La magia del corazón

Sinopsis de la novela

Elena Herrera ha estado al servicio de las damas de la reina durante años, pero la vida en palacio se ha acabado para ella. Por suerte, es joven y ha conseguido un trabajo como aya, lejos de Madrid. Quizá la distancia no baste para borrar el recuerdo de Enrique Díaz, el caballero que galanteaba sin tregua con todas las doncellas de la Villa y Corte... y del que Elena sigue enamorada en secreto. Porque ese hombre es el hermano de Constanza, madre de los niños que ahora Elena tiene a su cargo.

Enrique Díaz nunca se acostaba dos veces en la misma cama –a menos que fuera la suya propia–, y Elena renunció a ofrecerle su cuerpo a cambio de un placer fugaz; tampoco Enrique se lo pidió nunca, así que hubiera sido mendigar amor y pagar un precio muy alto. Pero las circunstancias cambian de forma inesperada.

Constanza ha sido secuestrada por una banda de forajidos, y Enrique necesita toda la ayuda que Elena puede ofrecerle: como aya de sus sobrinos y como mujer valiente, dispuesta a colaborar con él en la liberación de una dama en apuros. Hay algo misterioso en este secuestro. Para empezar, el rescate que exigen los bandoleros es una baraja de plata a la que se atribuyen poderes mágicos. Dicen que quien la posee encuentra el amor verdadero. Nadie sabe a quién pertenece o si está en venta, pero en el país hay varios coleccionistas de objetos singulares. Tal vez alguno de ellos esté más cerca de lo que parece.

Enrique y Elena emprenden una búsqueda en la que surgen complicidades, roces, desencuentros e impulsos inconfesables. Por las noches, Enrique se desvelará con fantasías ardientes, donde su arisca e irresistible acompañante es la única protagonista. Y Elena, a su vez, se preguntará si no ha juzgado con demasiada dureza al caballero que le ha descubierto el tormento más dulce que puede imaginarse: amar, desear, desesperar y desear más todavía.