...y entonces, llegó el momento para Tunkashila de crear a la mujer. Entonces no había Luna. Todavía era el periodo de la Sagrada Novedad. El Sol, de nuevo, llamó a todos los planetas para que se reunieran, y cuando todos estaban reunidos, el Sol, en un destello brillante, arrancó uno de sus ojos y lo lanzó al viento de su visión hacia un lugar determinado, y ese destello era femenino y se convirtió en la Luna. Y en su nueva órbita, ese "Planeta Ojo" creó a la Mujer...
Leonard Crow Dog
A diferencia de lo que se pueda creer, la mujer era uno de los pilares más importantes del pueblo lakota. Ellas eran abuelas, madres, esposas y hermanas. Las portadoras de la pureza de sangre y las guardianas de la moral y el honor de la tribu. Las esposas no tomaban el nombre del marido ni entraban en su clan, sino a la inversa, conservaban su nombre y lo transmitían a sus hijos, que les pertenecían a ellas. Eran las guardianas de todas las pertenencias de la familia, pues eran ellas las que organizaban el hogar.
Junto a las abuelas, se encargaban de la educación de los niños, de transmitir las tradiciones, la espiritualidad y enseñarles el Camino de la Belleza (Las siete etapas de la vida) Podríamos decir que la tarea de la mujer es la más importante dentro de la comunidad lakota, pues los niños eran lo más preciado que tenían, porque en ellos residía el futuro de la tribu.
Las mujeres más jóvenes eran especialmente retraídas y silenciosas, pues la discreción era una de sus principales virtudes y la forma más elegante de belleza. Una vez que la mujer alcanzaba la madurez y había vivido diversas experiencias, su opinión era escuchada con reverencia y si habían participado en un hecho heroico o eran ancianas sabias, podían llegar a formar parte del consejo de la tribu, el órgano político más importante dentro de la comunidad.
Existen muchos mitos relacionados con la mujer lakota, pero el más importante, es el de la Mujer Bisonte Blanco. Este mito, (entre otras cosas) describe el Camino de la Belleza, que son las siete etapas que una mujer ha de seguir a lo largo de su vida para llegar a la auto-realización personal. Se trata de un ritual sagrado que comprende toda la vida y describe a la perfección el papel de la mujer dentro de la comunidad lakota.
El camino de la hija:
Comprende desde el nacimiento hasta el momento de la primera regla. En esta etapa, la niña aprende de sus mayores y jugando con los de su edad. Es una etapa crucial para su formación como mujer, porque aprende la importancia del equilibrio, de las emociones, la educación y el respeto a sus mayores y a todo lo que le rodea.
El camino de la mujer:
En esta etapa, la mujer aprende a través de la experiencia personal. De los errores y de los logros. Escoge a sus amigos, empieza a explorar su sexualidad, y a construir su espiritualidad para llegar a ser una persona madura y responsable.
El camino de la madre:
Para la mujer lakota, el nacimiento de su primer hijo es la etapa más importante del camino. A partir de ahí, la mujer deja de preocuparse de sí misma para centrar su atención en los demás, de este modo aprende la verdadera enseñanza de la vida; el sacrificio, el poder de cuidar a toda criatura viviente, lo que en realidad expone la auténtica esencia de la mujer, para lo que está creada. Es un ciclo durante el cual su cuerpo, su mente, su conocimiento, su vida social y su tiempo pasan a ser entregados al prójimo. Dar a luz, para la mujer lakota es una iniciación a la vida, ya que con el parto ha mirado directamente la cara tanto a la vida como a la muerte.
El camino de la recogedora:
En esta etapa del camino, la mujer aprende a recoger plantas para distintos cometidos. Dependiendo de la profesión que decida, ya sea cocina, cosmética o medicina, aprenderá de verdad a conocer la naturaleza y a utilizar sus recursos. Empezará a comprender el clima, a dominar el efecto de las plantas por medio de la experimentación, a cuidar o cazar a los animales y el significado de las piedras. A nivel espiritual este es un ciclo muy importante, porque requiere de un gran sacrificio, pues si tiene talento y se decide a por la medicina, deberá consagrarse a la comunidad y su espiritualidad entrará en constante tensión. Ya que ser una curandera es de vital importancia para la comunidad y si fallara en algo, podría ser el fin de la tribu.
El camino de la maestra:
A lo largo de las anteriores etapas del camino, la mujer ha ido aprendiendo y ahora es el momento de transmitir su sabiduría a las siguientes generaciones. Ese papel es de vital importancia, pues los lakota no conocían la escritura y su cultura se transmitía de forma oral. Este es el momento en que la mujer entra en el camino de lo sagrado, derecho que se ha ganado a través de su trabajo y experiencia. Puede optar por la política, por el servicio a la comunidad o por contar historias, donde explicará relatos y fábulas que enseñarán a los niños la cultura de su tribu. También puede escoger un camino más discreto, el de la abuela, para dedicarse en exclusiva a sus nietos, parientes cercanos o los niños huérfanos de la comunidad. Pero la mejor forma de transmitir su conocimiento es mediante el ejemplo. Siendo un modelo para las mujeres más jóvenes y para los niños.
El camino de la sabia:
La mujer se convierte en anciana, y con ello, en sagrada. En esta etapa, la mujer se completa y es aquí donde se esconde su verdadera sabiduría. Y por el contrario de lo que pueda parecer, el sentido del humor es su principal aliado, porque ha aprendido a respetar a la muerte, a aceptarla, a recibirla, adquiriendo de esta forma el verdadero equilibrio emocional.
En conclusión, independientemente de la cultura, el tiempo o la sociedad en la que viva, la mujer es un ser poderoso. Lo es y lo ha sido siempre. Porque la mujer es la creadora de la vida. La mujer, como la madre naturaleza, es quien enseña a sus hijos el Camino de la Belleza.
A veces me pregunto cómo es posible que dentro del cuerpo de una mujer pueda llegar a formarse la vida. Sí, todos sabemos cómo funciona en teoría, y cuál es el proceso. Pero si tenemos en cuenta la mentalidad de aquellas gentes atávicas, que vivían prácticamente en la prehistoria, como las gentes del inicio de los tiempos, y que, dicho sea de paso, hemos tenido la gran suerte de conocer de primera mano, a pesar de que lo que nosotros llamamos "civilización" los haya prácticamente extinguido, me resulta fascinante el papel de la mujer.
Y sí, yo creo que en la actualidad no somos tan distintas de la mujer lakota. Somos sagradas, y nuestro espíritu es eterno. Sin nosotras... ¿qué sería de la humanidad?
Porque el Espíritu de la Luna reside en nosotras. La luna es la que mueve las mareas, crea fertilidad en los campos, y ha sido inspiración de miles de poemas...
*Artículo realizado por la escritora Olalla Pons.
*Imagen: Gertrude Käsebier [Public domain], via Wikimedia Commons
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Fuentes:
http://clandellobo.com/
http://www.flautasdeamor.com/lakota.html
http://circulosdemujeres.blogspot.com.es/2008/02/el-camino-de-la-belleza.html
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Comentarios (12)
Isabel 11
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Cynthia HJ
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AlbaV09
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LadySeya
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verito
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Carmen Zapico Zapico
Creo que seguimos teniendo mucho en común con las mueres lakotas.
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Miryam
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Encarnacion Jimenez Jimenez
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Katon
La descripción de los caminos han sido muy interesantes
Gracias por el artículo
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mc2
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Haley
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Malory
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