Crítica realizada por andromaca
La joven Evangeline de Beauchamps se ve inmersa involuntariamente en una conspiración para que Napoleón recupere el poder perdido. Obligada a hacerse pasar por una desconsolada viuda, Evangeline llega a casa del duque de Portsmouth con el fin de ganarse la confianza del aristócrata. En medio de las intrigas políticas que la rodean, la joven descubrirá los goces del amor y la pasión, pero también el doloroso peso de la traición.
Evangeline vive en Francia con su padre desde que Napoleón fue derrotado y el trono le fue devuelto al rey Luis. Pero ella no es del todo feliz, añora Inglaterra y sueña con volver a vivir allí. Pero por amor a su padre, francés hasta la médula, guarda sus pensamientos. Pese a todo, Evangeline lleva una vida sencilla y apacible en una pequeña casa de campo, hasta que una noche, dos hombres armados, se llevan por la fuerza tanto a su padre como a ella.
Así es como conoce a Hourchard, un malvado conspirador que valiéndose del lazo familiar que une a Evangeline con la difunta esposa del duque de Portsmouth, obliga a la joven a hacerse pasar por una viuda que está sola en el mundo.
Evangeline se presenta ante el duque solicitándole conocer al hijo de su prima, Edmund, y rogándole que le permita ser su niñera, pues no tiene dinero ni a nadie más a quien a cuidar.
Evangeline es una mujer sencilla y tenaz. Odia lo que tiene que hacer, traicionar a su país, y al hombre que la ha acogido en su casa. Sin embargo la vida de su padre está en juego.
Richard Claredon, duque de Portsmouth, está sumido en una profunda tristeza desde el asesinato de un amigo. Está decidido a encontrar al culpable. La mañana en que le informan de que el asesino ha huido por poco, Richard desea encerrarse solo en su biblioteca. Pero allí hay una mujer. Tras confundir su identidad y escuchar los ruegos de la joven, decide acogerla en su casa.
Desde el primer momento entre los dos saltan chispas. Constantemente tratarán de superar al otro en divertidas batallas verbales. También se hace evidente la mutua atracción que sienten el uno por el otro.
Mientras Evangeline se gana el afecto de Edmund, hijo del duque y su difunta prima, y la atracción entre Richard y ella no hace más que aumentar, Eve se ve obligada a reunirse en secreto con un grupo de traidores para intercambiar mensajes en clave.
Evangeline en un primer momento piensa que puede confiar en el duque y segura de que la ayudará en su situación, está decidida a contarle la verdad, pero una nueva amenaza contra las personas que ha empezado a amar, logran silenciarla.
En mi opinión esta es una historia preciosa. Richard es un hombre encantador, un auténtico seductor, muy bueno y protector con aquellos a quien ama. La historia que surge entre ellos me gusta mucho: la complicidad que hay entre ellos, las conversaciones que mantienen, los momentos de pasión…
No se puede decir que el libro mantenga mucha intriga, pese a las traiciones y el espionaje, pues desde un primer momento se sabe quien es quien y cuál es su papel. Pero eso no lo hace menos interesante, al menos a mí parecer.
Creo que es un libro que merece la pena leer. Es entretenido y deja una dulce sensación cuando lo has terminado.
Le doy un 3,5 de 5.
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Crítica realizada por Bona Caballero
"La dama" (título original, "The Deception") es una reescritura que hizo en 1998 Catherine Coulter de su novela corta "An Intimate Deception" (1983).
Empieza en Inglaterra en 1814, con una escena de cama del protagonista Richard Clarendon, duque de Portsmouth. Luego pasamos a Francia donde Evangeline de Beauchamps habla con su padre, quien le advierte que "El amor no es imprescindible para un matrimonio de éxito". También suelta que Rousseau es francés, lo cual ya nos hace ver que la rigurosa exactitud histórica no el fuerte de la novela.
De vuelta a Inglaterra, se desarrolla la historia típica de chica misteriosa que irrumpe en la vida de un duque y acaba conquistándolo por su determinación y su atractivo físico.
Es una lectura entretenida. Y lo mejor son los personajes. Evangeline se siente angustiada por la amenaza que se cierne sobre aquellos que ama. Se enfrenta a un problema real, como bien se ve con un asesinato en mitad del libro, en parte provocado porque Evangeline habla sin pensar. Trata de proteger a los suyos pero no siempre lo hace bien. No sabe salir por sí misma del lío en que está. Pero sí intrigar y seducir al duque.
Richard, por su parte, es guapo, arrogante y con sentido del humor. Quiere tiernamente a los suyos. Siente tal atracción por Evangeline que todo el rato hace referencias bastante inapropiadas a su físico y se la come con los ojos. Un poco al estilo de patán adolescente.
Hay una fuerte atracción mutua. Saltan chispas. Para cuando Richard descubra que es una espía, estará tan enamorado que su primer impulso no será el de un patriota.
Como tantas novelas de época, la ambientación es poco creíble. Los personajes son estadounidenses del siglo XX disfrazados. Se tratan informalmente, por el nombre de pila, los criados irrumpen y hablan sin que nadie los llame o les pregunte, los personajes hacen observaciones muy íntimas a perfectos desconocidos. Y cuando tienen relaciones sexuales por vez primera, se embarcan con toda naturalidad en sexo oral. En fin, nada que ver con los clásicos Regencia de Georgette Heyer.
La trama de espionaje es intrigante, y el final de lo mejor del libro. Claro que te planteas si lo que hace Evangeline es tan importante para montar toda esa historia. Es una francesa que llega inesperadamente al país, con una historia sin confirmar y corren rumores inquietantes sobre Napoleón. ¿No deberían sospechar de ella? El amigo Pettigrew, nada más conocerla, habla de espionaje ¿contándole que trabaja para el gobierno "lo mismo que John y el duque en alguna ocasión"?
Otra cosa enojosa de estas novelas de la Regencia es que representa a los ingleses como héroes. Cuando se menciona de pasada que algún "héroe" estuvo en la "guerra de la península", me pregunto si fue uno de los que se pasaron violando españolas desde Ciudad Rodrigo hasta San Sebastián. Léase el artículo de Pérez-Reverte titulado irónicamente "Nuestros aliados ingleses".
Resumiendo, una novela que no te mantendrá despierta toda la noche pero cuya lectura no lamentarás. La precedieron, en la serie "El Barón", "The Wild Baron" y "The Offer" (1997), pero no están traducidas a día de hoy (julio de 2012).
Valoración: 6/10.
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