Cecelia Ahern - Memoria de cristal

Crítica realizada por Luciago

Cuando Sabrina Boggs se topa con una coleccion misteriosa entre las pertenencias de su padre, descubre una verdad donde nunca había pensado que habría una mentira. El hombre con el que había crecido y al que creía conocer, de pronto se revela como un extraño. Gracias a una situación inesperada que le permite interrumpir su actividad cotidiana, cuenta con un día para descubrir los secretos de su padre. Un día en el que saldrán a la luz recuerdos, historias y personas cuya existencia desconocia. Un día que la cambiará a ella y a los que la rodean. Esta es una novela que invita a la reflexión acerca de algunas decisiones que parecen de poca importancia, pero que traen consecuencias que afectan nuestras vidas de forma extraordinaria. Y nos hace comprender cómo a veces el descubrir algo sobre una persona significativa en nuestras vidas, nos permite comprendernos a nosotros mismos.

El libro trata, principalmente de canicas y del efecto que tienen en la formación del carácter de un niño y después en el devenir de su futuro como persona, marido y padre, pero también nos habla de un ataque cerebral y sus consecuencias y de una hija que, un buen día se entera que el padre que conoce treinta y cuatro años, es un extraño.

La historia empieza cuando Fergus, ese niño tiene diez años. Está en Irlanda, vive con sus hermanos, padrastro y una madre que gobierna el hogar con mano de hierro. No le gusta el país, ni el colegio, odia las comidas, no entiende el idioma, siempre lo castigan, pero...caen en sus manos una canicas rojas que le entrega un sacerdote y a partir de ese momento y con la confabulación de su hermano mayor Hamish, al que adora, su vida tomará un rumbo guiado por esas piedras...

Sigue Sabrina, su hija en el presente. Lleva una vida monotona, aburrida, tiene tres hijos, un marido que la ama, un buen trabajo, pero siempre lo mismo...y de pronto recibe unas cajas pertenecientes a su padre y empieza a descubrir que el padre que ella conoce, no es el hombre que cree.

Como las dos historias se van contando paralelamente, te vas enterando de la vida de Fergus a través de los descubrimientos de Sabrina, en capítulos separados.

Fergus me ha fascinado como personaje, su adoración por su hermano, le hace daño, pero sin embargo, vemos a un adolescente que no cruza al lado oscuro, aunque se averguenza de su procedencia, lo que le lleva a ocultar su secreto y es lo que cataliza su futuro fracaso, pero la autora consigue su redención al final, cosa que es gratificante.

Sabrina también me ha gustado mucho, ya que consigue ver, al final, el baso medio lleno, en lugar del baso medio vacio. A veces no sabemos reconocer lo que tenemos, es muy humano.

Hay muchos secundarios que nombrar pero los que más me han captado el interés han sido Hamish, Lea, y Cati.

La novela se lee muy rápido y es dulce en momentos, tierna en otros, también tiene fragmentos en los que me he reído con ganas y otras he casi llorado, pero he disfrutado con su lectura y siendo lo primero que leo de esta autora, me siento reconfortada de haber elegido bien, la seguiré leyendo, seguro.

Valoración 4/5