Crítica realizada por Maribel Moreno
Conocí a esta autora con Belleza atormentada, una novela que me hizo sufrir pero que me encantó, eso hizo que tuviera las expectativas bastante altas y he de decir que no me ha decepcionado en absoluto.
Anel es una joven de dieciocho años que ha empezado la carrera de derecho, su aspecto es frágil, y está demasiado delgada por lo que a simple vista no llama la atención, pero hay un grupo de chicos que la tienen acorralada y la están atemorizando, justo en ese momento pasa por la sala Marcel y observando a la joven en apuros sale en su defensa, despachando a los acosadores.
Marcel, sin saber por qué, se la lleva a su apartamento y le ofrece algo de comer, ella es parca en palabras, pero se la ve tan inocente y frágil, que sin quererlo, se convertirá en una costumbre diaria.
Marcel no quiere una relación y ella parece no estar dispuesta tampoco, pero poco a poco se van frecuentando y entre ellos nace una buena camaradería, aunque la atracción y el deseo aumenta cada día y eso dará paso a otros sentimientos, pero los dos tienen muchas sombras, ¿serán capaces de iluminar sus vidas y ser felices?
Anel es una chica inocente y sencilla que está viviendo en una constante pesadilla, vive con su madre, el marido de esta y su hermana mayor, pero se siente sola, su madre ha cambiado mucho con ella, difícilmente la mira, el marido no es lo que parece y su hermana apenas está en casa, así que ella no tiene a nadie a quien explicar lo que la está atemorizando.
Marcel está algo amargado, está estudiando una carrera que no le gusta especialmente, pero que es la que necesita para dirigir el imperio que ha heredado a la muerte de sus padres. Desde que estos fallecieron se ha convertido en un hombre rudo, hosco, vive al día de fiesta en fiesta y no quiere compromiso alguno.
Pero cuando las vidas de Anel y Marcel se cruzan, los dos ven algo de luz para la oscuridad que les rodea, se complementan perfectamente y se dan fuerza el uno al otro, pero el destino les tiene preparados algunos obstáculos con los que lidiar.
Con esta segunda novela que he leído de la autora, ya he podido ver que las historias que escribe son muy intensas, muy románticas, pero también bastante dramáticas.
En cuanto a los personajes, me han gustado mucho, sobre todo porque a lo largo del libro he visto cómo iban evolucionando.
Anel de ser una chica que apenas dice una frase entera, frágil y anodina, encuentra en Marcel la fuerza que necesita para afrontar los problemas que la están carcomiendo, así que vamos viendo cómo se abre, cómo toma la iniciativa y sobre todo cómo ríe.
Marcel también crece a lo largo del libro, cuando conoce a Anel solo hace que decirle que no quiere nada serio, sin embargo no puede evitar protegerla, cuidar de ella, y aunque intenta alejarse se da cuenta de que su vida sin ella no está completa, y aun así le cuesta mucho ponerle nombre a sus sentimientos, por eso que de vez en cuando mete la pata.
Para lo extenso que es el libro, la autora no abusa de secundarios ni tampoco hay tramas paralelas, la historia se centra en los protagonistas y está narrada en tercera persona, cosa que hace que los conozcas mucho y por igual.
De los secundarios solo diré que hay algunos que me han provocado un sentimiento de impotencia y un profundo odio.
En definitiva, Tú, nada más es una historia bonita, intensa y muy romántica, escrita con sencillez y completamente adictiva, una historia llena de dolor y de momentos duros que te atenazan el corazón y provocan una vorágine de sentimientos, con unos personajes muy complejos, bien definidos, que tienen que salvar muchos obstáculos para poder ver la luz que ilumina su oscuridad.
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