2015 a las 23:34 |
    ¡Uau...! Me he emocionado con este artículo. Se me ha puesto la carne de gallina cuando he leído lo del encargo del retrato de ambos ya envejecidos. Uff... Para que luego digan que esa clase de amor solo existe en los cuentos. Me fascina que incluso en esos tiempos existieran hombres que, llevando un pasado libidinoso a cuestas, fuesen capaces de cambiarlo todo por la mujer que aman ?
    ¡Qué historia más hermosa!

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  • Jeanne Marie

    20 Mayo 2015 a las 20:27 |
    Realmente una historia de amor preciosa. Una pena que ella falleciera tan joven y un detalle la petición de él de ese cuadro para verla siempre, como si hubieran envejecido juntos.

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  • Loreena

    17 Mayo 2015 a las 20:56 |
    Me ha gustado mucho el artículo. Y me ha llamado mucho la atención que el emperador Carlos I hubiese estado tan enamorado de su mujer, un dato que no sabía, ya que lo normal era que los reyes se casaran todos por conveniencia. Y también me ha gustado mucho la historia del cuadro.
    Muchas gracias por el artículo.

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  • María Arca

    14 Mayo 2015 a las 17:54 |
    Sorprendente historia para aquella época.
    Gracias por la información

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  • Lena25

    03 Mayo 2015 a las 18:42 |
    Me ha gustado mucho la historia, no sabía nada de ellos y la verdad es que es bonito leer una historia de amor real después de leer tantas historias ficticias. Gracias por publicar la historia

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  • verito

    25 Marzo 2015 a las 23:14 |
    Me ha gustado mucho, es un artículo muy completo, sabía algo de esta historia pero no los detalles románticos.

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  • Alejandra

    23 Marzo 2015 a las 11:06 |
    Muy buen artículo, muchas veces no hay que buscar en la ficción para encontrar amores tan grandes. Me encantan las historias basadas en hechos reales y más si hay historia de amor por medio.

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  • Roxana

    14 Marzo 2015 a las 13:50 |
    Por tópico que parezca, la realidad sí que supera muchas veces a la ficción. Un artículo muy interesante. La historia de España está llena de amores dignos de libros y películas, y el emperador Carlos es todo un personaje.

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  • cristina c.

    11 Marzo 2015 a las 10:25 |
    Como me ha gustado este articulo. Soy una loca de la historia y sabia de esta historia de amor, pero me encanta como ha escrito el articulo Marisa.
    Muchas gracias.

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  • María del Carmen Fernández Pérez

    07 Marzo 2015 a las 18:01 |
    No sabia nada de esta historia. Un artículo precioso y gracias por compartirlo. Bien podría ser el argumento de una novela romántica. No soy aficionada a la historia y desconocía la historia de Isabel y Carlos. Ahora quiero saber más, buscare más cosillas sobre ellos. Gracias

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  • Maeve Scotland

    07 Marzo 2015 a las 11:41 |
    La historia y yo siempre nos hemos llevado muy bien, soy de ese tipo de personajes que si hay un documental de historia, se sienta y no se levanta hasta que termina, de esas que lee todo lo que cae en sus manos, y he de reconocer que, para mi gusto, la historia del cuadro es una de las más bellas que he conocido. Gracias por el artículo.

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  • Mar

    06 Marzo 2015 a las 13:36 |
    De Carlos I de España y V de Alemania sólo conocía su vida como rey y no me resultaba nada fascinante, porque sólo eran datos breves y fríos (fechas, vida pública, reinado, contexto de su reinado, etc. Sin embargo conocer su vida amorosa y sobretodo el gran amor que sentía por su mujer Isabel de Portugal, lo hace más humano y hace que me resulte fascinante como los personajes masculinos de la novela romántica histórica o actual.
    La historia de la devoción de Francisco de Borja y de los cuadros son muy bonitas y emotivas, sobretodo la del segundo retrato y la de cuando Francisco de Borja lleva el feretro de la emperatriz.

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  • Idaira

    04 Marzo 2015 a las 23:45 |
    Preciosa historia de amor. Siempre he pensado que en esa época la gente se casaba con conveniencia y no por amor, pero historias como estas nos llevan a querer investigar más sobre la historia.
    Gracias por el artículo

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  • Cintia

    04 Marzo 2015 a las 09:56 |
    Un amor de leyenda....
    Aunque en el instituto se estudia la historia no me habían comentado esta hermosa y tragica historia. Un hombre lividinoso que cambia radicalmente al conocer a su media naranja; es que suena como una de las muchas novelas románticas que leo.

    Gracias por este artículo, me ha gustado muchísimo.

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  • Rosa Ramos

    03 Marzo 2015 a las 18:23 |
    ¡Que buen artículo! La verdad es que había visto el cuadro pero nunca me había preguntado que historia había detrás de él, ya que pensaba que, como casi todas las historias reales, eran matrimonios concertados sin amor ni romanticismo.
    Sin embargo, me sorprende mucho esta historia de amor y el hecho de que éste pueda cambiar a una persona, como le pasó a Carlos. Ya podían haber aprendido otros reyes de él, jejeje.

    Gracias Marisa por subirlo.

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  • Dougless

    04 Enero 2015 a las 20:09 |
    ¡Qué bonito el amor! Me gusta esta pinceladas reales y tangantes de que el amor dura para siempre, tanto leer estoy deseando verlo y aunque me gusta la historia y he leído mucho esta en concreto no lo conocía, sí que se habían casado pero lo de los cuadros y su retiro a Yuste no,
    Gracias por el artículo, ha quedado precioso.

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  • Katon

    03 Diciembre 2014 a las 20:25 |
    Qué mejor muestra de amor que ese retrato encargado años después de la muerte de Isabel. No todo eran engaños, infidelidades y complots (aunque mucho había, sí).
    Gracias por esta breve clase de historia, ha sido estupendo recordar a esta pareja de reyes.

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  • Jane

    02 Diciembre 2014 a las 00:20 |
    Me ha encantado. Me parece verdaderamente bonito las historias de amor de personajes reales. Gracias por este artículo, no conocía esta historia. Felicidades.

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  • crishi

    01 Diciembre 2014 a las 19:46 |
    Me encanta la Historia y vista desde esta perspectiva se hace más atractiva aún.
    Tomo nota del libro al que hace referencia Lola. :)
    Estupendo artículo. Gracias por compartirlo.

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  • Marisa Sicilia

    01 Diciembre 2014 a las 19:37 |
    ¡Muchas gracias, chicas! Me alegra mucho que os haga gustado. La verdad es que la historia del cuadro me la contaron cuando estuve de visita en Yuste y me pareció tan bonita que me apetecía escribir algo sobre ella. Ya de paso comentar también que he oído, que ahora que acaba Isabel, TVE1 va a continuar la serie con Carlos. Así que seguro que podremos saber mucho más de su historia de amor :)

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    • Rocío C. Pérez

      03 Diciembre 2014 a las 22:54 |
      Gracias Marisa Sicilia por compartir esta bella historia, deconocida para mí. Y qué excelente el dato que nos das de que la TVE1 va a emitir la serie con estos personajes.

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  • Elizabeth Urian

    01 Diciembre 2014 a las 14:15 |
    Qué bonito es hacer memoria, sobre todo cuando en esta corta, pero intensa clase de historia, se centra todo en el amor de una pareja real.
    La recuerdo de cuando estudiaba. Quizás mi profesor tenía una vena romántica, porque sí tengo memoria de oirle hablar de que su amor había perdurado en los anales de historia.
    No obstante, siempre es bueno recordar y ampliar.
    Gracias, Marisa, por recordarnos que incluso reinas y reyes podían sucumbir a esa cosa tan maravillosa que las lectoras de romántica adoramos: el amor.

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  • Andycon

    01 Diciembre 2014 a las 13:16 |
    (Continúo con el comentario, no se que toqué y se publicó antes de terminar)

    historia que has investigado y compartido con nosotras. Gracias!!!!!!!!!!

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  • Andycon

    01 Diciembre 2014 a las 13:14 |
    Que buen artículo Marisa. Me encanta el tinte novelezco que le has aplicado a la bella

    responder

  • Andycon

    01 Diciembre 2014 a las 13:14 |
    Que buen artículo Marisa. Me encanta el tinte novelezco que le has aplicado a la bella

    responder

  • Malory

    29 Noviembre 2014 a las 20:06 |
    Una historia preciosa y que desconocía. Gracias Marisa, por compartirla con nosotras, te ha quedado un artículo estupendo.
    :)

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  • merce

    29 Noviembre 2014 a las 18:26 |
    Yo tampoco conocía el intenso amor que se tenían, sabía de su matrimonio, pero no de su amor.

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  • Dream

    29 Noviembre 2014 a las 16:36 |
    Una maravilla de artículo, precioso. Gracias :)

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  • ELSA

    29 Noviembre 2014 a las 12:35 |
    Excelente artículo, sabía que se habían casado pero no que llegaron a enamorarse, no siempre los reyes pasan de sus esposas y se dedican a sus amantes.

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  • Silvia77

    29 Noviembre 2014 a las 00:28 |
    Teniendo en cuenta que en los matrimonios de los reyes no se tenía en cuenta para nada el amor (luego pasaba lo que pasaba) esta pareja tuvo la inmensa suerte de enamorarse. No conocía la historia, gracias por contarla Marisa.

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  • Bona Caballero

    28 Noviembre 2014 a las 22:21 |
    Me gusta la historia, así que agradezco este tipo de artículos.

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  • Patriki

    27 Noviembre 2014 a las 15:32 |
    Me encanta el artículo, fascinante. Me encantan estos detalles de la historia. Y aunque sabía que ellos dos se amaban, no conocía la historia del cuadro, me ha parecido tan emotiva y triste. Gracias por el maravilloso articulo y muy buen trabjo.

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