Hola, soy Beatriz Manrique, autora de la serie Alfonsinos. Una serie ambientada en España a finales del siglo XIX, más concretamente durante la Restauración Borbónica en la figura del que sería Alfonso XII. ¿Conocéis esta parte de la historia de España? Este fue un periodo especialmente convulso en el país, no solo debido a la "Tercera Guerra Carlista"; desarrollada entre 1872 y 1876 entre los partidarios de Carlos, duque de Madrid y pretendiente carlista con el nombre de Carlos VII, con las diferentes formas de Gobierno que se sucedieron, sino también por la inestabilidad política del país. El sistema político español entre el siglo XIX y XX se encontró enmarcado por una constante crisis en la que las distintas formas de Gobierno incidieron en gran medida al deterioro del país a ojos del sistema internacional.
Para llegar a la Restauración Borbónica hay que tratar de entender sus antecedentes. Durante la Revolución de 1868, conocida como “La Gloriosa”, España entra en una etapa de “experimentación política”; pasando por un proceso revolucionario, un Gobierno provisional, la Regencia del general Serrano (1869-1870), la monarquía de Amadeo I de Saboya (1870-1873), la I República (1873-1874) al renunciar Amadeo al trono en 1873 y finalmente por un Golpe de Estado; el del general Pavía que aupó una dictadura, curiosamente la del que había sido regente. Demasiadas inestabilidades acontecieron a lo largo de unos pocos años. Mientras tanto Cánovas del Castillo buscaba apoyo para la causa Alfonsina y preparaba el regreso de los Borbones.
Cuando Isabel II fue desterrada de España en el año 1868, todos los esfuerzos de la reina y de Antonio Cánovas del Castillo se emplearon en convencer a las demás naciones europeas de que el futuro de la nación estaba en las manos de su hijo, Alfonso. La abdicación de Isabel II en su figura se produjo el 25 de junio de 1870 para allanar el camino en España.
El príncipe fue educado desde pequeño en las mejores cortes internacionales transcurriendo gran parte de su educación en Viena junto al futuro emperador. Igualmente son conocidas sus estancias en Gran Bretaña donde recibió la mejor instrucción militar en la Academia Militar de Sandhurt.
En un primer momento, Cánovas del Castillo planeó que la Restauración Borbónica se realizara bajo la petición del Gobierno de la República Española cuando este estuviera agonizando. Sin embargo, el azar y la impaciencia de un cierto grupo de militares conllevaron a que el general Arsenio Martínez Campos liderara un pronunciamiento militar el 29 de diciembre de 1874, acabando en ese momento con la I República Española.
Antes de dicho pronunciamiento hay que detenerse en esta fecha: el 1 de diciembre de 1874.
El 1 de diciembre de 1874, Alfonso publicó, bajo la asesoría de Antonio Cánovas del Castillo, un manifiesto en el que anunciaba que, en caso de ser reconocido como rey de España, implantaría un régimen monárquico parlamentario, conservador, católico, pero a la vez liberal, como respuesta a las felicitaciones que recibió por su aniversario. El 27 de diciembre la prensa española publicaba el Manifiesto de Sandhurst, y el 29 de diciembre, Arsenio Martínez Campos lideraba el levantamiento militar en Sagunto a favor de la monarquía. En aquel momento el jefe del Estado era el general Serrano y Sagasta el Jefe del Gobierno.
Dicho pronunciamiento no hizo más que precipitar los acontecimientos. El general Martínez Campos se reunió en Sagunto con el general de brigada Luis Dabán, quien había partido de Segorbe el 28 de diciembre con tropas escogidas. Se les unió el general Jovellar, jefe del ejército del centro. El Gobierno, superado por los acontecimientos, apenas respondió y el intento de Serrano de oponerse a los sublevados no cuajó en el seno del ejército. En la tarde del 30 de diciembre el general Primo de Rivera indicó al Gobierno que se adhería al pronunciamiento. El general Serrano tomó entonces el camino del exilio.
El 31 de diciembre quedaba constituido el Ministerio-Regencia: Presidencia, Cánovas del Castillo; Estado, Castro; Guerra, general Jovellar; Marina, marqués de Molins; Hacienda, Salaverría; Fomento, marqués de Orovio; Justicia, Cárdenas; Gobernación, Romero Robledo y Ultramar, López de Ayala.
En La Gaceta de Madrid del mismo 31 de diciembre de 1874 podía leerse: Habiendo sido proclamado por la Nación y por el Ejército, el Rey D. Alfonso de Borbón y Borbón, ha llegado el momento de hacer uso de los poderes que me fueron conferidos por Real decreto de 22 de agosto de 1873. El texto era de Antonio Cánovas del Castillo.
Alfonso de Borbón se trasladó a España a la mayor brevedad, llegó a Barcelona y el 14 de enero de 1875 entraba en Madrid, donde fue proclamado rey en las Cortes bajo la acogida de un pueblo que esperaba que su reinado trajera consigo la ansiada estabilidad al país.
Fue a partir de ser nombrado monarca, cuando Alfonso XII estableció el sistema político que llevaría la nación a partir de dicho momento. Este fue el conocido como “sistema canovista”, el cual establecía una alternancia de poder entre el partido liberal y el conservador, evitando de esa manera las disputas por el control del Gobierno.
El problema fue que, a la larga, dicho sistema fue en detrimento de España pues solo sirvió para crear más corrupción en el país, además de ser al fin y al cabo una farsa alternancia del poder, en el cual el caciquismo tenía mucho que ver.
Y es durante este periodo donde se desarrollarán las tramas de las novelas que componen la serie; la etapa anterior y posterior de la subida al trono del joven Alfonso. Toda la información que manejé sobre los movimientos políticos de los alfonsinos durante los años previos a la proclamación del príncipe Alfonso como rey de España, fue extraída de las Memorias del conde de Benalúa, quien relató en primera persona las vicisitudes acaecidas en el entorno del príncipe hasta que llegó a ser rey, aportando un sinfín de detalles sociales, culturales e históricos de dicha época, así como sus vivencias, pensamientos y reflexiones.
El testimonio del conde de Benalúa, huérfano de padres a la edad de diez años, me resultó de extraordinaria relevancia, ya que su tutor y padrino, José Osorio y Silva, duque de Sesto, fue el principal instigador junto al político Antonio Cánovas del Castillo, de la Restauración Borbónica en la figura del príncipe Alfonso.
Durante la lectura de las tres primeras novelas que hasta ahora componen la serie Alfonsinos; “Hasta que llegaste a mi vida”, “Un sombrero en el corazón” y “Todo por ti” no solo descubriréis la historia de los protagonistas, sino también hechos históricos que sucedieron en realidad (salvando aquellos que adapté a conveniencia de la novelas y, cuya explicación, detallo al final de cada una de ellas), aspectos sociales de la época, la aparición y/o mención de personajes reales, así como también de lugares y edificios que existieron en dicha época.
Quisiera agregar que la serie Navajos estará directamente relacionada con la serie Alfonsinos. Os preguntaréis porqué, pero el motivo es evidente una vez se han leído las novelas ;) Espero que si os animáis a descubrir a mis agentes alfonsinos disfrutéis conociendo la historia de cada uno de ellos; Alonso, Martín, James y en un futuro la de Carlos, Levi y Alejandro ;)
¡Feliz lectura!
Artículo realizado por Beatriz Manrique.
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