Brenda Novak - Una boda en invierno

Crítica realizada por Luciago

Es la primera novela que leo de Brenda Novak. Llevo bastante tiempo oyendo maravillas de esta autora, pero siempre me he resistido a leerla porque no soy muy aficionada a leer harlequines. Pero viendo que últimamente estoy encontrando verdaderas joyitas en esta editorial, me he decidido... y cuál ha sido mi sorpresa al darme cuenta de que me ha gustado y que pertenece a una serie, Whiskey Creek, y que es "el noveno".

Me gusta leer historias que transcurren en pequeñas poblaciones, donde todos se conocen y se ayudan pese a que pierden la intimidad, ya que todos saben todo de todos. ¡Pero es tan bonito tener al lado siempre alguien con quien contar!

Kyle es el único de los amigos que no tiene pareja en el presente. Ha levantado su pequeño negocio de placas solares y se ha dedicado también a comprar casas antiguas y reformarlas, para luego alquilarlas. Es un hombre tranquilo que le gusta su pueblo. Allí vive bien y no tiene ninguna intención de salir de él. Está seguro de sí mismo e inspira calma y tranquilidad a todo aquel que le rodea. Tiene solo dos hándicaps: le acosa su ex mujer, una persona que no está en su sano juicio, envidiosa y que le ha hecho mucho daño y, por otro lado, él todavía sigue enamorado de la que fue su novia y ahora es la mujer de su hermanastro.

A la alquería que ha alquilado Kyle llega la cantante country Lourdes Bennet. Está totalmente desmoralizada, ya que su carrera ha sufrido un descalabro con su última creación y además su manager y novio le engaña. Ha decidido ir allí para intentar componer de nuevo algo que remonte su carrera y reconstruir su vida.

Pero la caldera de la alquería está estropeada, lo que llevará a Lourdes a pernoctar y seguir en casa de Kyle, ya que ella no quiere aparecer por el pueblo ni que nadie la vea. Pero la amistad que nace inmediatamente entre ellos y la complicidad creciente, les ayuda a ambos con sus problemas. Debida a la aparición de la ex esposa de Kyle y unas noticias en el periódico del pueblo, deciden dejar que todos piensen que son amantes, pero el trato diario y la atracción que poco a poco va ejerciendo su presión, termina siendo realidad.

Pero hay alguien que no está de acuerdo con esta relación y quiere vengarse. Va a hacer cosas que pondrán en peligro a los amantes y quizás a más personas de su entorno.

Me gusta el ambiente que existe en este pequeño pueblo, las reuniones con los amigos, la cercanía que existe entre ellos, la naturalidad con la que todos se tienden la mano y el amor con el que Kyle le enseña a Lourdes lo que él denomina como "su casa", que es el pueblo en sí. Me he quedado con ganas de conocer a esos otros personajes de entregas anteriores, que tan agradables me han parecido en esta historia y posiblemente lo haga.

No es una gran novela, pero es dulce, simpática, llena de sentimientos y narrada con buen estilo. Se lee muy rápido, tiene la suficiente intriga para que te enganche enseguida y los protagonistas son muy interesantes, sobre todo Kyle. Es un amor de persona, me ha gustado mucho cómo encara la situación con su ex mujer. En general todos los personajes me han gustado, se nota cuando una autora es buena en estas pequeñas obras.

Sólo hay un pero que yo le pondría y es que el final es demasiado apresurado, pero viendo que es una serie y que en esta entrega se finalizan y se habla del resto de los amigos supongo que en la siguiente entrega se hablará también de Lourdes y Kyle.

Es una agradable lectura para esos días en que no tienes ganas de complicarte la vida con lecturas dramáticas o complicadas. Es un soplo de aire fresco y dulce que te aportará unas horas de relax y desconexión de la monotonía de la vida.