Diana Palmer - Nora

Valoración:

Crítica realizada por Mencía

Sinopsis:

Cuando la rica e inocente Nora Marlowe fue a visitar el salvaje Oeste, estaba tan abierta a la aventura como el vasto horizonte de Texas. El inquebrantable individualismo de aquella tierra, y sus gallardos vaqueros, encajaban a la perfección con su espíritu romántico. ¡Hasta que uno de aquellos vaqueros decidió bajarle los humos a la elegante heredera!

A Cal Barton no le gustaban las señoritas altaneras del Este, y mucho menos que una de ellas invadiera el rancho en el que trabajaba. Sin embargo, Nora tenía algo irresistible. La atracción que había entre ellos se hizo más y más intensa a medida que pasaban los días, hasta que un simple beso se transformó en una seducción que podía destruir todo lo que ella estimaba en la vida...

Opinión:

Eleanor Marlowe es una niña mimada de la sociedad del Este. Hija única de una pareja de ricos y estirados burgueses, ha recibido todos los caprichos que pudiera desear, incluyendo los viajes a países exóticos. Es en uno de ellos donde contrae una enfermedad que cambia el rumbo de su vida. Fue una experiencia traumática ocasionada por un indeseable pretendiente, que si bien no le arrebató su inocencia, sí cree, que la incapacitado para el matrimonio y los hijos que podrían llegar. Superado el brote de fiebres se está planteando como seguir con su vida, cuando recibe una invitación de su tía para que pase con ellos unos días en su rancho. El lejano oeste, del que tiene una idea romántica producto de sus lecturas, le resulta la mar de atractivo, y vestida hecha un primor llega a la estación de tren. Es ahí donde comienza a entender, que su idealizada visión de esas tierras y sus gentes, dista mucho de la realidad. Cal Barton, el capataz de su tío va a recogerla. Nora no puede evitar mirar con horror su vestimenta, la capa de polvo y sudor que le cubre, su olor animal, y sus maneras.

Cal Barton se encuentra trabajando en un rancho de incógnito, aunque al mismo tiempo viaja los fines de semana a unos terrenos de su propiedad donde espera encontrar el oro negro que le permita construir su propia fortuna. Es el segundo hijo de la familia propietaria del mismo, cuya gestión está a cargo del tío de Nora, que fue su antiguo dueño. Las tierras no están arrojando los beneficios que se esperaban de ellas y Cal debe encargarse de evaluar como se está llevando a cabo su gestión, averiguar las razones, y buscar soluciones. Nadie sabe quien es en realidad y trabaja como un mero capataz, llevando la misma vida que cualquiera de los vaqueros a su cargo. Que esa señoritonga levante su aristocrática nariz en un vano intento de hacerle sentir sucio y desarrapado, muy por debajo de ella, le lleva a aceptar el reto de bajarle los humos. Lo que en un primer momento fue un choque frontal, ha de tornarse una solapada conquista. Tiene decidido que una vez la tenga comiendo de su mano, le va a dar la lección de su vida.

Con el transcurrir de los días vemos como Nora va cambiando la mala impresión que le causó el territorio y cómo empieza a reconocer la belleza que encierra. Cierto es que no puede dejar de sorprenderse, pero también que lo hace desde otro prisma, intentado adaptarse a un tipo de vida que hasta la fecha le había resultado totalmente desconocido. La irresistible atracción que siente por Cal y los sentimientos que provoca en ella, hacen que al final se rinda a la tentación de entregarse a él. Mientras Cal, aquejado del mismo mal, sigue mas o menos firme en su propósito. Tiene varios frentes abiertos en su vida que van entremezclando otra línea de pequeñas tramas. Tomar a Nora lejos de liberarlo, le obsesiona aun mas. Aunque a ella sólo le permita ver el rechazo que siente por su persona cuando el mal ya está hecho. A partir de este punto tendremos un montón de escenas, situaciones y diálogos al mejor estilo de la señora Palmer: Malentendidos, prejuicios, rencor, injusticias, desgracias que llevan al arrepentimiento pero que no disipan dudas. Todo ese mundo que nos dejan con el corazón rabioso, anhelando el momento en que ese macho dominante vea como se hunde el mundo bajo sus pies. Y ese momento llegará, y el miedo a que Nora sea incapaz de perdonarle cuando conozca toda la verdad.

Hay una buena cantidad de secundarios, desde la prima de Nora, con su pequeña historia de amor, hasta la aparición estelar de King, el protagonista de Amelia. También tienen un papel decisivo los padres de la joven, el pretendiente perverso, los tíos y algún otro, que no voy a nombrar para no romper el misterio de la trama. Todos ellos enriquecen la novela sin robar protagonismo, lo cual es de agradecer.

Nora es una estupenda novela del oeste, con dos protagonistas de excepción. Y aunque ambos siguen el patronaje de la señora Palmer, creo que ni él es tan difícil de digerir como otros de la misma camada, ni ella está tan libre de culpa, aunque, como siempre, sea una víctima. El ritmo es rápido, hay momentos divertidos y otros dramáticos, y los diálogos entre los protagonistas saben crear esa tensión que nos lleva a contener el aliento. La ambientación permite imágenes cargadas de sexualidad. Músculos , polvo, sudor, trabajo, determinación y fuerza, frente a la belleza y una refinada educación. Una lucha de voluntades que converge en un mismo mar: el amor. Un amor que libera al hombre del macho y a la hembra de buena raza de la damisela.

Si eres seguidora de esta autora no debes perderte esta novela, creo firmemente que no te arrepentirás.

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