Tercer libro de la trilogía "El legado"
Cuando empecé a leer El legado de la deshonra, no sabía que era el tercer libro de una trilogía. La verdad es que no me ha supuesto ningún problema, porque es una serie que puede leerse por separado (o por lo menos esta última parte). He pasado un buen rato leyendo este libro, es de los que coges con miedo y poco a poco, va envolviéndote.
No estoy muy de acuerdo con la sinopsis en cuánto a que James y cito textualmente "se interesa vivamente por Jessie y no sólo por sus aptitudes hípicas". En buena parte del libro, James ve a Jessie más como una hermana pequeña que como un posible amor. Jessie, sin embargo, está enamorada de James desde que tenía 14 años. Ambos viven en granjas vecinas y están en el negocio de las carreras de caballos. Son jinetes consumados y en cada carrera que disputan, no vuelve a crecer la hierba en esa pista. Jessie es osada y descarada. Se ha pasado toda su vida bregando con su madre y sus hermanas, sintiendo que es el patito feo de la familia. Su vida transcurre entre los celos de su hermana Glenda y su detestable madre. A pesar de todo, vive feliz entre los caballos, las carreras y la emoción de intentar arrebatarle a James el próximo trofeo.
Nelda, la hermana mayor de Jessie, se ha casado con un rico vejestorio y ahora le toca el turno a Glenda. Entre su madre y su futura suegra, intentan pescar a James. No cuentan con el hecho de que entre carrera y carrera, James empieza a reparar en Jessie. Cuando empiezas a preguntarte por el lugar que va a ocupar la pobre "cenicienta" empieza la acción. Durante un baile al que Jessie no asiste oficialmente, acaba tontamente por el suelo con James y empiezan las habladurías. Para cortarlas de raíz, deciden enviar a Jessie con su tía, pero ella tiene un destino mejor y embarca rumbo a Inglaterra.
Los Wyndham, el conde y la condesa Chase, son la rama inglesa de la familia de James y están los tres muy unidos. Tienen una bonita mansión en el campo y Jessie, sin dinero ni amigos, se ofrece como niñera de su bebé. Mientras, James que empieza a tener las ideas más claras, cruza el Atlántico en su busca y...
El libro tiene buen ritmo y muchos cambios de tercio. En poco más de 6 meses la trama desfila por las carreras de caballos de Baltimore, la mansión de un refinado conde inglés o la búsqueda del tesoro del pirata Barbanegra. Me ha resultado curioso, que a pesar de ser un libro histórico ambientado en el siglo XIX está escrito de tal forma, que parece un libro de temática actual. La autora pone un toque de humor con Glenda, la hermana de Jessie, que no puede apartar sus ojos de las partes pudendas de cualquier caballero que se le ponga delante. Hay una escena muy graciosa entre James y Jessie en la que hablan de esta "manía" y donde James le dice a Jessie (en palabras de la autora) "tu madre debería mirar a Glenda cuando ésta ve a un hombre, si quiere hablar de desvergonzadas".
El epílogo también es curioso. No se limita al trillado, vivieron felices y comieron perdices... en 4 páginas habla y habla de los descendientes de los Wyndham americanos (o sea, Jessie y James), de los Wyndham ingleses, vamos que por hablar, habla hasta del futuro de la servidumbre de los condes o de una pareja de lesbianas (sí habéis leído bien, ya os dije que el libro era muy moderno).
Resumiendo, El legado de la deshonra es un buen libro con el que no te aburres en ningún momento.
Mi puntuación es 4/5