Amor en obras
- Categoría: Películas románticas
- United States
- Duración: 98 minutos.
- Año: 2019
- Género: Comedia romántica
Argumento
Tras perder su trabajo, una ejecutiva gana un concurso en el que le regalan un hotel rural en Nueva Zelanda, pero el problema es que cuando llega descubre que el edificio está en ruinas. A pesar de todo, decide reformarlo con la ayuda de un atractivo vecino del lugar.
Crítica
Vamos a dejar una cosa clara, esta es la típica película romántica de duración corta, con tópicos por todas partes, con un galán de los que no se encuentran en ninguna parte y un paisaje precioso. Vamos, de esas películas de sobremesa que no tienen calidad, pero que acabas viendo porque en el fondo te encantan. Pues es de ese tipo, pero no del tipo que te aburre, sino de esas películas que aunque son las “típicas” te acaba encantando.
Me ha encantado, no es que destaque por su calidad, pero engancha, y sí, lo tiene todo: tópicos, galán, una mala que quiere todo pero acaba siendo buena, un ex un tanto inmaduro y aprovechado, unas vistas envidiables, una amiga incondicional a primera vista e incluso una mascota. Nada que nos sorprenda, pero aun así te acaba enganchando.
Gabriela es una mujer decidida y fuerte y aunque últimamente estamos ya acostumbradas a encontrarnos en este tipo de historias a mujeres empoderadas, siempre acabamos deseando que aparezca el galán que quizás no nos rescate, pero que sí nos ayude. Pues en esta película lo tenemos. Y qué galán.
Poco hay que hablar de la historia, aparte de los diálogos mordaces que tienen al principio los protagonistas, son ingeniosas y divertidas haciendo que de vez en cuando te saque una sonrisilla. No se va a llevar ningún premio por su diálogo, pero cuando empiezas a verla sabes a lo que vas. Y aun así a mí me ha encantado, pero lo que más me ha gustado de esta historia de sobra conocida, es la química que tienen ambos actores. No todas las películas de este estilo me gustan porque aparte de lo ya mencionado, no suelen ser historias que destaquen por su talento, pero si una de estas historias no consigue que los actores tengan química, a mí en lo personal no me gustan; lo único que “exijo” en estas historias es química, me da igual que la trama se desarrolle siempre igual, que los personajes sean simples o que la protagonista no tenga ninguna amiga, pero cuando llega a un sitio nuevo hace una amiga del alma más rápido que canta un gallo. Sin química no hay historia. Y si la tienen a mí me han ganado y esta lo ha hecho. La empecé a ver con pocas expectativas (casi siempre que veo este tipo de películas voy con pocas expectativas) y cuando me sorprenden para bien hace que disfrute mucho más de ella.
En resumen: Me ha enganchado, me ha enamorado. Me he reído y se me han pasado los 98 minutos en un suspiro, que realmente es lo que busco cuando veo este estilo de películas. No es una obra maestra, ni tampoco pretende serlo. Solo quiere entretener y mostrar una dulce y graciosa historia de amor en un paraje de ensueño. Y lo consigue. De las mejores películas de este estilo que he visto en estos últimos años. Recomendada.
Mi valoración es de 4 sobre 5. No puedo darle una nota más alta porque tampoco es la mejor comedia romántica que he visto en mi vida, pero sí es una película que volveré a ver con el tiempo y con la que volveré a disfrutar.
Curiosidades
La película no ha tenido muy buenas críticas y aun así ha conseguido ser una de las más vista de Netflix, convirtiéndose en un clásico junto a “Un príncipe en navidad” o “A todos los chicos de los que me enamoré”.