Elizabeth Lane - Amor salvaje

Crítica realizada por Mc2

Tenía que elegir entre dos mundos... y él tendría que amarla sin condiciones.

Ryan Tolliver emprendió la búsqueda de Molly Ivins, desaparecida hacía dieciocho años, sólo para conseguir la prometida recompensa. Pero cuando una desgraciada caída lo dejó sin memoria, las cosas se complicaron.

Huérfana a los siete años, Molly Ivins había crecido al cuidado del chamán de una tribu Cheyenne. Pero la llegada de un guapísimo hombre blanco iba a obligarla a elegir entre el amor y la lealtad a su tribu.

Segundo libro de la serie Tolliver. La novela discurre en su mayor parte en el territorio de Wyoming en la segunda mitad del siglo XIX.

Molly Ivins, a sus siete años, sólo sentía deseos de juguetear con cualquier animal que pudiera distraerla de las áridas tierras que estaban cruzando con destino a un futuro mejor. Dos pequeñas crías de coyote la habían alejado de su destartalada carreta en el preciso momento en que su padre había debido realizar una reparación de emergencia. Para cuando quiso de nuevo encontrar a sus padres, ellos yacían sobre la arena salvajemente asesinados por un grupo de renegados. Molly sabía que bajo el sol que abrasaba su piel y resecaba su boca la posibilidad de alcanzar la caravana era muy limitada. Pero, al límite de sus fuerzas, fue otra persona la que la encontró. Un hombre de piel arrugada y tez tostada que la miraba con ternura.

Ryan Tolliver estaba seguro de haberse perdido. Su ineptitud para leer un mapa le había llevado a algún lugar de las montañas de Absaroka en medio de una terrible ventisca. Debía estar loco para haber accedido a buscar a la nieta desaparecida de Horace Mannington en pleno noviembre. Sin embargo, los cinco mil dólares de recompensa le habían parecido una fortuna muy apreciable. Sobre todo para un hombre como él deseoso de recorrer el mundo.

Halcón de Luna había decidido hacía tiempo convertirse en guerrero. La necesidad de proteger a su pequeño poblado formado por veinticuatro mujeres, nueve niños de edad similar, un joven lisiado y un anciano ciego, la habían convertido en algo parecido a un jefe. En su búsqueda de comida no puede evitar reparar en el cuerpo del hombre semienterrado en la nieve. Un ve hoe al que duda en salvarle la vida. Un hombre amnésico que habla las dos lenguas y al que los cheyennes no dudan en llamar Etonéto (Hace frío).

No será fácil el camino que tendrán que recorrer. Pues, cuando un nuevo traumatismo en la cabeza le permita a Ryan recuperar sus recuerdos, hará que el tiempo pasado entre los cheyennes se desvanezca y con él la promesa de amor eterno que le brindó a Halcón de Luna tras una única noche de pasión.

Amor salvaje me ha parecido una enternecedora novela de amor en donde los "malos" son unos renegados que destruyen todo a su paso y un abuelo que sólo se mueve por sus propios intereses sin importarle a quien afecte sus mentiras, que por cierto son muchas. Los "buenos" son éste grupo de cheyennes que han elegido una vida en libertad y no en una opresiva reserva en donde tienen que vivir en caridad. También el hermanastro mestizo de Ryan, Morgan, y su esposa Cassandra. En la novela pone de manifiesto odios, recelos, mentiras, sacrificios, y un amor sin fronteras por el que el protagonista no duda en arruinarse.

Pese a ser un harlequín no ha dejado de resultarme apasionante. Cuando era niña vi muchas películas en donde los malos no eran los indios. Nunca pude olvidar una frase que escuché entonces: Los pueblos no son malos, lo son las personas. Desde entonces les tengo cariño a estas historias. Tuve un tiempo que me dediqué a comprar cada atlas, cuento, novela, historia y biografía de ellos. Tengo hasta cedés de ellos. Eso sí, hay un detalle que me ha llamado la atención y no recuerdo haber leído nunca sobre ello. La protagonista lleva un cinturón de castidad desde que se quedó viuda cinco años antes. La novela me ha traído por lo tanto muchos recuerdos de mi infancia.

La valoro con un 4/5.

Crítica realizada por LILIAN

Me da miedo lanzarme porque sólo he leído Amor salvaje pero creo que he encontrado un filón con Elizabeth Lane. Me ha encantado esta novela que -para mí- sigue la misma línea de la serie Comanche de Catherine Anderson.

Acostumbrada a los comanches me ha encantado esta historia sobre los cheyenes que recogen a una niña que vaga por el desierto sin rumbo porque acaban de asesinar a sus padres. La crían como propia y ella acabará siendo la líder de uno de los últimos reductos que no han acabado en una reserva. Para ello viven escondidos entre montañas y llenos de temores.

Ryan Tolliver ha abandonado su rancho y está decidido a dar con el paradero de Molly Ivins, la nieta de un acaudalado hombre de negocios de San Luis. Tras un accidente, moribundo y esperando la muerte enterrado en nieve, aparece ante él un ángel rubio con los ojos más azules que ha visto nunca. La muchacha se llama Halcón de Luna, habla inglés y cheyene y es más que evidente que se trata de una mujer blanca. Ryan sufre de amnesia y cae subyugado ante la belleza de su salvadora. Pronto nace una historia de amor apasionante entre Molly-Halcón de Luna y Ryan-Etonéto que te mantiene pegada a las páginas de Amor salvaje.

La ambientación discurre entre peligrosos riscos y alguna que otra costumbre india la mar de interesante. En cuanto a los personajes secundarios forman parte de la novela como los principales y no la concibo sin ellos.

Y aunque sé que he encontrado un novelón, también reconozco que contiene más de una escena dura que puede que no guste en el contexto romántico pero a mí esta joyita me ha compensado con creces. Por tanto, mi valoración es: Excelente