Cheryl St. John - Un ángel a mi alcance

Crítica realizada por Rosamoni

A veces los sueños se hacen realidad... Charlie McGraw jamás debería haberle comprado a su hija aquel libro sobre ángeles porque por su culpa, la pequeña Meredith creía que encontrar una nueva mamá sería tan sencillo como hacer aparecer un ángel con sus «polvos mágicos». Y estaba convencida de que aquella encantadora rubia era uno de esos ángeles.

Pero no era así. Starla Richards no era ningún angelito, pero no podía decirle algo así a una niña de cinco años que necesitaba desesperadamente el amor de una madre y lo buscaba en Starla. Claro que cuando se encontró atrapada con la adorable niña y su guapísimo padre, Starla tuvo que convencerse a sí misma de que no existían los milagros...

Charlie es un viudo que vive con su pequeña hija Meredith, su mujer murió en un accidente de trafico, y ahora debe cuidar de su pequeña de cinco años, Meredith adora su libro sobre un ángel que con unos polvos mágicos ha conseguido que la familia de su libro sea feliz, y que todos sonrían, ella quiere encontrar a su ángel para que con sus polvos mágicos consiga que papa vuelva a ser feliz y sonría de nuevo, y mientras están desayunando en la cafetería y fuera cae la nieve entra una mujer preciosa, y Meredith esta convencida que será el ángel que hará feliz a su padre.

Mientras Charlie va al baño la pequeña se cuela en la cabina del camión que conduce Starla, ella no es una ángel ni mucho menos, solamente es una joven que esta ayudando a su padre a llevar la carga con el camión, tras parar para tomar algo caliente en una cafetería de la carretera, sigue su camino y cual es su sorpresa al encontrar una pequeña polizonte que le dice que ella es un ángel y debe salvar a su papa.

Debe devolverla con su familia, con tan mala suerte (o buena depende de cómo se mire) que al llegar al pueblo de la pequeña tienen un accidente porque hay una gran tormenta de nieve que ha dejado todas las carreteras cortadas, deberá pasar las navidades con ellos.

Y entre Charlie y Starla surge la pasión, deciden disfrutar de esos días que el destino les ha dado, y poco a poco esos días, van entrando en su corazón, durante esos días son una pequeña familia, pero solo son unos días y después deberán separarse y cada uno estará en una punta del país, ¿será posible luchar contra todo lo que les separa? ¿será Starla el angel que esperaba la pequeña Meredith?

Me ha gustado mucho, una preciosa historia de amor, muy dulce y tierna, con ese toque especial que dan los niños, que hacen que te ilusiones, y que también esperes que Starla sea el ángel que cuide de Charlie y Meredith y que les devuelva la felicidad. Es una historia sencilla como todas las de esta autora, pero que te convence para pensar que siempre hay una nueva oportunidad en la vida y nunca sabes ni como ni cuando ni donde aparecerá, pero que cuando surja hay que aprovecharla, todo ello dentro del mágico momento de la navidad, esa época especial que te ayuda a soñar, que hace que el espíritu de la navidad te haga creer en los milagros.

Todo ello ambientado en una pequeña población donde todos los vecinos están unidos y se conocen, dentro de una gran familia que es la de Charlie que hace sentirse bienvenida a Starla que tras pasar casi toda su vida en la carretera con su padre es lo que siempre ha deseado. Como siempre una historia preciosa, tierna, dulce, real a la vez que mágica, que hace que te puedas identificar con los protagonistas, y con el resto de personajes, para pasar una tarde y creer en los milagros.

Ahora los tres pueden conseguir su sueño pero ¿será posible?

Valoración: Del 1 al 10 le doy un 9

Crítica realizada por Crishi

Leer Un ángel a mi alcance ha sido como sentirme dentro de un cuento navideño. Esta pequeña novela es preciosa, es de esas historias que a pesar de ser tan simples tienen un gran calado, y si se ubican en época navideña, con niña incluida, el relato te transmite una mayor calidez  y ternura.

Charlie es un hombre modélico, de profesión carpintero, siempre se ha dejado llevar por lo que los demás querían, tal vez porque se sentía en deuda con sus padres adoptivos.  Su vida sucede apaciblemente junto con una hija de cinco años, Meredith, fruto de su matrimonio con Kendra y, ésta, a su vez, hija de los padres adoptivos de Charlie. La muerte de Kendra le hace instalarse en la cotidianidad del día a día, en una “cómoda” felicidad y sin grandes sobresaltos, pero con el peso que soporta su conciencia forjado a base del autoengaño.

Starla es una mujer segura de sí misma que un momento determinado de su vida errante toma las riendas para alcanzar una meta. Años atrás, Starla ayudaba a su padre con las tareas del camión sin tener un lugar fijo de residencia hasta que decidió ir a la universidad y marcarse sus propios objetivos. Ahora, como un favor a su padre, Starla lleva una carga con el camión que le hará cruzar un pequeño pueblo en pleno invierno hasta llegar a su destino, pero el destino, que es caprichoso y tiene rostro infantil, interfiere en sus planes y pondrá un rumbo distinto a su existencia.

Cuando Meredith divisa tras el cristal del restaurante un camión plateado con letras impresas diciendo Ángel plateado, su imaginación, condicionada por lecturas angelicales, comienza a funcionar a un ritmo vertiginoso, pero, cuando del camión baja una bonita chica de cabellos plateados y  ojos azules, ambos, padre e hija se sienten atraídos por semejante belleza. Meredith asocia a la chica con el dibujo del ángel de un libro que esparce polvos prodigiosos para alcanzar la felicidad y, como la pequeña detectaba una cierta tristeza en su padre, qué mejor momento que conseguir la ayuda de dicho ángel. La travesura de Meredith favorecerá el encuentro entre Charlie y Starla.

Me habían hablado muy bien de esta autora, así que la tenía bien anotada para aprovechar la más mínima ocasión y probar con alguno de sus libros. Este ha sido el primero y evidentemente no va a ser el último. Su lectura, se lee en un abrir y cerrar de ojos, me ha proporcionado una tarde de domingo muy agradable pero, sobre todo, he disfrutado de una historia escrita desde la sencillez y la cercanía propiciada por los fluidos diálogos que hablan desde el corazón.

Charlie y Starla son unos protagonistas que llevan caminos bien distintos pero en el fondo tienen en común la inestabilidad de sentimental de sus relaciones anteriores, en la suya propia hay un gran obstáculo que tendrán que salvar si quieren compartir un futuro juntos. Sin embargo, deberán de dejar salir a su otro yo para conocerse y ser ellos mismos antes de seguir adelante con una relación que, a decir verdad, me ha parecido de lo más dulce, y no sé si sería exagerar pero me ha recordado la dulzura con que Lavyrle Spencer hace honor en sus novelas.

Esta historia me ha encantado, no tengo palabras, en ella he podido contemplar desde la atracción inicial de dos seres hasta el nacimiento del amor con mayúsculas, un enamoramiento visto desde la madurez, desde la coherencia, pasando por todas aquellas etapas tan ordinarias como la duda y el miedo al compromiso, reflexionando y sopesando la perspectiva que depara un amor a distancia hasta llegar a la convicción y la seguridad de lo que más se desea en la vida, definitiva, ese desarrollo que toda lectora de novela romántica desea leer y, por supuesto, con sus dosis de pasión bien dosificadas y justificadas.

No quiero dejar pasar ese toque ingenuo que Meredith logra crear en la novela, me ha hecho retroceder en el tiempo y posicionarme en mi propia niñez, en aquellas Navidades mágicas que solo la mente inocente y cándida de un niño es capaz de vivir para su propia felicidad. Tampoco me quiero dejar en el tintero a esos personajes secundarios que, ajenos a la relación de Charlie y Starla y que con tanta complicidad ellos ocultaban, con sus apariciones dan la réplica y sirven de apoyo a unos protagonistas inmersos en una preciosa historia de amor.

Resumiendo, una minúscula novela de hermosos sentimientos que no te deja indiferente y que recomiendo a todas aquellas que gusten de leer pequeñas pero grandes historias por su buen fondo.

Valoración personal: Muy bueno