Candace Camp - Secretos de una dama

Valoración:

Crítica realizada por Katon

Libro 1 de la serie: "Willowmere"

Mary Bascombe supo que tenía que tomar medidas drásticas cuando, tras la muerte de su madre, su padrastro intentó venderla junto a sus tres hermanas al mejor postor. Su madre había cortado toda vinculación con su familia británica, pero ella decidió que las cuatro iban a huir a Londres para ocupar el lugar que les correspondía en la alta sociedad, ya que eran nietas del conde de Stewkesbury.
El apuesto sir Royce Winslow no sabía si creerlas, porque a pesar de lo encantadoras que eran, tenía la impresión de que estaban ocultando algo; aun así, la atracción que sentía hacia Mary era muy real, de modo que cuando las cuatro partieron hacia Willowmere, la finca ancestral del conde, para adquirir algo de refinamiento, no dudó en ir con ellas.
Cuando un desconocido intentó llevar a cabo un secuestro, Royce y Mary tuvieron que unir fuerzas para enfrentarse al peligro... y fue entonces cuando él descubrió que, por mucho que la alta sociedad valorara la propiedad y el decoro, era una americana de lo más inapropiada la que estaba adueñándose de su corazón.

Las cuatro jóvenes Bascombe, Mary, Rose, Camellia y Lily acaban de llegar a Londres cuando un ladronzuelo trata de robarles la cartera donde portan todos sus documentos. Es así cómo se topan con un buen samaritano que las ayudará a llegar a una posada. Sir Royce, queda sorprendido de la belleza y simpatía de las jóvenes americanas, fijándose desde un principio en la mayor, Mary. Pero las jóvenes han ido a Inglaterra con un objetivo; cumplir la promesa hecha a su madre poco antes de morir. Buscar a su abuelo y demostrarle que son sus nietas. Su madre fue desheredada cuando decidió fugarse con el hombre al que amaba. El conde de Stewkesbury se olvidó para siempre de su hija, o eso creían todos.

Tras llegar a la casa del conde, Mary se ve de nuevo en la calle sin haber tenido la oportunidad de verle, el choque de costumbres será una dura prueba para Mary. Derrotada, regresa a la posada para descubrir que su salvador del día anterior, está acompañando a sus tres hermanas. Tras una breve conversación, Royce descubre el parentesco de las jóvenes con el conde de Stewkesbury, al que conoce personalmente. Aunque un poco reticente, ya que la historia que cuentan es un tanto pintoresca, además de intuir que ocultan algo, las acompaña a ver al conde. Esta vez irán las cuatro y no tendrán ningún problema para entrar acompañadas de Royce.

En la mansión de Mayfair descubrirán que su abuelo, el conde, falleció hace unos meses y que el título lo ostenta ahora el primo de las cuatro jóvenes, Oliver. Royce y Oliver se han criado juntos, aunque no son hermanos de sangre, su trato es como tal, además de tener un hermano común, Fitz. Una vez estudiados todos los documentos que aportan las jóvenes, ya no hay duda. El conde de Stewkesbury tiene cuatro primas más. Las acogerá en su casa porque es lo que debe hacer, además renovará su vestuario, que está bastante desfasado y que crea miradas de curiosidad de manera constante, aunque ellas no se percaten de ello.

Tras una desastrosa cena familiar en la que las jóvenes conocerán a sus estrictas tías, el conde toma la solución de contratar a una institutriz para que les enseñe etiqueta y las costumbres básicas de la nobleza inglesa. Charlotte, otra prima, junto con su amiga Vivian, se encargará de renovarles todo el guardarropa. La amistad entre las cuatro hermanas, su prima y Vivian será inmediata, ellas serán un soporte para desenvolverse y no sentirse intimidadas. Aunque pocas cosas pueden intimidar a estas cuatro norteamericanas. Pero su estancia no es tan relajada como cabría esperar, en Londres descubren que un hombre las está siguiendo y de camino a Willowmere, la casa ancestral del conde situada en la región de los Lagos, un desconocido intenta raptar a Rose. Desde ese momento Royce no se separará de ellas. Al llegar a Willowmere y producirse otro suceso sospechoso, Royce aumentará la vigilancia para protegerlas, a la vez que intenta convencer a Mary de que sus sentimientos son sinceros.

Los diálogos entre las cuatro hermanas y las situaciones que crean es lo que llena de humor la historia. Son independientes, algo traviesas y sinceras ante todo. Hasta bien avanzado el libro no sabemos la edad de la protagonista, veintiséis años, imaginamos que debe rondar los veinte, pero no lo sabemos con exactitud. En cuanto a la edad de Royce, queda a elección del lector. Generalmente este hecho no me molesta pero en este caso hay un hecho que me ha desencantado un poco. Lo que quiero decir es que conforme vamos leyendo el libro la escritora nos presenta a las dos hermanas más jóvenes, Camellia y Lilly como dos niñas o adolescentes como mucho, por sus comentarios, opiniones y forma de ser, a mitad del libro descubrimos que deben estar rondando los veinte años y eso choca con su actitud, o por lo menos a mí me ha pasado. Al saber su edad algunas situaciones que podrían ser graciosas para jovencitas de, como mucho, quince años se convierten en casi vergonzosas para un personaje de diecinueve o veinte. A lo mejor es la sensación que me ha dado a mí, pero ese aspecto está un poco confuso en toda la novela.

La intriga que acompaña a la historia no está mal llevada pero me ha parecido poco creíble e irreal en algunos momentos. Y en cuanto a los personajes, las negativas de Mary a aceptar a Royce eran más una burda excusa sin fundamentos con diálogos un poco manidos. Aunque no me ha llegado a caer mal, ha habido algunos momentos que sí que le hubiera dicho cuatro cosas. También me hubiera gustado ver algo más del enamoramiento por parte de Royce, ya que me ha parecido un poco repentino. Aunque su personaje me ha parecido dulce, tierno y muy paciente con las cuatro hermanas. También debo confesar que el primer beso que se da la pareja me parece metido con calzador, un poco más adelante habría estado mucho mejor. Los personajes secundarios sí que me han gustado bastante, crean un conjunto que interactúa muy bien y me ha dejado con ganas de leer los otros dos libros de la trilogía.

En resumen, a pesar de lo dicho anteriormente, el libro me ha gustado y he reído en algunos momentos. Se lee muy rápido y los diálogos son una nota agradable a lo largo de la historia. Los personajes me han gustado y tengo ganas de leer la historia de Fitz y Oliver. Una novela entretenida y poco más.

Valoración: Buena

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Crítica realizada por LadyZarek

La sinopsis de "Secretos de una dama"  explica la novela en pocas líneas, aunque no es del todo acorde con lo que se lee, ya que la parte de Royce no está desarrollada apenas en el libro, o eso me he encontrado yo. No era lo que yo pensaba que sería, tiempo y dinero malgastados.

Poco tengo que añadir en cuanto a de qué va el libro, salvo que parece la historia de cuatro hermanas locas, independientes y pesadas que se quedan bajo el cuidado de Royce la mayor parte del libro. Sabemos lo que hacen casi a diario, un aburrimiento tanto para las hermanas como para la que lo ha estado leyendo. Se le da más importancia a las hermanas de Mary, la protagonista, que al propio Royce, lo que en mi honesta opinión es un error cuando la historia se supone que es romántica, una historia de amor.

Durante todo el libro tenemos que tragarnos lo innumerables intentos de secuestro de un torpe malo. También tenemos que tragarnos a la antipática y muy desagradable institutriz.  La aparición innecesaria de Sabrina, que no viene a cuento (salvo para meter cizaña entre los protagonistas y rellenar páginas). La largas descripciones. Lo soso de la trama, muy simplona para mi gusto. En fin, que a este libro se le pueden sacar más defectos que virtudes.

A mí me encantan los libros gordos, de 400 páginas o más, pero "Secretos de una dama" se podría quedar en la mitad de las 454 páginas que tiene. La mitad le sobra, y me he saltado algunas páginas de lo aburrida que me dejaba el libro. Y eso que había empezado con buen pie... Ingenua de mí, pensando que me iba a gustar. Pero desde el momento que empiezan los incidentes, he empezado a hartarme de las hermanas, de Mary, de no saber qué siente o piensa Royce, de la ineptitud del malo, de las descripciones...

Mary es una protagonista que sabe cuidar a sus hermanas y se cuida a sí misma perfectamente, pero se convierte en una gelatina cada vez que se topa con el atractivo Royce. No duda en proteger a sus hermanas a toda costa, y no duda en enfrentarse a Royce por cualquier cosa. Comprende que, al vivir en un país cuyas costumbres difieren tanto de las de su país de nacimiento, debe comportarse de otra manera, siendo más discreta, pero eso no va con ella y le cuesta no hacer justo lo contrario.

Royce, según lo poco que he podido descubrir, es un poco bocazas, siempre dice lo que molesta a Mary sin pensarlo. Pero también me ha parecido muy paciente. Y ya está, no he descubierto nada más de este protagonista. Me ha dejado indiferente.

Las hermanas de Mary, quienes aparecen a lo largo de toda la historia, me han parecido tres chicas fuertes que saben arreglárselas solas, pero también muy insensatas. No me han gustado, así de claro. Me ha parecido que restaban protagonismo a Royce. No necesitaba saber tanto de ellas.

Resumiendo: una pareja sin chispa y sosa, unos secundarios olvidables, una trama simple y un libro excesivamente largo. De lo peor que he leído este año, y lamento mucho decirlo, pero es así. Candace Camp no termina de gustarme, y gracias a este libro, ya no pienso comprar ni uno más de esta autora.

Nota: 0/5. No me gusta dar esta nota, pero como el libro no me ha gustado nada, ahí va.


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