Crítica realizada por Mailo
Barbara Delinsky nos ofrece una historia llena de intriga, de amores difíciles y de ajustes de cuentas con el pasado, en torno al pueblo de Middle River, una comunidad que depende de los Meade, propietarios de una fábrica de papel cuyos efectos contaminantes parecen estar afectando la salud de los lugareños. Todo se complicará cuando Annie, la protagonista, inicie una tórrida relación con James, heredero de la controvertida papelera.
Annie, escritora, exitosa, reside en Washington y nació en Middle River, donde no es muy popular por una novela ya que todos los que iven en el pueblo piensan que ha recreado sus vidas en esa libro.
Cuando decide volver al pueblo, se tiene que enfrentar a la repulsa de casi todos, especialmente a la repulsa de los Meade, que son los propietarios de importantes empresas y muy poderosos. No es que Annie quiera especialmente regresar allí, pero la extraña muerte de su madre la obliga a ello. Simplemente, piensa que hay algo turbio en esa muerte y quiere desvelar el secreto.
La cosa se complica cuando se da cuenta de que su hermana empieza a enfermar del mismo modo que lo hizo su madre. Y entonces es cuando se convence de que hay algo oscuro y que lo de su madre pudo ser un crimen.
James, es el protagonista masculino. Y es un Meade. Podéis imaginar que surge una atracción fuerte entre los dos. Y aquí está el dilema, porque Anie cree a pies juntillas que uno de los productos de las fábricas es el causante de todo y, por tanto, que él es tan culpable como el resto de su familia.
Es la historia de una lucha denodada para descubrir las bajezas del poder, combinada con un amor que consigue hacer todo más claro y mezclado a la vez con una relación estupenda entre Anie y su hermana.
Recomendable, aunque solamente sea por ver esa lucha para descubrir la verdad.