• Fecha: Domingo, 14 Octubre 2012

vintage-1892037 640Todas hemos leído, en una u otra novela, cómo los personajes se sentaban a la mesa del desayuno o quedaban para tomarlo juntos. Durante el siglo XIX en el Reino Unido, el desayuno se convirtió en una valiosa costumbre. La primera comida del día tenía una gran importancia, y se buscaba que fuera abundante y muy variada.

Las comidas que se hacían durante este periodo eran básicamente dos: el desayuno y la cena. Después de levantarse, el desayuno a menudo se retrasaba varias horas. Los que trabajaban para ganarse la vida solían tomarlo alrededor de las 8 de la mañana, pero las familias pudientes no lo hacían hasta casi las 10. Se levantaban, se vestían y salían a pasear, iban de tiendas, leían libros o escribían cartas, y pasadas dos o tres horas era cuando entonces tomaban su desayuno.

El desayuno llegó a tener más de nueve platillos, fundamentalmente para evitar que la gente llegara hambrienta a la cena. Esto, junto con que se dispensara con todas la normas de etiqueta oportunas y se tomara con calma, hacía que la primera comida del día se alargara incluso, durante horas. 

La diferencia entre los hogares y los estatus sociales de la época también se notaba en el desayuno. Quizá en las casas más pobres no tenían tanta variedad de platos, ni les servían, pero al igual que sucedía con la nobleza y la clase media, era muy abundante.

Fue a comienzos del siglo XX, cuando en las casas de la nobleza se comenzó a prescindir de la servidumbre durante el desayuno. Así pues, los platillos se dejaban en bandejas al alcance de los comensales y se instalaban elementos que mantenían la comida caliente. Esta nueva moda no era del gusto de todo el mundo. Muchas personas se quejaban por tener que levantarse a servirse la comida.

Las diferencias en el desayuno también dependían del lugar en el que se tomara. Ya que en esta época no se contaba con muchos elementos para conservar la comida, en la ciudad era difícil acceder a productos frescos y la carne podía llegar a ser un lujo. Los productos lácteos y los huevos había que traerlos desde el campo y se vendían en los pequeños comercios. Por el contrario, sí que se podía disfrutar de delicias como panecillos, panes tostados, jamones, carne y pescados en conserva, mermeladas y tés. En las casas de campo se desayunaba mejor, pues se podía disponer de aves, pescados, carne y huevos frescos, así como de frutas frescas y leche.

Antes de finales del siglo XVIII los ricos comían en platos de plata o estaño, posteriormente lo hicieron en platos y fuentes de porcelana. Los pobres utilizaban placas y cuencos de madera. La mayoría de los utensilios de cocina eran de cobre o de madera pues la porcelana era demasiado costosa para ese uso. Los cubiertos de metal eran de uso general para todos.

A finales del siglo XVIII las vajillas y juegos de té de porcelana china solo se encontraba, normalmente, en los hogares ricos y aún así, esta se reservaba para las fuentes de servir o cuando había invitados.

Debido a las horas que pasaban entre el desayuno y la cena comenzó a surgir otra comida. A las mujeres les costaba soportar sin comer de ocho a diez horas entre el desayuno y la cena, y empezaron a reunirse para hacer un almuerzo que consistía en tomar algunos bocadillos pastas y pasteles a la hora del té. Los hombres esto lo consideraban demasiado femenino y aunque tomaban un poco de comida en su club, se cuidaban mucho de llamarlo almuerzo. Más tarde, esta nueva comida se aceptó e impuso de manera habitual y ha llegado hasta nuestros días.

*Artículo realizado por Noabel

 

 

Comentarios (34)

  • Alejandra

    26 Octubre 2014 a las 12:49 |
    Probecitas estas damas que no podian comer más pastelillos de la cuenta, comprendo que andasen medio desmayadas y fuesen tan delicadas solo aguantando con té. Muy interesante el artículo.

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  • rosa maria

    07 Octubre 2014 a las 21:16 |
    Que interesante me gustan estos artículos,luego cuando leo un libro de época comprendo mucho mejor sus costumbres,gracias.

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  • yosoy

    27 Junio 2014 a las 13:35 |
    Muy interesante el artículo, no sabía que se tardase tanto en desayunar aunque es verdad que la clase alta no tenía mucho trabajo que hacer, pero me parece exagerado estar a base de té hasta la cena. Que hambre!

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  • Lady Petunia

    18 Mayo 2014 a las 12:42 |
    Buenas!!
    Un articulo la mar de interesante Noabel. Siempre se aprenden cosas. No me sorprende que fueran dadas a las visitas en la alta sociedad y que siempre ofrecieran un refrigerio y café, lo demandaba la etiqueta pero también sus estómagos jejeje.
    Como a otras, me sorprende bastante que pasearan o hicieran labores antes del desayuno, por mi copiosa que fuera la cena, pero todo son costumbres.
    Muy chulo el articulo

    Saludos!

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  • Carmela

    16 Febrero 2014 a las 20:41 |
    Hola, llevo un rato leyendo todos los artículos de la sección de "Sabías que ..." y ha sido una interesantísima experiencia. He aprendido muchas cosas que llevaba tiempo queriendo saber, así que muchas gracias al equipo de RNR.
    Me gustaría hacer un apunte, ya que alguna chica lo ha comentado; si los nobles podían aguantar desde que se levantaban hasta el desayuno, es porque, sobre todo las damas, al mismo despertarse (incluso aún estando en la cama) solían tomar una taza de té con alguna tostada o mayormente una taza de chocolate caliente. Saludos!

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  • Zulema Pontes Vidal

    13 Abril 2013 a las 16:44 |
    Realmente un artículo muy interesante¡¡¡
    Lo reconozco,para mi el desayuno es mi mejor momento del día,un zumo con mi café y una tostada con aceite de oliva virgen extra es lo que me da la vida para afrontar el resto de la mañana¡¡¡Para mi es todas las mañana así,jamás me lo salto,y después puedo tomar más cafés,pero como el 1º del día ninguno¡¡¡jejej
    Es cierto que antes era todo un ritual,sobre todo porque como no existía la palabra almuerzo era prácticamente eso,por eso su multitud de platillos.
    Pero hoy por hoy lo que tenemos es mil veces mejor¡¡¡¡

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  • Arianne

    05 Abril 2013 a las 13:37 |
    No conocía yo que el almuerzo hubiese tardado en aparecer tanto. Me imagino aguantando 8 o más horas entre comidas y siento que me desmayo.

    No puedo entender que se levantaran, salieran a pasear y horas después, comieran algo. ¿No les sonaban las tripas?. Yo tendría un concierto de gruñidos estomacales si hiciera algo como eso.

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  • Carmen Zapico

    03 Abril 2013 a las 00:33 |
    Me encanta esta seccion, siempre se aprenden cosas nuevas e interesantes. Hay que ver como ha cambiado la forma de alimentarse en todos estos años.

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  • Maesfe70

    31 Octubre 2012 a las 15:00 |
    ¡Me encanta el artículo, Noabel! Gracias por la información.

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  • kalina

    24 Octubre 2012 a las 00:23 |
    Un artículo muy interesante, como siempre se aprenden muchas cosas en esta sección. No me extraña que el té fuera tan importante, llegaban desmayadas, porque cuando el estómago dice basta, tienes que parar, por muchos platillos que quedaran por degustar. siempre me he preguntado porque en las novelas históricas nunca se reunían a la hora de la comida o almuerzo. Como se iban a reunir si esa comida no existía, por lo que me resulta más increíble que con un poco de té algunas protagonistas despacharan el desayuno y se quedaran tan frescas.
    Gracias por el artículo Noabel.

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  • ELSA

    18 Octubre 2012 a las 19:49 |
    Muy buen artículo, así se explica esos desayunos tan abundantes que leemos en nuestras novelas

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  • luciago

    18 Octubre 2012 a las 13:39 |
    ¡Qué interesante Noabel! Me encanta esta sección, no tenía ni idea de esto.
    Gracias.

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  • LETRA ESCARLATA

    18 Octubre 2012 a las 11:48 |
    De nuevo el papel de la mujer es importante en el descubrimiento del almuerzo, aunque a los caballeros de entonces le pareciera muy femenino. Gracias Noabel por este artículo tan bueno, es impresionante los platos que comían en la mañana y lo importante que era.

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  • Malory

    17 Octubre 2012 a las 21:53 |
    Que interesante, gracias Noable por la maravillosa información, yo voy tomando nota ;)

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  • rosita

    17 Octubre 2012 a las 21:44 |
    Muy interesante, la verdad es qque lo desconocía.

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  • Lucia

    17 Octubre 2012 a las 16:50 |
    Como siempre aprendiendo cosas a esta altura de la vida. Gracias a Noable y a RNR por esta sección que me encanta, ya decía yo que tanto plato tenía que tener una explicación, no me extraña porque yo sino desayuno según me levanto no doy pie con bola.

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  • rociodc

    16 Octubre 2012 a las 18:15 |
    Que articula mas bonito, gracias Noabel muy interesante.

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  • kkekka

    16 Octubre 2012 a las 11:08 |
    Otro interesante artículo Noabel. Lo del desayuno tiene tela. Todo lo que cuentas me recuerda a nuestras nivelas y a las series de la BBC con todas esas mesas espléndidas llenas de platos con comida (que me da que al final siempre sobraba la mitad). Me resulta gracioso porque en las novelas en las series nuestras heroinas en su fervor romántico acababan tomando solo te y un bollo.

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  • anasy

    16 Octubre 2012 a las 05:13 |
    Me encanta esta sección, siempre lo digo. Me ha gustado el tema, muy interesante, el desayuno es una de las escenas que más se repiten en las novelas históricas y sus abundantes platos siempre me llamaron la atención. Muchas gracias.

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  • Judith

    16 Octubre 2012 a las 00:44 |
    Noabel, jugar contigo al trivial pursuit tiene que ser desesperante, jejeje. Una vez más, un artículo ineresantísimo. Me lo anoto todo, que luego pasa lo que pasa, jiji.
    Me encantaría meterme entre pecho y espalda un desayuno de esos, con invitados y todo. Lo únido es que a mí la mañanas se me dan bastante mal.
    Oscar Wilde dijo que solo la gente poco interesante es brillante en el desayuno. Lo suscribo.
    Gracias por la información, eres una fuente inagotable de sabiduría. Cuídate guapa.

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  • Elena

    15 Octubre 2012 a las 21:37 |
    Interesante, me encanta esta sección, se aprende muchos datos que cuando lees no te fijas, o lo pasas muy por encima.

    Gracias

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  • Katon

    15 Octubre 2012 a las 20:24 |
    Lo que aprendo con esta sección. ¡Es interesantísimo! Yo también desconocía que no hacían almuerzo entre el desayuno (más tardío o menos) y la cena. Normal que las mujeres estuvieran desesperadas a la hora del té.
    Como ha dicho lolailo, estos artículos son un filón para documentarse.
    ¡¡¡Gracias a Noabel y a RNR!!!

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  • charohq

    15 Octubre 2012 a las 19:42 |
    Muy interesante el articulo, nunca habia escuchado ni leido nada sobre eso y es interesante como las antiguas costumbres siguen influyendo en nuestros dias. Siempre me sorprendo con este tipo de articulos, mis felicitaciones.

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  • sara

    15 Octubre 2012 a las 18:21 |
    Muy buen articulo si señor. Menos en la cantidad de platos que habia en siglos pasados para el desayuno coincido en que es la comida más importante del dia para mi, y tampoco podria pasar horas desde que me levanto para incarle el diente a unas buenas tostadas con jalea, jamon ó lo que toque y el zumo, cafe, y frutas; el resto del dia opino que con poca cantidad en las comidas es suficiente .

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  • LadyZarek

    14 Octubre 2012 a las 22:23 |
    Realmente interesante. Yo ya sabía que hacían desayuno y cena más fuerte y una comidilla ligera pero no sabía que antes no había esa comida del mediodía. Supongo que esa estupenda costumbre se ha perdido porque ahora tenemos que desayunar en 10 minutos para ir a trabajar; yo sólo la mantengo cuando voy de vacaciones a hoteles, que me pego un desayuno de órdago a la grande. Gracias Noabel y RNR por los retoques ;-)

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  • crishi

    14 Octubre 2012 a las 19:04 |
    Un articulo muy completo. Desconocía que no hubiese almuerzo.
    Enhorabuena por el artículo.

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  • Mary Jo

    14 Octubre 2012 a las 15:31 |
    Interesante el articulo Noabel, me encanta esta sección por todo lo que aprendo. Reconozco que en ocaciones leyendo una novela, me preguntaba porque hablaban del desayuno con bandejas y tantisimos platos, incluidos los dichosos riñones, y nunca se mencionaba el almuerzo como punto de reunión. Incluso las damas iban de compras, y al volver dormian la siesta, antes de vestirse para ir al baile. Ahora me cuadra todo, incluso la cantidad de platos que también se servian con el té. Y ahora entiendo también lo del desayuno ingles, con huevos,bacon, arenques etc.
    Enhorabuena por el articulo, impresionante como siempre.

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  • Savannah990

    14 Octubre 2012 a las 14:37 |
    gracias por el articulo!

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  • Elinor

    14 Octubre 2012 a las 14:12 |
    Me encanta esta información para documentarme! Qué vagos que eran! Ni que tuvieran que recorrer 15 km para coger el desayuno!

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  • Noabel

    14 Octubre 2012 a las 14:05 |
    Gracias por lo que me toca, pero también hay que agradecerle al equipo de RNR los datos añadidos y su cuidada edición.

    Gracias equipo por enriquecer el artículo. Ha quedado muy interesante.

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  • Lola Rey

    14 Octubre 2012 a las 13:44 |
    Qué de cosas estoy aprendiendo en esta nueva sección y lo mucho que me va a servir para documentarme. Me ha sorprendido hasta donde llegaba la apatía de los aristócratas, molestos porque tenían que levantarse para servirse, jeje, si es que.....

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  • manuela

    14 Octubre 2012 a las 13:28 |
    Muy interesante Noabel. Me encanta leer estos articulos porque gracias a ellos cada vez sabemos un poco más

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  • Camila

    14 Octubre 2012 a las 02:45 |
    Muy interesante el artículo, pero creo que si yo tuviera que esperar 1 o 2 horas para desayunar, cuando me sentara a la mesa parecería dragón jajaja, si no desayuno en cuanto me levanto no soy yo jajjaja

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  • marisa

    14 Octubre 2012 a las 02:38 |
    Precioso artículo Noabel. Muy bien documentado e interesantisimo como siempre.

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