Anna Casanovas - Saltar al vacío

Crítica realizada por Irdala

Cuando leí Doce años y un instante quedé total e irremediablemente prendada de la escritura de Anna. La historia que se cuenta en ese libro me cautivó por completo y estaba convencida de que ese iba a ser mi libro favorito de la autora. Logró erizarme la piel y emocionarme de tal modo, que guardo la novela como oro en paño. Sin embargo, ahora que acabo de terminar Saltar al vacío, tengo que decir que esta novela me ha gustado incluso más. Y, es que, nuestra Anna Casanovas ha encontrado su voz y su estilo y se ha convertido, muy merecidamente, en una de las grandes autoras españolas. Y lo digo así y no me corto un pelo. Podrá gustar o no su estilo, pero es innegable que Anna escribe una muy buena novela romántica.

Saltar al vacío es la historia de Alexia y José Antonio. Una historia de amor que se vive de forma discontinua, pero que se siente en la piel y en los huesos de forma permanente. Un amor que enardece, quema, inunda y arrasa de pasión y emociones, pero que también duele, devasta, erosiona y hace llorar al corazón y al alma.

Alexia, desde niña, siempre ha querido pintar... y siempre ha querido a José Antonio. José Antonio, desde que era un chaval, ha sabido que sería médico... y soñaba con los ojos de Alexia. Cada uno de ellos ha seguido su camino y los dos van a conseguir lo que siempre quisieron ser. A lo largo de los años, en repetidas ocasiones, sus sendas se han cruzado. Las emociones y sensaciones que dominan la conexión que siempre se establece ellos, va más allá de toda lógica, sin embargo, las dudas, los miedos, la desconfianza, la falta de madurez, la inseguridad y también el orgullo trunca todas y cada una de las veces su incipiente relación. Se aman con desesperación, el uno sin el otro están vacíos e incompletos, pero ni dan su brazo a torcer, ni dejan de hacerse daño ni, por supuesto, se sinceran.

Es esta una novela muy bien escrita, intensa, con preciosas, emocionantes y muy emotivas escenas de amor, muy en la línea en todos los sentidos de Doce años y un instante, que se cuenta yendo hacia atrás y hacia delante en el tiempo y desde el punto de vista de él, de ella y en tercera persona. Así las cosas, nos hacemos perfectamente a la idea de lo que pasó, de lo que pasa y de lo que sienten cada uno de ellos. No es una historia fácil, como por lo que cuento podréis comprender, porque los malentendidos y el dolor que sienten ambos frustra y entristece, pero es muy romántica, DE AMOR, AMOR, y cuando acaba el libro tan bonito y tan bien te quedas súper satisfecha, enamorada y emocionada. Me ha gustado mucho de verdad.