Ana Álvarez - La chica que se subía a los árboles

Crítica realizada por Esther O.

Esta es la primera novela que leo de Ana Álvarez que transcurre fuera de España, y me ha sorprendido gratamente lo bien que se desenvuelve en otros ambientes. Esta autora es una todoterreno, sin ninguna duda.

A La chica que se subía a los árboles le ocurre lo mismo que a Luces y sombras, es un poco más seria de lo que nos tiene acostumbrados su escritora, pero igual de amena y entretenida que el resto de sus libros. Romanticismo, ternura, emoción y pasión son elementos que nunca faltan en las historias de Ana, y a esta tampoco le faltan.

En esta ocasión nos introduce en el mundo del periodismo de investigación, en ambientes bélicos y nos traslada a países que están en plenos conflictos. Esto le da un toque de acción que me ha resultado interesantísimo.

Como ya es habitual en Ana Álvarez, su forma de narrar es cercana, directa, elegante y sencilla; lo que hace que te sumerjas entre las páginas de este libro y te enganche sin remedio. No te satura con descripciones innecesarias sino todo lo contrario, las cosas suceden de forma dinámica, sin prisa pero sin pausa.

Me ha encantado la personalidad de Karin, intrépida e independiente. Es una mujer que se ha hecho a sí misma, que le apasiona su profesión y su modo de vida. Un espíritu inquieto.

Don no se queda atrás, me ha enamorado con su nobleza y lealtad. Es un hombre protector que tiene un corazón dulce. Me chifla que siempre haya tenido debilidad por Karin y lo transmita al lector, aunque a ella no se lo quiera demostrar. Está colado por Karin sin remedio, y cuanto más la conoce, más se enamora. Me resulta muy romántico que sin conocerla, tan solo escuchando las historias que el padre de Karin cuenta sobre su hija, la admire tan profundamente desde tanto tiempo atrás. Es algo muy tierno.

La relación entre Don y Karin es muy bonita, con momentos emotivos y otros cargados de pasión y complicidad.

Y como no podía ser de otra manera, los personajes secundarios son el colofón para completar esta preciosa novela.

A mí me ha gustado mucho, os la recomiendo.

Crítica realizada por Rocío DC

Don conoce a Steve, amigo de su padre desde siempre. Cada vez que el viaja a su país y se reúne con él y su familia le habla de su familia, sobre todo de sus tres hijas. Pronto una de ella llama mucho la atención de Don. Una que siempre salía despeinada y con las rodillas despellejadas, una que él envidiaba y admiraba por ser aventurera y diferente, aunque eso significara quebraderos de cabezas para sus padres...

Los años han pasado y Don tiene una propuesta de parte de Steve de mudarse a Inglaterra y dirigir su naviera. Para Steve él es como un hijo, y para Don como un padre, como el propio que acaba de perder. Así que sin nada que lo ate a Alemania y deseando conocer a esa chica misteriosa pone rumbo a su nuevo hogar.

Don es muy bien recibido por todos, incluso por Karin, la chica que se subía a los árboles. Pero los sentimientos que los unen no son los mismos. Él la admira y la desea, y ella tiene de él una idea que no es real. Su propio padre lo trata como un hijo, el que nunca tuvo, y el que ella quiso ser... Lo cree don perfecto. Todo lo contrario a ella.

Pero una serie de aventuras, viajes y últimos deseos los une a través de un lazo difícil de romper. Aunque la desconfianza, las dudas, junto con los descubrimientos de sus propios sentimientos, hacen de esta historia una novela adictiva y muy especial.

Una vez más me rindo ante la autora, que con su forma de escribir dónde se nota que entrega el alma, me ha cautivado.
Es una novela diferente a lo que nos tiene acostumbrada, aunque ya ha demostrado que puede con todo. Esta novela es la primera de la autora que se desarrolla fuera de España, y con unos personajes más maduros y una trama más seria. Aunque tiene sus puntos de humor, característicos en las novelas de Ana.

Es una novela llena de viajes a causa de la profesión de Karin, ya que es reportera de investigación y recorre el mundo haciendo documentales y denunciando todo lo que no es correcto. Su espíritu aventurero y valiente la lleva a meterse en algún que otro problema... Es una protagonista segura de sí misma y atípica. Siempre ha sido diferente a sus hermanas, en todos los sentidos.

Reconozco que en gran parte de la novela, me ha costado pillarle el punto a este personaje, me parecía una mujer algo fría. Pero he cambiado totalmente de opinión, pues eso es lo que parece pero si mientras lees, estás pendiente de gestos, frases y pensamientos, te das cuenta que aunque lo parezca, es todo lo contrario.

Don es perfecto. Me ha enamorado en gran parte de la novela. En otra me han dado ganas de matarlo porque esa parte alemana suya es bastante cabezota. Pero es un protagonista que hay que quererlo, por su personalidad, por el amor que siempre ha sentido por Karin, por su entrega y generosidad hacia la familia de el padre de su amigo.

La relación entre ellos comienza de forma sutil, un amor de los que se va cociendo a fuego lento, de los que ves venir poco a poco, saboreándolo y y disfrutándolo. Una relación que comienza con camaradería y una bina amistad, pero que saltan las chispas de la pasión cada vez que están juntos...

En general no puedo decir nada malo de la novela, me ha encantado, me ha fascinado. Me ha hecho reír llorar, sentir, viajar y emocionarme...me ha entretenido y entusiasmado hasta no poder soltarla ¿ Qué más se puede pedir?
La recomiendo encarecidamente a que la lean. Si no conoces a la autora, es la novela ideal para empezar, pues no sé si es la mejor novela que ha escrito porque a mi me encantan todas, pero es muy buena.

Y si la conoces ya, no esperes ni un segundo, y dejate llevar a sitios increíbles de la mano de Don y Karin.