Diana Palmer - Tierra de pasiones

Crítica realizada por Ágata

Cinco años atrás, el ranger de Texas, Judd Dunn, se había impuesto como un reto personal meter entre rejas al padre de Christabel Gaines, por las brutales palizas que daba a su hija. Además, no podía olvidar todo lo que compartía con Crissy, entre otras cosas un rancho al borde de la ruina que los había llevado a casarse... pero sin dejarse llevar nunca por la increíble atracción que había entre ellos. Alguien que ponía su vida en peligro todos los días y que jamás se preocupaba por los asuntos del corazón no podría tener nada que ver con un alma cándida como Crissy. Sin embargo, ahora, cuando debían haberse olvidado de su falso matrimonio, sus vidas se habían vuelto a unir por las amenazas de asesinato que estaban recibiendo. Crissy y Judd iban a tener que enfrentarse a todos sus demonios... y al amor que habían estado negando durante tanto tiempo.

Empiezo diciendo que las novelas donde aparecen malos tratos gratuitos no son para mí. Mucho menos cuando las víctimas son personas jóvenes o niños. Y este es el caso de la historia, aunque debo decir en su descarga que sin ese parte no habría argumento.

Judd pudo salvar la vida de la joven Cristabel hace años, cuando su padre, un asqueroso sujeto borracho y cruel, la da una paliza tan salvaje que casi la mata. Sin embargo, con su padre encarcelado –el ranger se ocupa de eso personalmente-, a la muchacha le queda un rancho del que cuidar y no tiene nadie que se ocupe de ella.

Honorable como es, Judd se convierte en el esposo de Cris, aunque tan solo de nombre, pasando a ser también dueño de ese rancho.

Cris está a punto de ser mayor de edad y, por tanto, de poder quedarse con las propiedad. Dado que su matrimonio solamente ha sido un papel mojado, una unión sin amor ni más valor que el de protegerla, lo mejor es anular el compromiso de Judd hacia ella. No le importa que el rancho no vaya viento en popa, sino ser libre. Y la falta de dinero la obliga a aceptar alquilar la propiedad para el rodaje de una película.

La protagonista sí que está enamorada de Judd, por eso cuando una de las actrices de la película intenta conquistar a su marido, saca las uñas. Cris es una muchacha decidida y con un carácter fuerte. Me ha conquistado en cuanto la he conocido.

En cuanto al protagonista masculino, pues es un héroe de novela, honorable y valiente, que salva a Cris aunque no tendría por qué haberlo hecho, y para el que la Justicia y su trabajo es lo más importante. Pero se enfrenta a algo que le deja sin fuerzas, sin saber muy bien qué es lo que desea en realidad: Cris. Coqueta y valiente, rebosante de vida, resulta demasiado vivaz para un hombre como él.

Me han divertido las constantes muestras de flirteo que corren a cargo de Cris, intentando llamar la atención de Judd. Se ve desde el principio que esta muchacha sabe lo que quiere y está dispuesta a conseguirlo.

No es menos divertido ver a un Judd comido por los celos, pensando en que ella seguramente lo que más desea es seguir su vida libre, sin ataduras y sin él.

Las escenas de pasión son buenas. Hay un que sí, que no, que te quiero pero no puedo, que te amo pero me da miedo...

Los diálogos están bien trazados, se hacen agradables y amenos.

Ahora bien, no he podido encontrar en esta novela demasiada intriga, y eso que en algunos sitios está considerada como suspense romántico. Casi desde el inicio sabes lo que va a ir sucediendo.

Tampoco me ha encandilado demasiado la diferencia de edad entre ellos, pero lo paso por alto.

La catalogaría de novela bastante entretenidaa y de fácil lectura. Buena para unas vacaciones donde descansar y leer es lo que más se aprecia. Si eres una adicta a la señora Palmer, no te la pierdas.