Brenda Novak - Un completo desconocido

Crítica realizada por Mc2

Quinto libro de la serie Dundee, Idaho.

Las prisas por alcanzar a un ex marido impredecible habían obligado a Hannah Price a conducir por la autopista en medio de una fuerte tormenta de nieve. No podía permitir que Russ llevase a sus hijos Brent y Kenny a esa cabaña, y menos sabiendo que estaba bebido. La última vez Kenny había estado a punto de resultar gravemente herido. Si no se daba prisa, esta vez podría ser todavía peor.

Gabe Holbrook aún recordaba el accidente que había sufrido en Navidades, casi tres años antes. Su silla de ruedas era un recordatorio constante de cómo sus sueños se habían desvanecido. Había pasado de ser el extrovertido y jovial quarterback, en un importante equipo de fútbol americano, a convertirse en un ermitaño que evitaba a familiares y amigos por igual, y que apenas salía de casa. Sólo en los muebles que construía, y en su perro Lazarus, encontraba algo de paz. Pero ahora su amigo Mike Hill había aparecido para ofrecerle entrenar al equipo del instituto. Y Kenny Price era uno de los jugadores del equipo.

Hannah nunca había podido olvidar a Gabe. Y no sólo por el accidente que le había confinado a una silla de ruedas, sino también por el beso que él le dio en el instituto veinte años atrás. Sabía que debía avisarle de algunas dificultades con las que se iba encontrar en el equipo, aunque eso supusiera enfrentarse de nuevo a él.

Primera novela que leo de Brenda Novak y me ha encantado. Creo que voy a dar más oportunidades a esta escritora. Sobre todo en cuanto al resto de novelas de esta serie que discurre en una pequeña localidad de no más de mil quinientos habitantes.

En cuanto a los protagonistas, Hannah es una mujer que ha debido luchar mucho en la vida, y que incluso sigue manteniendo a un ex marido borracho e irresponsable con su trabajo como fotógrafa. La muerte prematura de sus padres le había hecho fijarse en el hombre equivocado en el instituto. Y ahora, madre de dos hijos de dieciséis y siete años a los que adora, no puede evitar sentirse atraída por ese hombre moreno, de ojos azules y rasgos fuertes que nunca ha podido olvidar. Gabe lo había tenido todo. Una familia acomodada (su padre es senador), un futuro prometedor como estrella del fútbol americano, y un montón de mujeres impresionantes persiguiéndole. Ahora sólo puede mantener la esperanza de que los avances en lesiones medulares le permitan abandonar la silla en la que está confinado, mientras intenta mantener una independencia que le aleje de las miradas compasivas de todos. Sólo la atracción que poco a poco empieza a sentir por Hannah le permitirá averiguar si las partes importantes de él siguen funcionando.

En conclusión, una bella historia de amor y superación muy recomendable para leer.

La valoro como muy buena.

Crítica realizada por Anasy

Últimamente cuando tengo días bobos en los que ningún libro me engancha, hay un par de autoras que están resultando ser muy efectivas para hacerme disfrutar de una buena y corta historia en esos momentos, una de ellas es Brenda Novak, que nunca me decepciona.

Los que hayan leído algún libro de esta serie ya conocen a Gabriel Holbrook, Gabe. Hijo de un importante político con una carrera arrolladora como futbolista americano, famoso y con un futuro por delante, hasta que sufre un accidente que lo deja paralítico, desde entonces vive en su pueblo natal en una cabaña solitaria y apartada donde apenas hace vida social.

En esta historia conocemos como fue el accidente y quien lo provocó, Hannah Price, una joven madre que por culpa de la desesperación hace un mal adelantamiento que provoca el accidente en el que la vida de Gabe cambia radicalmente.

Han pasado unos años y Hannah no puede dejar de sentirse culpable por ser la responsable de la parálisis de Gabe que lejos de odiarla, la trata con respeto pero siempre desde la distancia.

Hannah lleva seis años divorciada de su ex marido, pero este sigue complicándole la vida con sus dos hijos, Kenny que ya va al instituto y el pequeño Brent de siete años. Su ex marido es un irresponsable sin trabajo ni ocupación que se dedica a beber y poco más, cada vez que se lleva a los niños, es un sufrimiento para Hannah pues no es nada fiable. Pero Hannah es una mujer luchadora que tiene su propio negocio, que cuida de sus hijos y vive para ellos, pero que no puede perdonarse lo que le pasó a Gabe.

Gabe por su parte sigue amargado y huraño, de tener una profesión que adoraba, fama y lo más importante, movilidad, pasa a ser un paralítico al que todos miran con lástima y compasión. Se resiste a la idea de no volver a caminar, pero se mantiene apartado de todos y sobre todo de la vida pública, encima el escándalo que salpica a su padre al reconocer que tuvo una hija ilegítima hace veinticinco años, rebaja el respeto y la admiración que siempre tuvo hacia él.

Ahora se ve en el compromiso de entrenar al equipo local del instituto donde comenzó su carrera, y donde uno de los jugadores es Kenny Price, pero lo peor no serán sus pocas ganas de entrenar, sino que hay gente envidiosa que desean que fracase en su nueva faceta de entrenador.

Hannah decide avisar a Gabe de que algunos no están contentos con su nuevo puesto pero esa inesperada visita los llevará a empezar a pasar más tiempo juntos , los dos se atraen y se gustan, pero Hannah sigue siendo la responsable de que viva en una silla de ruedas, además no sabe si está preparada para otra relación y mucho menos con alguien como Gabe, que puede tener a la mujer que quiera. Y Gabe no se cree el hombre que Hannah necesita pues no tiene nada que ofrecerle.

ES una historia demasiado corta, me habría encantado que fuera más larga porque es una historia muy bonita, sencilla y tierna que se pasa en un suspiro y que te deja muchas ganas de más.

Muy bueno.