Como locos... a por el oro

Después de la actuación de esta pareja en Cómo perder a un chico en 10 días, tenía muchas ganas de volver a ver a Matthew McConaughey y Kate Hudson trabajando juntos de nuevo. Me gusto como interactuaron juntos en la anterior película, por ello me dispuse a verla con bastantes expectativas.

La cinta está volcada en las aventuras de Finn, aventurero y buscador de tesoros marinos. No es un hombre que goce de excesiva suerte en su campo, aunque su obsesión le lleva a hipotecar su vida, pidiendo préstamos a ciertos personajes un tanto oscuros. Su falta de madurez le lleva a perder a la mujer de su vida Tess de la cual aún sigue muy enamorado. La cinta da comienzo cuando pierde de manera accidental las pocas posesiones materiales de las que dispone y que además le lleva a llegar tarde a su propia vista de divorcio.

Sin embargo no todo es malo, ya que durante el accidente encuentra un objeto que le puede llevar a concluir el mayor descubrimiento de su carrera, enderezar su ya de por si torcida suerte y recuperar al amor de su vida.

Para Tess no es sorprendente la falta de puntualidad de su ya exmarido. Ante la incomparecencia de este en la vista de divorcio, las pocas posesiones que el matrimonio tiene pasan a ella de forma mecánica. Tess espera vender el barco y rehacer su vida, volver a la universidad y tal vez con el tiempo conocer a un hombre con los pies en la tierra.

Sin embargo ya no existe tal barco y Tess opta por alejarse de Finn y cerrar este episodio de su vida. Pero no cuenta con el mismo Finn, un superviviente nato, decidió a tener lo que siempre ha querido, aunque para ello deba engatusar de forma picara al jefe de Tess y a su hija.

De esta manera da comienzo la gran aventura de sus vidas, en una loca carrera para conseguir el tesoro antes que otros personajes interesados.

Para mi gusto es una película sencilla, apta para verla en familia, ya que las escenas románticas no son pastelonas, y con tanta dosis de aventuras e intriga, otros miembros de la familia no se aburrirán viéndola.

Es una comedia romántica y como tal, las escenas humorísticas y simpáticas abundan en ella. Es una cinta sin demasiadas complicaciones, la historia no es muy original, pero hay que agradecer que el escenario paradisíaco isleño sea un gustazo de ver. Los secundarios tienen bastante peso en la película.

Donald Sutherland es un millonario excéntrico algo despistado que tiene una hija alocada, la cual aparece día sí y otro también en las revistas del corazón protagonizando un escándalo tras otro.

Kevin Hart protagoniza a un gánster isleño bastante inusual, rodeado de unos matones que dan más risa que miedo.

Los actores según yo lo veo se compenetran muy bien juntos. Es un gusto verlos trabajar y dar vida a los protagonistas. También es un gusto ver al señor McConaughey, el cual tengo que advertir se pasa casi toda la película en bañador, y en algunas escenas incluso sin él.

Ya que tengo que decir si acaba bien, diré que el final es de película, es decir, el chico consigue a la chica, los malos reciben lo que se merecen, y los buenos se llevan el tesoro.

Mi puntuación del 1 al 10, un 6,5