Arlette Geneve - Expiación

Crítica realizada por Kkekka

Coral no imagina la trampa de seducción que Elouan ha urdido para obligarla a expiar sus pecados. Ambos entrarán en una espiral de deseo y dolor de la que ninguno podrá escapar fácilmente. París, febrero de 1807. Napoleón acude en persona a la prisión de la Conciergerie para ofrecer un trato a uno de sus presos distinguidos, a cambio de la libertad. Su misión: estrechar lazos con don Ramón Narváez, emisario en la embajada española padrino de su esposa, Coral de Garcés y Malvasía. Napoleón necesita conocer los intereses de la monarquía española antes de concretar la invasión. Sin embargo, la tarea no será sencilla, pues el reencuentro de los esposos, lejos de ser una promesa de amor, reaviva los sentimientos de venganza que Elouan esconde en su interior. Coral se convierte, sin saberlo, en un preciado tesoro y un títere en manos de franceses y españoles. Mortificada y abrumada, soportará la dura lucha entre su corazón, que pertenece a su esposo, y su patria.

Coral y Elouan eran un matrimonio feliz y muy enamorado hasta que la desgracia en forma de traicion y espionaje se cruzó en su camino. El hermano de él era un espía de los ingleses y Coral fue la que lo descubrió y lo denunció tras muchos momentos de duda. Con su hermano también fue encarcelado por complice (aunque no lo fuera), Elouan que vio como su felicidad, su vida y todo se desvanecía ante sus ojos a manos de la mujer que amaba.
Pero Coral también sufrió en esos años ya que su familia vio como su honor se arrastraba por el suelo. Se vio relegada a una casa en Salamanca donde apenas nadie la visitaba. Solo vivía para conseguir que ese matrimonio fuera anulado ya que estaba segura que si alguna vez su marido salía de prisión su vida sería un infierno. Y no se equivocaba.
Ahora, años después, el gobierno necesitaba a Elouan y él necesitaba a su mujer para cumplir su misión. Pero era una misión doble, una misión para el gobierno y una misión para su alma. Haría sufrir a Coral, la haría pagar por todo. Pero aun la amaba tanto como la odiaba, solo había que ver para donde se inclinaba la balanza.

Arlette Geneve es una autora que me suele gustar pese a lo intensa que es ( una no es de muchas intensidades, pero bueno). Sus protagonistas, sufren, rabian, patean, traicionan, aman desaforadamente y odian del mismo modo. No tiene termino medio en nada. De modo que o te gusta o no.
Una cosa que tiene bueno, es la documentación. Ahí no hay queja (salvo quizá cositas, pero nada como para mandar el libro a paseo)
Los personajes son viscerales. A él le mandaría a la China en mas de una ocasión, como a los de casi todos sus libros. Pero es que son así, emocionales totalmente. Luego cuando aman lo hacen totalmente, pero en la novela se lo hacen pasar a la protagonista de mil y un colores.
Ella es; teóricamente fuerte, inteligente, sufridora, se encara a él (bueno solo de boquilla por que luego el le mete una voz o le da un beso y para qué quiero mas). Los personajes femeninos es lo que menos me gusta de los libro de la autora, pero aun así sigo cayendo en ellos. Su excusa es que están enamoradas o hacen lo que hacen, en este caso por una promesa.
La trama esta muy bien narrada e hilada. Es un libro no muy extenso, por lo que no se hace pesado. Aunque me gustaría que la autora cambiara un poquito de esquema, que nos presentara otro tipo de protagonistas y de problemas entre ellos. Creo que sería interesante ver como resuelve algo diferente ya que cuando lo hizo otra vez le fue bien.
Mi valoración es bueno y lo recomiendo a seguidoras de la autora y a aquellas a las que les vayan las "emociones fuertes" o las subidas y bajadas emocionales.