Carolina Aguirre - Ciega a citas

Crítica realizada por Malory

UNA BODA...

UNA APUESTA...

Y 227 DÍAS PARA ENCONTRAR NOVIO

En una cena familiar Lucía González, una treintañera con algunos kilos de más, se entera de que su hermana, Irina "la perfecta", se va a casar. Lo que empieza como un festejo se convierte en amargura cuando escucha, sin proponérselo, la apuesta que su madre hace con la hija menor. Muerta de rabia, Lucía decide en silencio desafiar esa apuesta. Tiene siete meses y medio para conseguir un novio y está dispuesta a hacer cualquier cosa para lograrlo.

La escritora, guionista y bloguera Carolina Aguirre ofrece en "Ciega a citas" el diario de una búsqueda llena de situaciones increíbles pero reales, emotivas, crueles o divertidas. Y gracias a un estilo rebosante de humor construye el viaje desternillante de una Bridget Jones actual con un único objetivo: demostrar a todos que no es tan imperfecta como creen.

Una obra sorprendente que refleja con fidelidad el complejo universo femenino.

Después de esta presentación, poco me queda que añadir, porque es tal cual la describen. Aún así ahí voy con mi reseña.

Lo primero a destacar es el título, es original además de muy acertado y resume la novela con exactitud.

Escrita en forma de diario, no cuenta apenas con diálogos, ni descripciones, es muy narrativa, pero no por ello resulta pesada o aburrida.

La autora, argentina, ha empleado el lenguaje, los modismo y expresiones de su país, es una novela con "acento"; algo que me ha resultado chocante a la vez que divertido, por el contraste lingüístico. Ignorando el detalle de que algunas palabras o expresiones, propias del país, me han sonado a chino (lo que no me ha impedido disfrutar de la novela en absoluto) ha sido interesante.

Desde el primer instante me sentí muy intrigada por descubrir como terminaría la historia de la apuesta entre la madre y la hermana de la protagonista.

Yo misma fui haciendo cábalas y apuestas, ante la idea de descubrir si finalmente, Lucía, iría acompañada al enlace de Irina y de ser así, quién sería el afortunado.

La autora ha sabido reflejar a la perfección los miedos, inseguridades y complejos de la protagonista, que en un intento desesperado por taparle la boca a su madre, se lanza, "a ciegas", a un maratón de citas en su mayoría absurdas; presentándonos, así, a un plantel de "personajes" que no dan la talla para convertirse en el flamante novio que la llevará del brazo a la boda.

No voy a decir que la historia sea para matarse de la risa precisamente, aunque tiene puntos muy buenos, pero sí me ha parecido bastante realista, mostrándonos los prejuicios de la sociedad, dónde el aspecto y las apariencias juegan un papel muy importante.

Casi al instante de comenzar a leer, sientes una empatía por Lucía u no puedes, por menos, sentir cierto resquemor por la actitud de la madre.

Tras varias situaciones absurdas, bochornosas, ridículas e incluso penosas y alguna que otra tierna y emotiva, llegas a un final un tanto inesperado. No es que sea una sorpresa totalmente, pero tampoco lo imaginaba de esa manera. Lo que no quiere decir que no me agradara, simplemente me sorprendió u eso siempre es de agradecer.

Muy amena de leer y entretenida. Una historia estupenda.