Alexandra Roma - Hasta que el viento te devuelva la sonrisa

Crítica realizada por Marta_11

Conozco a Alexandra Roma desde que publicó su primer libro con Éride Ediciones, allá por el año 2013, sus novelas siempre logran emocionar al lector pero en cada libro se nota su trabajo, el estilo de aquella novela sobre el nazismo es muy diferente a lo que hoy nos encontramos aquí, ha mejorado a pasos agigantados. Todavía hay alguna cosa que mejorar -en cuanto al estilo- pero se ve una clara evolución y me encanta ver que todo esfuerzo encuentra su recompensa, ha sido todo un placer ver el anuncio en Twitter donde se proclama a esta autora como ganadora del premio de este año de Neo.

No sé cómo abordar esta reseña sin hacer spoilers por un tubo, a pesar de tener casi seiscientas páginas, no sé cómo hablar a grosso modo del argumento. A ver qué sale.

El prólogo es una noria: empezáis arriba en una etapa feliz entre dos jóvenes enamorados que solo tienen planes de futuro y no dudan de su relación; para después sentir un jarro de agua fría y una profunda pena.

Después de esto empieza la primera parte del libro, donde se sitúa siete meses después del «suceso», nuestra protagonista -April- no levanta cabeza. Su vida da un giro de 180º, la sonrisa afable y su vitalidad fueron absorbidas ese fatídico día, dejando de lado sus ganas de vivir. Digamos que pone su cerebro en modo «control remoto» y se olvida de todo, tan solo vive en su triste rutina.

Esta primera parte es muy dura porque April está en un pozo muy oscuro, del que es muy difícil salir, es una vorágine de malos sentimientos y no sé si llega al punto de la depresión. Al estar escrito en primera persona, esta angustia la vivimos en nuestras propias carnes. La pobre muchacha no logra detener sus oscuros pensamientos, día tras día conoceremos la bonita historia de amor entre April y Sam y día tras día también volveremos a revivir la «pesadilla».

Me ha costado avanzar en este momento, no porque no enganchara la historia o porque estuviera mal escrito, pero había tanto sufrimiento en cada página que se me hacía un nudo en la garganta. Y es que Sam me volvió loca y eso que sabía que no estaba en su mejor momento y que la relación pintaba mal, pero no puedo evitar quedarme con Sam.

Los padres de April ya no saben qué hacer para ayudar a su hija, menos mal que Sebastian aparece en escena. Ella ya lo conocía de antes y parece que su primer encuentro no es muy cálido, April tiene algún que otro reproche que hacerle pero no tiene ganas de socializar, así que decide seguir huyendo de todos. Pero Sebastian no se rendirá con facilidad.

Él es el faro en toda la oscuridad que rodea a April, intentará darle apoyo y no dejará que se regodee en la autocompasión.

Sebastian también tiene un pasado turbio que contar, una vida llena de desilusiones, malas desiciones y rebeldía. Cuando vuelve a su antiguo hogar lo hace para intentar enmendar todos los desaguisados del pasados, él viene como un hombre nuevo, reformado y apacible. Intenta ayudar a April a encauzar su vida a un nuevo camino, tal y como lo consiguió el con mucha fuerza y algo de ayuda.

El único y pequeño pero que podría mencionar ya lo dejé caer en el principio de la reseña, si bien es cierto que la autora ha mejorado un montón en su estilo, he notado que a veces se complica demasiado en decir algo, siendo más directa daría un mejor resultado y algunas veces no hace falta matizar tanto porque se sobreentiende implícitamente. No obstante, no hay duda de que esta es su mejor novela escrita y rozaría el sobresaliente en este aspecto.

Qué más decir de este libro... no es una lectura ligera ni facilona, es un bucle de sentimientos y una verdadera historia de superación. Además, me ha recordado algo, ahora sé por qué antes me encantaba la novela juvenil: porque contaba algo, tenía un trasfondo. Hoy en día las editoriales nos aburren con libros cargados de tópicos y escenas de sexo, cayendo en el precipicio de las «novelas tipo» del género erótico. Aquí solo encontraréis escenas de puro sentimiento.

Ya sé por qué Alexandra, April, Sebastian y Sam han ganado este premio, no cabe la menor duda de que es merecido.