Ebony Clark - Lección de amor

Crítica realizada por Mariam

Hay historias que pese a su sencillez, o tal a causa de ésta, logran atraparte sin demasiado esfuerzo. Es lo que me ha sucedido con Lección de amor. Una historia sencilla, divertida y con un punto de ternura que no me ha dejado indiferente.

Si bien no es la novela que me imaginaba, tenía en mente una historia más dura, más árida, más peligrosa... pero porque son adjetivos que, inconscientemente, asocio al oeste, he disfrutado con su lectura.

Puede que la historia en sí no sea nueva, pero a mí lo que me ha enganchado es el estilo que le infiere esta autora. Fresco, divertido, con una pizca de ironía y de dulzura.

Clyde Bransow, K'aalógii, se nos presenta como un vaquero genuino, un tipo duro, medio indio, que posee con un peculiar sentido del humor (o más bien falto de él). Viudo, se dedica en cuerpo y alma a sacar adelante su rancho y a criar a su hijo, Ben, un niño entrañable de cinco años. No busca una mujer, pero entonces entra en escena esa metementodo señorita Pepinillo.

Lane MacCrane es una maestra que tras un desengaño amoroso se ha trasladado a Juanita Fun, en Nuevo México. Su carácter, un poco avinagrado con los hombres, ha hecho que se ganara el apodo de señorita Pepinillo. Pero lo cierto es que pese a su carácter seco con los hombres, con los niños es todo dulzura y enseguida se ve que es todo fachada y que, en realidad, solo protege su corazón.

Sus enfrentamientos con Clyde dan lugar a una serie de encuentros y desencuentros de lo más entretenidos. Porque es ahí cuando vemos que Clyde no es tan falto de humor como parece ni Lane tan remilgada. Son nada más que polos opuestos.

Creo que la novela es muy amena, está escrita de una manera muy fluida. Como digo antes no es que sea una historia que no puedes imaginar qué camino tomará o ir un poco adelantándote a los acontecimientos, pero es agradable y divertida de leer.

Además, y puede que esto sea una debilidad personal, me encantan las historias de indios y algo que me ha gustado de Lección de amor es que a pesar de que Clyde, K'aalógii, es medio indio, con lo que en otras novelas esa parte del personaje es nada más que un señuelo para atraer a la lectora, aquí el amor y respeto a esa raza está muy patente, además de haber una gran documentación detrás.

No puedo acabar sin mencionar al pequeño Ben, personaje que a mí me ha ganado el corazón. Las historias con niños siempre o casi siempre -más aún si están bien llevadas- me gustan. En este caso crea un halo de ternura alrededor de la historia y lo convierte en un personaje importante que influye en las decisiones y en el desarrollo de la historia de amor entre su padre y la señorita Pepinillo.

En mi opinión Lección de amor es una novela sencilla, que se centra en situaciones cotidianas del día a día en un pueblo de Nuevo México, dulce y divertida.

Crítica realizada por Aysha

Me ha encantado.

Lane Mclane es una joven maestra. Ha decidido trasladarse a Juanita Fun, un pequeño pueblo para ejercer como profesora de infantil. Su decisión es provocada por su ex prometido. Éste la engañó y ella huyó. Ahora tiene otros problemas. El hijo de Clyde .Un niño, que a sus ojos, es invisible para su padre y por ello es travieso y rebelde. Entonces ella decide ponerle cara al temible Clyde.

Clyde, también conocido como K'aalógii, es mitad indio y muy respetado por la gente de su pueblo. Su mujer falleció años atrás sin conocer siquiera a su hijo. Ahora Clyde, lo cría como puede, pero en realidad no es consciente de la poca atención que le presta. La profesora, Lane, una mujer sosa y amargada (según el resto del pueblo) le llama la atención sobre el poco caso que le hace a su hijo. Clyde, ofendido le hará que ella baje su orgullo. Pero se le ocurre una idea que, según el, sería buena para los tres: una madre para el hijo de Clyde.

¿Aceptará Lane semejante oferta? ¿Serán menos orgullosos, tanto Lane como Clyde?

Aunque la historia es bastante típica y subrealista (pues ¿que persona "obliga a otra" para que se case por el bien de un niño?), me ha gustado. Se enfrentan dos personas con personalidades muy fuertes.

Lane, aunque aparentemente parezca tímida y sosa, es una mujer con gran carácter. Se ha hecho una armadura para que nadie le vuelva hacer daño y no quiere saber nada del amor, aunque en el fondo es una romántica. En cuanto conoce a Clyde, la atracción es palpable. Me gusta mucho su personaje, no se aminala ante nada y dice lo que piensa guste o no guste, es por ello que atrae a Clyde. También, claro, es bonita y misteriosa, pues no deja ver fácilmente sus sentimientos.

Clyde, me encanta. Es terco como una mula, y aunque tiene ideas bastante descabelladas, es muy gracioso. Persigue a Lane constantemente y por mucho que se diga que no cree en el amor, ella le hará recuperar la fe. Es bastante brusco y todo lo que dice tiene que ir a misa, pero Mclane no se lo pondrá nada fácil (y me encanta). Las constantes discusiones de los protagonistas son super graciosas.

En cuanto a los secundarios, la verdad hay unos pocos pero nada importante.

Claro está, que el más destacado sería Ben, el hijo de Clyde. Un niño falto de cariño que adora a su maestra y que posiblemente sea su próxima ¿madre?

La trama en general se centra en la historia de los protagonistas, pero sin ser aburrido. Los dos personajes principales desprenden mucha química y sus diálogos son amenos y llenos de ironía. Hay bastantes escenas graciosas y desde luego pasas un buen rato leyendo este libro.

La descripción de la ambientación, es casi inexistente. Todo sucede entre la escuela, el piso de Lane y la casa de Clyde. No es difícil hacerte una idea sobre ella, así que no tendrás problema.

¡Ah! Y me ha gustado mucho el epílogo. Se ve el amor que sigue entre los dos, pero lo más importante: nunca ceden ante el carácter del otro, siguen siendo los mismos.

En general, es un libro bonito, fácil de leer y que yo recomendaría. No pierdes para nada el tiempo y te diviertes.