Eileen Goudge - El último baile

Crítica realizada por Carmela

La novelista Daphne regresa a casa para enfrentar no sólo el asesinato de su padre, sino también los innegables sentimientos que conserva por el único hombre que alguna vez amó: el fiscal encargado de acusar a su madre. Alex está decida a vengar a su padre, y Kitty está dispuesta a reivindicar a su madre a cualquier precio. Obligadas a desentrañar la madeja de mentiras y traiciones familiares, las tres hermanas evaluarán su pasado y, liberadas de culpas, inhibiciones y dudas, tratarán de construir un futuro distinto.

Esta historia nos presenta a tres hermanas: Daphne, Alex y Kitty. El día antes de la celebración de la fiesta de aniversario de sus padres, que en apariencia han tenido una vida de amor y compañerismo, la madre dispara contra el padre. Las tres hijas se quedan sumidas en el desconcierto, como todos los demás.

Daphne es novelista y regresa a su casa para intentar averiguar lo sucedido. Todo es un caos. No entiende qué es lo que ha pasado ni cómo ha podido suceder. Al volver, se encuentra con un hombre al que ha querido olvidar, por el que sintió mucho más que atracción aunque no quiere reconocerlo del todo. Lo cierto es que lo amó sin medida, pero no acabó bien la cosa. Y ahora, para más problema, él es el fiscal que acusa a su madre de asesinato.

En esta novela la autora nos va mostrando todos los entresijos de una familia aparentemente bien avenida, todos sus secretos, sus trapos sucios. Todo sale a la luz mientras se investiga qué ha sucedido.

El personaje de Kitty, la hermana que va detrás de Daphne, es el de una mujer de éxito dedicada a los negocios, amargada por la imposibilidad de tener un hijo. Ante la desesperación de no poder engendrar, piensa que lo mejor es ir a la adopción. Sin embargo, se enamora de un hombre al que lleva unos años, cosa con la que no cuenta.

Si KItty cree en su madre, la hermana menor, Alex, la acusa porque ella tenía debilidad por su padre. Decir que Alex es soltera, madre y se encuentra en un problema financiero bastante preocupante.

Como se puede ver, son tres personajes fascinantes. Podría haberse sacado una gran historia con este argumento, pero creo que la autora se ha liado más de la cuenta porque, aunque es interesante lo que nos narra, le da demasiadas vueltas, no resuelve bien las situaciones y a mí, en particular, me ha hecho volver alguna vez las páginas por ver si había leído mal.

Pues no, no había leído mal, lo que pasa es que no encontré la solución al problema principal, al motivo claro del disparo de la madre al padre. Eso sí, sabemos que Vernon, el padre de las muchachas, fue un calavera empedernido que engañó a su esposa con todo lo que tenía faldas, así que es obvio el motivo de que le disparase. Son las hijas las que ponen un punto de luz en el enigma y se dan cuenta de que fue él quien llevó a su esposa a la desesperación total después de soportar durante muchos años su infidelidad.

No han terminado de engancharme los personajes. Ni siquiera el de John, el fiscal o el de Sean, el enamorado de Kitty, aunque éste se salva un poco.

Tampoco puedo decir que sea una novela romántica pura, sino una novela basada en los problemas de los personajes, y en sus angustias, que a veces se me han hecho pesadas.

Una lástima, porque había argumento para una historia con intriga bastante decente.