El día que vendrá
- Categoría: Películas románticas
- Duración: 109 minutos
- Género: Drama romántico, Películas basadas en libros
Argumento
Película basada en la novela El día que vendrá, de Rhidian Brook.
EL DÍA QUE VENDRÁ está ambientada en la Alemania de la posguerra de 1946.
Rachael Morgan (Keira Knightley) aterriza en las ruinas de Hamburgo en pleno invierno para reunirse con su marido, Lewis (Jason Clarke), un coronel británico que recibe la misión de reconstruir la ciudad destruida.
Pero cuando van a mudarse a su nueva casa, Rachael descubre con asombro que Lewis ha tomado una decisión inesperada: compartirán la enorme casa con sus antiguos propietarios, un viudo alemán (Alexander Skarsgård) y su atormentada hija.
En esta atmósfera cargada, la hostilidad y el dolor dan paso a la pasión y la traición.
Crítica
Una historia que nos muestra la desolación que hay después de una guerra y que no con ella ha terminado todo. En este caso estamos en Hamburgo en pleno invierno, en una ciudad destruida por la guerra y con un odio hacia los alemanes extremo.
El triangulo amoroso transcurre con este trasfondo, que para mí ha sido lo más interesante de la película. No me ha encantado, he de confesar que pensaba que esta historia tiraría más por “Suite Francesa”, esa química entre los personajes, esa historia de amor cocida a fuego lento y real; pero no, en esta ocasión eso no ha ocurrido.
Porque no hay química entre ningún actor, y eso que son buenos actores, al menos a mí me lo parecen y sí se nota que intentan hacerlo lo mejor posible y conectar, pero no lo consiguen. Lewis es el mejor personaje, que lucha por no prejuzgar a los alemanes como nazis y ese dolor que tiene por su pasado trágico y la guerra. Es el personaje más interesante y completo de la película. Rachel es una mujer que solo desea ser amada, pero se me ha hecho algo egoísta y un personaje que ha avanzado en la historia demasiado deprisa y de manera poco creíble. Pasa de odiar a todos los alemanes y de la noche a la mañana acepta a Stephen y su hija sin más. En este caso deberían de haber ahondado mas en ese cambio y no pasarlo tan rápido e irreal, solo para meter un romance poco creíble también. Porque entre Stephen y Rachel hay una relación sexual, pero no hay química entre los actores. No es creíble esa relación de ninguna de las maneras, ya no romántica, es que ni sexual. Dos escenas escuetas de cama y parecen muy felices y enamorados. Pero pasa todo tan deprisa y con tan poca chispa que no es verosímil.
Y luego no hablemos del final tan predecible (no quiero contar más para que no haya spoilers). Un poco sin sentido ese final y como todo el triangulo amoroso, desinflado. Podría resumir la historia como una mujer que se siente sola, toma un amante porque su marido está ocupado salvando vidas, pero sin química ni con su marido, ni con su amante. Y no es cosa de los actores, sin lugar a duda es culpa de otros factores. Todo pasa demasiado deprisa, no desarrollan lo importante de la historia, los sentimientos, la sociedad en la que viven que podría ayudar mucho a la historia lo han dejado pasar.
En resumen: una historia que pretendía ser romántica y dramática y no consigue ni una cosa ni otra. Unos buenos actores y una historia desperdiciadas por culpa de la rapidez en la que está narrada. Una lástima porque estos actores son perfectos para la historia que intentan desarrollar. Aparentemente es una película con los sentimientos de “Suite Francesa” pero muy lejos de esta. Simplemente entretenida.
Mi valoración es de 3,5 sobre 5.