Crítica realizada por RocioDC
Leer a Anna Casanovas es una apuesta segura para mí, siempre. La sensibilidad que tiene esta mujer a la hora de escribir, de crear sus personajes, sus dramas y su historia de amor me llegan al corazón y me traspasa el alma. Y por cada novela que leo de ella, la admiro más y más.
En esta ocasión ha conseguido llevarme a las nubes y más allá con su última obra maestra; La partitura.
Esta gran novela nos cuenta la historia de dos personajes bastante complejos. Por un lado tenemos a Charlotte, una chica estadounidense que se encuentra en Londres para cumplir con una promesa. La promesa hecha a su hermana gemela poco antes de morir, la cual le obliga a terminar la carrera de música. La vida de Charlotte no es fácil, pero ella en medio de su dolor decide actuar de forma mecánica, sin sentir, ni pensar y no volver a tocar ni componer nunca, que es a lo que se dedica con toda su alma... Su hermana es la que ha muerto, pero ella tampoco vive ya. Al menos hasta que Adam aparece en su camino, y le enseña que la vida continúa.
Adam (mi adorado protagonista) es un joven pianista y compositor de éxito que la vida se ha encargado de abofetear sin piedad y hacerlo caer a la tierra cuando estaba en lo más alto. Tras una atroz circunstancia Adam ha quedado ciego. Y aunque se ha resignado a su nueva vida, se niega a seguir trabajando en lo que le apasiona, la música.
Cierta partitura con muchísima importancia y protagonismo en la novela ayudará a estas dos almas perdidas a encontrarse, y de paso a hacernos vivir una historia de amor intensa y maravillosa.
No quiero contar más del libro y se me está haciendo difícil porque es una novela de la que comentaría cada capítulo. Porque es una historia para saborearla, exprimirla y sentirla al máximo.
Ambos personajes se han ganado mi cariño a pulso. Estuviera de acuerdo o no con sus puntos de vista, son personajes que me han demostrado que existen las segundas oportunidades, y que cuando te caes, hay que levantarse. Serán de los personajes que recuerde por mucho tiempo.
Pero no sólo a los protagonistas, sino también a los secundarios, que hay muchos, e igual de importantes para la historia. Ellos nos cuentan más de una historia de amor donde todas de alguna manera, están relacionadas.
Destacar y agradecer a la autora que haya incluido a una narradora sorpresa excepcional y que me ha encantado, sin ella la novela no sería la misma. Ella nos cuenta otro punto de vista de la historia, del pasado y del presente, y con el que he reído por sus puntos cómicos e irónicos, suspirado por sus buenos momentos, y sufrido por su drama. Pero que al final me ha dejado tan buen sabor de boca.
Solo añadir para terminar que me apasiona la música, normalmente de cualquier estilo. Y es algo que está tan presente en la novela, que la autora me ha llevado a escuchar y sentir en mi ser cada nota musical. Creo que no volveré a escuchar un piano sin pensar en Adam, en Charlotte y en Folie.
Dar mi más sincera enhorabuena a la autora. Y un gracias enorme por hacernos llegar su magia.
Crítica realizada por Crishi
De las últimas publicaciones de Anna Casanovas como Herbarium, La partitura, El universo en tus ojos o Si todo desapareciera, en fin, no sabía qué elegir, así que lo eché a suertes y La partitura se llevó el gato al agua.
En mi opinión, siendo una historia con sus más y sus menos, en general me ha parecido una buena historia. No cabe duda la estupenda narración de su autora para llevarte al punto que ella quiere y cree conveniente, además de "manejarte" por un sinfín de emociones a cual más estimulante, algunas han traspasado mi voluntad y otras no tanto. La partitura es una lectura lenta y absorbente que me he tomado con mucha tranquilidad para no perderme ningún detalle.
Me ha encantado que la música haya servido para crear un romance duro y a la vez precioso. Hay partes en las que me he sentido muy apegada a la lectura y otras me han alejado de ella. Entre las que me han hecho desconectar, un pequeño toque de atención a la editorial sobre lo que, supongo, son errores en la corrección (términos incorrectos, alguna frase mal estructurada o expresiones muy nuestras que dudo si una norteamericana de pura cepa las utilizaría) me han descolocado en algunos momentos, pero, por Christian Dior S.A,, nada que eche a pique la novela, que quede claro el buen trabajo de su autora.
Cuando se ha leído a Anna Casanovas casi se sabe lo que te puedes encontrar; una relación difícil, pausada, que pasa por momentos tortuosos, unos protagonistas marcados por algún tipo de tragedia y una forma de plasmar los sentimientos que, aunque bonita, a veces, me resulta algo recargada o dulzona, pero siempre emotiva porque los dramas son los que más me llegan al corazón.
En mi opinión estamos ante dos protagonistas totalmente opuestos. Adam podría ser un protagonista vulnerable pero no lo es debido a su entereza y a sus escasas fragilidades mientras que Charlotte es la debilidad personificada.
No es fácil entender a Charlotte, de ella vamos conociendo a lo largo de la historia los verdaderos motivos que la han llevado a Londres y cómo Adam será su tabla de salvación. Me ha costado conectar con Charlotte por dos razones: 1) debido a su estado emocional y a su actitud negativa, es decir, a ese sentimiento nocivo consigo misma y 2) por el espacio que ocupan sus circunstancias y la insistencia de las mismas dentro de la historia, aquí he de confesar que me resultó pesada porque tenía la impresión de estar leyendo en un continuo lo mismo pero de distinta manera.
Sobre Adam podría decir mil maravillas pero antes de su ceguera deduzco que era un snob y un cretino. También sobre él conocemos su vida a través de retazos que nos dan una idea sobre el Adam del pasado y el actual. Tras quedarse ciego, adecuarse a su nueva situación y sobreponerse al abandono, estamos ante un ser desconfiado en materia sentimental que ha perdido la ilusión por su trabajo. Pero cuando conoce a Charlotte de pronto cambia y abre su corazón a nuevas expectativas. Adam me ha parecido un amor de hombre, muy resolutivo pero como todo ser humano con sus recelos. Lo que no le perdono es que no le guste Colplay, qué se le va a hacer, nadie es perfecto (no meterse con "mi" Chris Martin, please, XD). La verdad es que Adam me ha seducido como una polilla se siente atraída hacia la luz. Inevitable caer rendida a sus pies sí o sí.
Me gusta mucho leer género romántico pero no soy una persona especialmente romántica, por lo que hay ciertos aspectos en la relación que me ha costado creer, como ese algo incorpóreo que une a Adam y Charlotte, aún así admito que me ha parecido estimulante. Por otro lado, encuentro que la relación entre los protagonistas se extiende demasiado en algunos aspectos y todo se resuelve hacia el final, que es la parte que me ha producido más en tensión y la que más me ha gustado.
Sobre los personajes secundarios me habría gustado que hubiesen tenido más presencia en la historia. Algunos de ellos podrían haber dado más juego, como la ex de Adam o esa relación secundaria que, aunque muy atractiva, me ha sabido a poco.
La historia describe la fuerte atracción entre dos personas, Adam y Charlotte, tomando como vínculo el misterio de una partitura que nos traslada a una época pasada donde, a su vez, viajamos a otros romances contados con brevedad pero no menos dramáticos, que son los de Gaspard y Elle, de Chopin con George Sand y Jane Stirling, y de Richard y Aline.
Con una buena documentación, nos encontramos ante un final donde estos personajes quedan entrelazados en una pequeña trama muy bien ideada, resultando sorprendente a la vez que muy atractiva por la mezcla de un contenido histórico real con otro más ficticio. Cuando terminé el libro pensé que se podría haber sacado más partido de esta parte y menos del resto, no sé si me explico bien, quiero decir, haberme encontrado con un contenido más equilibrado entre el pasado y el presente sin perder su hilo conductor.
Y luego está Folie, la partitura en sí misma. La he dejado para lo último porque creo que es el mejor bocado del pastel. Vaya un puntazo se ha marcado aquí la Anna. Permitidme que utilice esta expresión tan coloquial pero es lo primero que me vino a la mente en cuanto descubrí el empleo de esa figura literaria en concreto para sumergirnos en cuerpo y alma en las entrañas de la historia.
En definitiva, La partitura es una historia con unos protagonistas muy humanos, en ellos encontramos sentimientos muy variados, algunos hirientes (sentimiento de inferioridad, culpa, celos...). Los sentimientos que me han parecido más bonitos y emocionantes son aquellos que se describen mediante la música y los sentidos de Adam.
La partitura no solo es una historia de segundas oportunidades, cuenta, además, dos historias de superación reflejadas en sus protagonistas con mayor o menor dificultad, dependiendo de quien se trate. Pero, al fin y al cabo, es una historia de amor con mayúsculas porque este sentimiento mueve montañas y así queda patente en el desenlace. Y todo relatado a través de ese lenguaje preciosista, afectado o sentido que caracteriza la escritura de su autora.
A pesar de las pegas que le pongo, creo que La partitura es una novela cautivadora que merece la pena leer.
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