Anne Barton - When she was wicked

Crítica realizada por Katon

Anabelle Honeycote es una joven costurera que trabaja en una de las tiendas más concurridas de Londres, su gusto para combinar colores y adaptar los vestidos para la personalidad de cada clienta le han otorgado cierta fama. Tras la muerte de su padre ella es la encargada de mantener a su madre enferma y a su hermana pequeña, que se queda al cuidado de la madre mientras Anabelle está trabajando. La salud de su madre empeora día a día y las visitas al médico y los medicamentos que le prescriben son demasiado caros. Anabelle, que oye cotilleos y confesiones mientras las mujeres, amantes y madres se prueban vestidos, ve una posibilidad de conseguir esas pequeñas cantidades de dinero para las mujeres de la alta sociedad, pero toda una fortuna para ella.

Tras la última visita al farmacéutico la situación de las Honeycote empieza a ser desesperada, el alquiler está próximo y su madre necesita las medicinas cuanto antes. En el taller de la modista escucha a la señorita Sterling que Lady Olivia, una de las hermanas del duque de Huntford, tiene una relación con un sirviente de su hermano. Nada más escuchar ese cotilleo entran en la tienda el duque junto con sus dos hermanas, Olivia y Rose. Anabelle será la encargada de hacerles dos vestidos de baile. El duque se fijará en esa costurera ya que es atenta con sus hermanas pero también percibe algo de orgullo cuando la señorita Sterling se muestra despectiva con ella.

Poco después el duque recibe una nota instándole a dejar cierta cantidad de dinero bajo un puente de Hyde Park o se publicará en el periódico más sensacionalista de Londres el supuesto affaire de su hermana.

Owen, duque de Huntford, ha tenido que soportar varios escándalos; el primero fue hace unos tres años cuando su madre abandonó a su padre y a sus dos hermanas. La fatídica noche de la huida de su madre, mientras celebraban una fiesta en su residencia campestre, ocurrió algo más, algo que marcó a Rose, la pequeña de los Sherbourne para siempre ya que desde esa noche no ha vuelto a pronunciar ni una palabra. Para Owen lo más importante es la familia, así que cuando recibe esa infame carta decide no dejarse extorsionar.

Tras toda la noche vigilando, lo que menos se imaginaba Owen es encontrar a esa dulce costurera vestida como un jovenzuelo. Ignorando su sentido común, Owen le propone un trato: no la llevará ante las autoridades si accede a fabricar varios vestidos para sus hermanas, pero con la condición de que viva en su casa de Londres, y desde ese mismo momento no puede abandonar su casa, ni siquiera para visitar a su madre y a su hermana Daphne. Anabelle, no tiene opción, ya que además, el duque se ha comprometido a hacerse cargo del pago del alquiler donde viven las Honeycote, así como las medicinas de la madre.

Así comenzará la convivencia entre Anabelle, Olivia y Rose, con las que congeniará rápidamente. Pocos días después Annabelle recibe una carta de su hermana en la que le informa sobre la precaria situación de su madre. Anabelle sale esa misma noche a hurtadillas de la casa. Pero ni el mejor barrio de Londres es totalmente seguro por la noche y gracias a la intervención de Owen, Annabelle se librará de un peligroso ataque. Este incidente hará que la relación entre Anabelle y Owen cambie.

Olivia y Rose convencen a Owen para que Anabelle, o Belle, como la llaman, los acompañe a la fiesta campestre a la que han sido invitados. En esa fiesta se desvelará las razones por las que Rose no ha vuelto a hablar y la verdad sobre la marcha de la madre de los Sherbourne. La señorita Sterling, que aspira a casarse con el duque ve en Anabelle a una amenaza para sus planes así que no parará hasta que consiga separarlos.

Hay varias tramas a lo largo de la novela, por un lado está la relación entre Belle y Owen; cómo Belle le enseña a comprender a sus hermanas y a unirlos como nunca antes lo habían estado. Por otro lado tenemos los tejemanejes de la señorita Sterling, siempre tiene que haber una rival y en este caso no parará hasta ser duquesa. Además está la supuesta relación de Olivia con un empleado, aquí habrá más de una sorpresa. Y luego está el suceso acontecido años atrás y que acabó con la huida de la madre de los Sherbourne y el cambio de Rose.

La historia de amor entre Anabelle y Owen es estupenda, me ha gustado mucho, con mucha tensión, sus tiras y aflojas, con diálogos muy divertidos y situaciones muy entretenidas, alguna un poco traída por los pelos para mi gusto, pero bueno, la autora lo ha salvado bastante bien. El ritmo es muy ágil y me lo he leído en un suspiro, la ambientación, sin abusar de las descripciones está bastante bien, me ha gustado sobre todo lo relacionado con la modista y el trabajo de Annabelle. Lo único que no me ha terminado de convencer es la manía que tiene Anabelle de considerarse inferior por no ser noble, hay un detalle que el lector sabe desde el principio y que no voy a revelar pero que me ha hecho cansarme un poco de esa actitud de la protagonista.

Además de la historia de amor hay esa pequeña trama que rodea a Rose y que es muy interesante, pero sin quitar protagonismo a la pareja principal.

Me ha sorprendido esta autora, tanto por su manera de escribir como por lo bien escrita que está la novela, hay una tensión siempre presente entre Owen y Anabelle y como lectora he sido consciente de ella desde el primer encuentro. Y sobre todo porque no introduce escenas de cama sin venir a cuento, hay pocas pero encajan a la perfección con la historia, y esto, viendo las novelas que se publican últimamente es de agradecer.

Como curiosidad puedo añadir que Anne Barton ganó el Golden Heart con esta novela en la edición de 2011 y que gracias a ese premio la novela se publicó en USA en enero de 2013.