Elizabeth Lane - En alas del amor

Crítica realizada por Mc2

Él le dio la libertad de volar...

Alexandra Bromley iba en busca de aventuras que la ayudaran a escapar de la prisión que suponía para ella la fortuna de su padre. Fue entonces cuando el guapísimo piloto Rafe Garrick chocó literalmente contra ella.

Rafe no tenía intención de sentar la cabeza, pero mientras Alejandra le ayudaba a recuperar la salud, no pudo evitar fijarse en el coraje de aquella mujer que parecía hecha para él. Después de sucumbir al deseo, Rafe y Alexandra se vieron obligados a casarse. Ahora Rafe tenía que encontrar la manera de darle a su querida esposa la libertad que tan desesperadamente deseaba.

Novela ambientada en EEUU en 1911 con el invento de los hermanos Wright (para otros fue Santos Dumont) como centro de esta novela.

Alexandra Bromley no podía evitar sentirse hastiada en medio de una más de las lujosas fiestas que acostumbraban celebrar sus padres. Estaba harta de comentarios banales e invitados superficiales. Pero, lo que en principio era una cita de lo más aburrida, estaba a punto de cambiar. Alex observa horrorizada como el biplano, que en esos momentos sobrevolaba las tierras de la familia, iba a estrellarse en las frías aguas del mar. Su premura por salvar al piloto la lleva a ser la primera en atender al desconocido cuya cabeza está literalmente sumergida en las gélidas aguas. Con heridas de consideración, Rafe Garrick pasa a ser un invitado forzoso de los Bromley, demostrando un antagonismo mutuo con la única hija de la familia.

Rafe sabe que sus problemas se solucionarían aceptando la oferta de Buck Bromley de quedarse allí como invitado disponiendo de un lugar adecuado para reparar su avión. Pero es demasiado orgulloso. Además no desea ni la caridad ni estar obligado a devolver el favor.

Pese a alejarse de la mansión, Rafe no había previsto lo difícil que sería su trato con Alejandra. Sobre todo porque ésta ha descubierto un nuevo motivo para demostrar a todos que ella es tan capaz de hacer las mismas tareas que cualquier hombre. Pero ayudar a Rafe no podía calmar las inquietudes de una joven tan vivaz que está decidida a conseguir su licencia de piloto.

No se muy bien qué decir de esta novela. Al principio el tema resultaba interesante. No había leído nada sobre pilotos de avión así que la novela podría haberme resultado novedosa. Sin embargo me he aburrido un montón con ella. La protagonista me ha resultado insufrible. Como niña mimada está acostumbrada a conseguir todo lo que desea sin importarle las consecuencias. Admira la labor de Rafe y como tal desea implicarse. Pero el hecho de conocer que existe una mujer piloto le lleva al impulso irresistible de conseguirlo, sin importarle mentir, arriesgar su vida para pilotar un avión para el que no está cualificada o poner en peligro la vida de otros. En muchas ocasiones me ha parecido estúpida, en otras la he aborrecido y, desde luego, los momentos de pasión con el protagonista se podía contar con los dedos de una mano. Rafe me ha resultado más interesante. Huérfano desde los catorce años había trabajado para conseguir lo que quería: construir sus propios aviones y que todo el mundo apreciase sus diseños. Pese al riesgo que su profesión conlleva conoce las dificultades a las que se puede enfrentar pero toma medidas para minimizarlas. Es todo lo contrario de ella: pobre, orgulloso, precavido, creativo.

En conclusión, es una de las novelas que creo tardaré en releer. Eso sí, gracias a la novela he conocido el nombre de la primera mujer que obtuvo la licencia de piloto en EEUU y cuya muerte se recrea en la novela. Su nombre, para las interesadas, fue Harriet Quimbey.

La valoro con un 2/5.