Claudia Cardozo - El ángel de Dryfield Hall

Crítica realizada por Luciago

El viaje de una heroína valiente que enfrenta lo desconocido y encuentra el verdadero amor en el lugar más inesperado.

Julia Simmons ha visto su vida transcurrir en un poblado de la campiña inglesa. Ella y su madre subsisten tan bien como pueden gracias a su trabajo como maestra de escuela y, aunque siempre ha anhelado conocer el mundo más allá de los límites del pueblo, ha aprendido a resignarse a su suerte. Lo único que hace tambalear sus propósitos es la fascinación que siente por Dryfield Hall, la antigua mansión abandonada que ve cada día y acerca de la cual teje mil y una historias.

Dryfield Hall no ha recibido a nuevos habitantes desde hace veinte años, pero un día se anuncia que el actual dueño de la mansión y su familia irán pronto a vivir allí de forma indefinida. Julia y su madre se ven involucradas en los preparativos para devolver a la mansión parte de su antigua gloria. Ninguna de ellas imagina, sin embargo, que la llegada de los enigmáticos Barsham alterará sus vidas hasta llegar a un punto sin retorno. El señor de Dryfield Hall, además, entablará una curiosa amistad con Julia, provocando en ella emociones hasta entonces desconocidas.

El misterio, la intriga y el deseo forman parte de esta novela que nos relata una apasionada historia de amor al tiempo que nos sumerge en las más complejas y extremas emociones humanas.

No tengo mucha experiencia con el estilo de Claudia Cardozo, porque sólo he leído dos de sus obras, las cuales me gustaron bastante. En El ángel de Dryfield Hall, la he notado por la perfección de su prosa y el cuidado que pone para la ambientación de su historia. Los personajes están muy bien retratados y la relación amorosa es bonita y blanca, aunque se siente el deseo que sienten los protagonistas bien marcado.

La novela empieza con un recorrido ambiental para darnos a conocer el lugar y a la protagonista, para ello nos muestra las costumbres y los usos de la época victoriana, por cierto, bien recreados.

Da la sensación de ser una novela costumbrista en el enfoque de la trama. Hay un misterio en la casona que pertenece a los Barsham, Dryfield Hall, que incluye al heredero de dicha familia y a su cuñada y sobrina.

Esta intriga no consigue el efecto esperado, ya que no te engancha a descubrir el misterio, pero te hace no dejar el libro para saber el final.

Los personajes secundarios, como acostumbra en este tipo de historia, son muchos y variados. Uno de los más desagradables es la cuñada de Marcus, que parece demasiado mala y cruel, para que sea verdad, pero sus acciones y comportamiento te hacen odiarla intensamente. Todo lo contrario que a su hija, por la cual sientes la misma ternura y pena que siente Julia. Un personaje que me ha gustado mucho es el amigo de la protagonista.

La historia de amor es bastante bonita y los diálogos entre ellos son tiernos y dulces. Empieza muy lentamente y se va cociendo a medida que avanza la narración. Hay escollos que conseguir salvar e inseguridades que también hay que remontar, pero finalmente el amor triunfa sobre la maldad y crueldad.

De los tres libros que he leído de esta autora, éste quizá es el que menos me ha gustado, aun así, es una historia que aunque no ha llegado a convencerme totalmente, ha merecido la pena leerla, debido a la buena ambientación y a que los protagonistas te llegan al corazón.