Anne Gracie - Desliz fortuito

Valoración:

Crítica realizada por Paola

Libro 4 de la serie "Jinetes oscuros"

Nash Renfew despierta en la cama de la encantadora Maddy Woodford. Se siente enormemente confundido y pronto descubre que, debido a un accidente, ha perdido la memoria.

Ella cuida cariñosamente de él y, sin querer, se deja llevar por los dulces sentimientos románticos que se adueñan de su corazón. Él descubre que está muy a gusto con ella y, aunque pronto recupera la memoria, decide fingir que sigue amnésico para poder estar más tiempo a su lado.

Descubrí a esta autora gracias a una crítica de un libro suyo que leí en esta web y desde entonces tengo que decir que me he hecho adicta a ella.

Esta novela, como las otras que he leído de esta escritora, ha conseguido hacerme disfrutar.

Aquí tenemos a dos personajes de la época de la Regencia, bastante típicos, sobre todo la heroína: bonita, soltera, cuidando de varios hermanos más pequeños que ella y trabajando para salir adelante con un pequeños negocio de apicultura.

Hay vibración en la novela porque sus personajes principales están muy bien definidos y los secundarios son realmente interesantes, cada uno con su propia personalidad cobijan a los protagonistas en una historia llena de ternura.

Nash es diplomático, regresa a Inglaterra después de haber llevado a cabo gestiones en San Petersburgo y vuelve para revisar unos terrenos que ha heredado de un pariente cercano. Ya es hora de buscar a la mujer adecuada para casarse, que encuadre en su trabajo. Pero en el camino sufre un accidente, cae del caballo y pierde el conocimieto. Cuando despierta, no recuerda nada, no sabe quién es ni qué hace. Pero se encuentra cuidado por una bonita muchacha en una casita de campo. Nash me ha parecido un héroe muy a la medida de las novelas del género, sin nada que envidiar a muchos otros que ya he leído otras veces, un poco calavera pero sensual y carismático.

Maddy es una protagonista llena de encanto, decisión, muy activa, de las que hacen todo cuanto sea preciso para sacar a la familia adelante. La gente la respeta porque es buena persona y trabaja duramente.

La relación entre Maddy y Nash es bonita, sensible, llena de ternura. Porque ella no quiere permitir que ese hombre muera y él se va sintiendo más y más atraído por la joven. Maddy es un personaje que demuestra tener amor por sus semejantes, incluso por ese extraño al que no conoce y del que nada sabe.

Nash, como es lógico, va recordando cosas de su vida, pero no tiene prisa, se encuentra de maravilla en esa casita de campo. La atmósfera que se respira en esa lugar le da una paz que lleva tiempo buscando, la familia de Maddy es estupenda, le acogen con cariño y él acaba teniéndoles también afecto. Descubre en la heroína a una mujer fuerte que, lejos de estar triste por el destino que le ha tocado vivir cuidando de sus hermanos, es animosa y su vitalidad y alegría las trasmite al resto.

Los hermanos de Maddy son fabulosos, cada uno es de una forma de ser, pero todos se sienten atraídos por el desconocido que ha llegado a sus vidas.

En la novela hay también cierta tensión y misterio: alguien despreciable que quiere asusta y quiere hundir el trabajo y el esfuerzo de la heroína, acosándola día y noche.

El romance es bonito porque priman más los sentimientos que el orgullo de cada uno. Cometen errores, por supuesto, pero rectifican, se arrepienten de ellos, no permiten que los problemas les amarguen. Sobre todo ella, que echa a un lado el peligro que conlleva cuidar de un extraño puesto que su reputación puede verse afectada.

Hay momentos tensos, pero también instantes alegres en la familia, bien descritos y chispeantes. Los diálogos me han gustado bastante.

Para nada pienso contar el final, hay que leerlo. Es una de esas novelas con las que se pasa un buen rato, narrada de manera ágil y con momentos intensos. Yo la recomiendo porque la he disfrutado mucho.

Si tuviera que darle puntuación, entre 0 y 5 le pondría un 4 y medio.

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Crítica realizada por Irdala 

Nash Renfrew regresa a Inglaterra para hacerse cargo de la herencia que le ha dejado su fallecido tío. Nash se dedica a la diplomacia y es muy bueno en su trabajo. Ama su profesión, por tanto, su intención es despachar y poner en orden cuanto antes su recién adquirido legado y, aprovechando su estancia en su país, y habiendo llegado la hora de sentar cabeza, hacerse con una esposa que además de cumplir sus funciones como tal, sepa también adaptarse a los compromisos sociales que supone su oficio.

Obviamente no desea un matrimonio por amor, eso fue lo vivieron sus padres y él no tiene, precisamente, unos recuerdos maravillosos de la historia de sus progenitores. Buscar una esposa no es algo que a él vaya a hacerle perder el tiempo, es por eso que mejor lo deja en manos de su querida tía Maude. Así, mientras ella busca a la mujer ideal, él resolverá los asuntos de su herencia y volverá en tiempo record a ocuparse de lo que verdaderamente adora: su trabajo.

Maddy es una joven de 22 años que a la muerte de su padre tiene que hacerse cargo de sus cinco hermanastros, el mayor de los cuales no tiene más de 12 años. Su padre murió endeudado y se ve obligada a vivir en una diminuta casita de campo, sembrando un huerto, recolectando miel y arreglando sombreros para las señoras del pueblo. Su situación no puede ser más precaria. Ella, nieta por parte de madre de una de las damas de compañía de María Antonieta, condesa para más señas, por diferentes circunstancias de la vida jamás ha ocupado la posición que debería haber tenido por nacimiento. Lejos de eso, tiene que al sacar adelante a su familia en unas circunstancias cada vez más adversas. En este momento no tiene ni para pagar la usura que el administrador del difunto dueño de su casita le solicita. Para redondear sus males, un desalmado aparece de vez en cuando por las noches provocando el pánico de ella y sus hermanos.

Cuando Nash va a visitar sus propiedades, al pasar cerca del huerto de Maddy su caballo resbala en una cuesta enlodada, él sale despedido y pierde el conocimiento. Con harto esfuerzo, ella consigue meterlo en su casa y allí lo cuida hasta que recobra el conocimiento. Sin embargo, no recuerda quién es.

Y así es como comienza esta cuarta entrega de la serie Jinetes oscuros que, al igual que las anteriores, me ha dejado sumamente satisfecha.

No, no penséis que la novela es un pedazo de novelón. Tampoco creáis que tiene una trama extraordinariamente elaborada. No esperéis protagonistas especiales ni muy diferentes a otros que ya hayamos leído más veces. Sin embargo, esta autora se las apaña maravillosamente para crear una bonita historia romántica con un elenco de personajes que, en su conjunto, hacen de la novela un todo delicioso.

Me gusta Anne Gracie porque es sencilla en todo. No trata de imaginar imposibles más allá de lo que es una simple historia de amor con final feliz como manda este género. Me gusta porque sus protagonistas femeninas son mujeres que aún en su indefensión o situación de inferioridad, están llenas de coraje y de valores, son fuertes sin resultar increíbles (ni insufribles), porque se enamoran, lo asumen y lo confiesan, no se engañan ni se pierden en absurdos argumentos para crear misterio o emborronar la historia. Me gusta esta autora porque sus hombres son fuertes y valerosos, tiernos y cariñosos, guapos, protectores, granujas y divertidos. Y me gusta también porque siempre, cuando finaliza sus historias, lo deja todo atado y bien atado: los malos a buen recaudo, los buenos, todos (secundarios incluidos), teniendo un bonito final feliz.

Lo he dicho ya en otras ocasiones, Anne Gracie escribe historias de Cenicientas y Príncipes Azules, y lo hace con un lenguaje ameno, dulce y expectante, y yo, cuando la leo, siento la misma emoción y el mismo placer que cuando de niña leía cuentos, y cuando los terminaba, siempre me quedaba esa sensación de ensoñación y bienestar. Así que no, esta autora no escribe novelones, no, y Desliz fortuito ciertamente no lo es, pero sí es una historia romántica sencilla y dulce, bonita y tierna, y cuando la he terminado he cerrado el libro con una sonrisa feliz.

 

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