La abadía de Northanger

La película es muy parecida al libro, con la diferencia de que los actores aportan un toque más cómico a sus personajes, y más astuto a Catherine, la protagonista.

Catherine proviene de una familia humilde y numerosa. Es una muchacha soñadora y una devoradora de novelas góticas. Cuando sus vecinos, el matrimonio Allen, le invitan a visitar Bath con ellos, Catherine no puede más que aceptar y considerar que sus aventuras no han hecho más que empezar.

En Bath Catherine descubre un mundo nuevo y diferente, aunque pronto empezará a aburrirse porque ni ella ni el matrimonio Allen conocen a nadie en la ciudad. Todo empieza a cambiar cuando acuden a un baile y sin querer la Señora Allen choca con un apuesto caballero, Henry Tilney, un joven clérigo proveniente de una gran familia por el que Catherine rápidamente se siente atraída.

La joven también tendrá ocasión de hacer amistad con Isabella Thorpe y su hermano, hijos de una antigua amiga de la señora Allen. Con el transcurrir de los días Catherine va siendo cada vez más consciente de lo dudosa, y en cierta forma peligrosa, que puede resultar la amistad de estos hermanos. Pero cuando su hermano James le revela que Isabella y él se han comprometido, la joven no duda en intentar mantener su trato. Sin embargo, Catherine pronto se verá dividida entre la amistad de Isabella y el hermano de esta, que a toda costa quiere cortejarla y casarse con ella, y la que ha comenzado con la familia Tinley a raíz de aquel baile.

Cuando la joven recibe una invitación por parte de los Tilney para pasar con ellos unos días en su mansión, la abadía de Northanger, la joven acepta encantada. Una vez allí su viva imaginación le hará creer que la abadía guarda un misterio que ella ha de descubrir. Sin embargo tal misterio no existe, y lo único que acabará por descubrir son las ocultas intenciones de los Thorne con respecto a ella y su hermano James.

Pero no solo ellos ocultaban algo en sus afectos, y cuando se aclaran todos los malentendidos la relación entre Catherine y Henry parece imposible...

Esta historia es la más irónica y cómica que escribió Jane Austen, y en este caso, también es la película más divertida. Los paisajes son bonitos y aprovecharon algunas calles que se conservan en la ciudad de Bath para rodar la película, justo en la ciudad descrita. Los personajes bordan su papel, y desde el principio, como en el libro, notas de quién tienes que fiarte y de quién no, algo que nuestra protagonista no está destinada averiguar hasta el final. Una película amena, graciosa y romántica. El final es divertido, cómico como la historia, y feliz como en el libro.

Mi valoración es de 5 sobre 5.