Ana Álvarez - Dos copas y una noche

Crítica realizada por Maribel Moreno

Las pocas novelas que he leído de Ana me han encantado y espero ponerme al día en cuanto a las que me faltan por leer. Cuando leí la sinopsis de Dos copas y una noche me llamó mucho la atención, apenas he leído nada de gemelos y me hacía gracia probar, y sí, he disfrutado muchísimo y me he quedado con las ganas de continuar con el siguiente.

Cristian y Lorena se conocieron hace dos años en el bar de un hotel, bajo nombres falsos tomaron unas copas y la noche acabó con mucha pasión, una noche que ninguno de los dos olvidaría fácilmente.

Dos años más tarde, Cristian como fotógrafo y Lorena que es restauradora de arte, vuelven a encontrarse por temas de trabajo, aunque realmente a quien se encuentra primero Cristian es a Mónica. Lorena en esos momentos tiene pareja, así que le propone a su hermana que se haga pasar por ella y pueda ahuyentarlo de su lado.

Cristian ignora que son dos hermanas idénticas y se encuentra con una y con otra sin saber que está cayendo en una trampa. Cuando su ojo avizor de fotógrafo le hace ver la realidad, tiene un enfado monumental que le hará poner tierra de por medio, sin saber que a la vuelta su vida cambiará totalmente.

Me ha parecido una maravilla de historia y desde luego no pienso tardar nada en seguir con la historia de Mónica y César.

Los personajes me han gustado mucho, Lorena, Mónica, Cristian y César, los cuatro me han enamorado.

Lorena es, de las dos gemelas, la más seria, la más tradicional. Para ella aquella noche de hace dos años fue una excepción, que aunque intentó olvidar, la marcó para siempre. Su vida es su trabajo como restauradora en la empresa de las dos hermanas y está saliendo con Ernesto, un hombre guapo y culto que la hace sentir bien, pero con el que no ha sentido la pasión que conoció aquella noche en que era simplemente María. Así que cuando Cristian aparece de nuevo en su vida, esta se pone del revés porque no puede evitar sentir cosas cuando está cerca de él, de ahí la propuesta a su hermana para que se haga pasar por ella.

Cristian es un buen fotógrafo, un tanto mujeriego que está pensando en sentar la cabeza y que nunca ha llegado a olvidar a aquella chica de la que no supo ni su nombre real. Cuando el destino la pone en su camino de nuevo, sus sentimientos se hacen más fuertes, pero no deja de sorprenderse con los cambios de actitud que tiene ella.

A partir de ese momento, Mónica tendrá mucho papel en la historia, igual que el hermano de Cristian, César, un bombero simpático y conquistador que se hará un huequito en el corazón de las dos gemelas.

La verdad es que he disfrutado muchísimo con los cuatro, aunque a veces hubiera zarandeado a alguno de los protagonistas.

La pluma de la autora es fresca, ágil y totalmente adictiva, una vez comienzas no puedes dejar de leer. Está narrada en tercera persona y bajo el punto de vista de los protagonistas y de los secundarios.

Dos copas y una noche es una bonita historia cargada de sentimientos y de amor, mucho amor, no solo de pareja sino también fraternal. Con unos personajes a los que adoras en un momento y al siguiente te han hecho enfadar, pero a los que acabas adorando y se hacen un espacio en tu corazón.

Crítica realizada por Rocío DC

Cristian y Lorena se conocen una noche en la que ambos prefieren dejar su verdadera identidad para convertirse en personas que solo quieren pasar unas horas de placer en unos brazos desconocidos.

Aquella noche tan especial queda grabada en ellos pero, ambos lo intentan esconder en el rincón del olvido en sus mentes para siempre...

Pero el destino vuelve a unir sus caminos esta vez en forma de trabajo, algo para lo que la ordenada, estricta y seria Lorena no está preparada para enfrentarse a aquel hombre que le hizo dejarse llevar como nunca. Por lo que intenta por todos los medios que ese "desliz" de una noche no la afecte en su tranquila vida.

Entre Lorena y su hermana gemela, Mónica, intentarán hacer creer a Cristian aquella mujer misteriosa de la que quedó prendado no haya existido nunca... tarea harto difícil.

Dos copas y una noche es el primer libro de la bilogía "Dos más dos" de una de mis autoras favoritas e imprescindibles, y que estaba deseando devorar.

La historia entre Lorena y Cristian es bastante singular y me lo he pasado genial con ellos.

Cristian es un hombre aventurero que adora su trabajo, la fotografía. La aparición de la mujer misteriosa de nuevo en su vida supone un nuevo reto y más aún al notar algo tan extraño en ella. Él es un personaje que me ha enamorado sin remedio, con cabezonerías y tirón de orejas merecidos incluidos. Sí, a pesar de sus fallos tan humanos y entendibles me ha robado el corazón desde el primer momento.

A Lorena la he adorado. Es una restauradora de arte que vive para su trabajo. Su carácter es más serio, responsable y controlado que el de su hermana. Me he sentido muy conectada con ella desde el principio y la he entendido en cada situación. Me parece un personaje muy fuerte y muy valiente que se ha merecido todo mi respeto.

Ambos, junto con su sorprendente historia, serán recordados con mucho cariño por mí.

Algo que me encanta de la autora a la hora de escribir es la frescura y naturalidad con la que cuenta cada historia. Esto hace que me meta de lleno en cada novela y la devore disfrutándola enormemente en el camino.

La originalidad además es un punto fuerte a destacar en la pluma de Ana, porque tramas como la de ella, aunque sencillas no están exentas de innovación.

Ana me ha llevado una vez más al deleite absoluto a través de Cristian, Lorena, Mónica y César, estos últimos personajes secundarios, por decirlo así, o más bien co protagonistas, ya que los dos tienen muchísimas importancia en la historia de los personajes principales.

No voy a contar nada más de la historia porque es sin duda una novela para descubrir y saborear por uno mismo. Lo que sí voy a decir es que Ana vuelve a maravillarme y enamorarme con su manera de contar las cosas, por cómo me llegan siempre y por hacerme sentir miles de mariposas en el estómago mientras la leo.

Enhorabuena Ana.
La recomiendo totalmente.