Carla Crespo - Una chica de asfalto

Crítica realizada por Patricia Moreno

Por regla general yo suelo leer más novela romántica histórica aunque de vez en cuando me gusta leer alguna historia de romance actual, que sea divertida, de fácil lectura y pasar un buen rato, con esta novela he encontrado justo eso: una historia simple, divertida y muy entretenida.

Los protagonistas son dos personas muy diferentes que, en un principio, no tienen nada en común, son totalmente opuestos.

Claudia es una chica de ciudad, trabaja en un banco, le encanta comprarse ropa de marca y no puede salir de casa si no va perfectamente arreglada. Está totalmente conectada, no puede vivir sin Internet ni sin su móvil. No le gusta el campo, todo lo contrario, lo odia con todas sus fuerzas pues ella necesita el bullicio de la ciudad. Ella misma se define como una chica de asfalto.

Arturo es un chico de pueblo, le encanta la tranquilidad del campo, le apasionan el surf y la escalada. No soporta las grandes ciudades, pues se agobia con las aglomeraciones. Y no puede con las pijas de la ciudad, no quiere ni verlas, porque ya salió con una chica así y ella le destrozo el corazón.

Cada uno lleva su vida y son felices con lo que tienen, pero todo cambia cuando sus mundos se cruzan. Un traslado de trabajo llevara a Claudia al pueblo de Arturo, y como Arturo necesita dinero le alquila una casa en sus caserío. Los dos están convencidos de que no se van a soportar pero lo que no se esperan es la gran atracción que surge entre los dos en el momento que se conocen. A pesar de ello, los dos escoden lo que sienten porque están convencidos de que no tienen nada en común. Con dos personalidades tan diferentes estaba claro que estos tenían que chocar, y el primer choque ocurre la misma noche de conocerse, y para ambos esa discusión les convence de que ellos tenían razó.

A ambos les pasa lo mismo: no se soportan pero se sienten inmensamente atraídos y por esa razón se odian porque a duras penas pueden resistir esa atracción entre los dos.
Conforme se van conociendo surgen varios roces entre ambos, muchas dudas, inseguridades, celos, malentendidos y una gran atracción que termina en un gran amor que ninguno quiere aceptar.

He de decir que ha habido momentos en que me sacaba de quicio Arturo, porque este chico más terco no puede ser, aunque en el fondo solo es una máscara para protegerse.

De los secundarios destaco a una pareja: Juancho y Miren, una pareja muy buena gente y muy graciosos, sobre todo ella, que es la típica maruja de pueblo, que se mete en todo, pero muy divertida.

Otro secundario a destacar es Santi, amigo de ella, pero este destaca para mal, que personaje más insufrible, el típico chulito que cree que lo sabe todo, no lo soporto.

Lo mejor la escena de la nevada cuando se va la luz, y hasta ahí puedo contar...Para mí la mejor escena, me encanta.

De la autora me gusta su estilo simple, con un lenguaje claro y ameno. Y aunque es lo primero que leo de esta autora, estoy segura de que volveré a leerla, porque me ha gustado su estilo.

En conclusión: una novela sencilla, agradable y divertida, para pasar un rato entretenido. Me ha gustado mucho.