Catherine Coulter - Noche de tormenta

Crítica realizada por Linnea

Libro 3 de la Trilogía "Las noches"

Eugenia Paston había jurado que haría un pacto con el mismo diablo, si eso significaba salvar de la ruina el astillero de su padre. Pero, asociarse con el rico capitán inglés Alec Carrick parecía ser un acuerdo mucho más peligroso. Una vez que estuvieron en las tempestuosas aguas del mar, el aristócrata británico provocó en ella deseos que nunca antes había conocido, placeres que ni siquiera había podido imaginar. Y, con sus caricias y atenciones, él iba a obtener las más valiosas posesiones de Eugenia: su independencia y su frágil y apasionado corazón.

El barón Alec Carrick viaja por el mundo en su barco con su hija de 5 años. Se interesa por la compra de un astillero norteamericano y viaja a Virginia para hablar con el dueño. Pero se encuentra con Genny, que es quien maneja el astillero en nombre de su padre. Eso sí, disfrazada de mozo para que sigan sus instrucciones y poder conseguir que el negocio funcione debidamente.
El astillero está a punto de arruinarse porque los compradores, lejos de ver en la muchacha alguien con miras de futuro, únicamente ven a una mujer.
Al morir el padre de Genny deja en el testamento la orden de que Alec y ella se casen, lo que supone una traición para la joven.

Alec pierde a su mujer al iniciarse esta historia, y queda destrozado. Después de un tiempo, consigue arrinconar un poco el dolor por el bien de su hija, una preciosa pequeña de cinco años, más lista que el hambre.
Los negocios le hacen plantearse la compra de un astillero en Virginia y allí viaja con su hija.
Pero el señor Paston, dueño del astillero, está enfermo y es su hija, Eugenia –más conocida por Genny-, la que se está haciendo cargo del negocio.

Catherine Coulter nos muestra que ni toda la buena voluntad de una mujer, ni su buen hacer, ni su inteligencia, eran suficientes en esa época para que los “machos” confiaran en una fémina. A pesar de todos sus esfuerzos el astillero se viene abajo.

Genny es capaz de todo por salvar el negocio de su padre, pero no entra en sus planes asociarse con un “lechuguino” inglés con quien, desde un principio, saltan chispas.

Pero el padre de la muchacha muere y deja en el testamento que deberá casarse con Alec. Él no está obligado, pero la buena relación que existe entre Genny y la niña y la atracción que despierta en él, le llevan a aceptar tomarla por esposa.

A mí me ha gustado la novela. Es entretenida por los constantes enfrentamientos entre ellos (ella quiere demostrarle que puede hacer lo mismo que un hombre y él está dispuesto a demostrarle lo contrario). Puede que el protagonista masculino peque de orgulloso, altanero y hasta déspota, pero se le perdona por el amor que tiene a su hija y porque acaba rendido a los pies de su esposa. A fin de cuentas es lo que se busca, ¿no? Un hombre fuerte que demuestra esa vena de niño que todos llevan dentro.

Es verdad que puede que haya más escenas calientes de las que la novela necesita. Con unas cuantas menos me hubiera gustado incluso más, porque no creo que en una novela romántica sea necesario que los protagonistas estén todo el tiempo encamados. Prefiero la aventura, la intriga y el misterio un poco azucarados con escenas de amor.