Enka Rodríquez - Esclavos del pasado

Crítica realizada por Mary Jo

Lucía regresa a Las Fuentes, a la antigua casita de sus abuelos, buscando refugio para su corazón roto. Mateo se ha convertido en una suerte de ermitaño que vive en el campo, lejos del ruido de la ciudad, de los recuerdos de un pasado lleno de dolor y de las personas que le recuerdan ese pasado.
El bronco encuentro inicial deja claro que ninguno está abierto a una relación. Sin embargo, sus diferencias darán paso a una amistad entre vecinos para terminar convirtiéndose en algo más.
Pero, ¿sería suficiente como para sanar las heridas de ambos?

OPINION

Lucia esta deshecha de dolor. Acaba de sufrir la peor de las traiciones, su marido la abandona de manera cruel involucrándose en una relación con la que ella consideraba una amiga. Al descubrir el engaño, sufre la pérdida del bebe que ignoraba que estaba esperando. Todo a su alrededor se desmorona, la vida que ella creía construida sobre el amor, el respeto, se viene abajo. Después de pasar mucho tiempo deseando un hijo, un embarazo que su marido le ha negado siempre, la pérdida de su bebe debido a la ansiedad que el abandono de su esposo le ha causado, es para Lucia un escollo difícil de superar. Tanto su familia como sus amigos, no parecen apoyarla como ella necesitaría en ese momento. Las miradas de pena y los reproches no dichos, son la gota que colma el vaso y Lucia decide que tiene que recuperar su vida y la única manera es dejar todo lo que le ocasiona dolor atrás.

Sus recuerdos felices, parecen provenir todos del pueblo de sus abuelos paternos, y de la antigua casa que ellos, al fallecer le dejaron en el testamento. Lucia llega pues al pueblo de Las Fuentes con el corazón roto, y la mirada triste, y lo único que no necesita es pelearse con su tosco vecino.

Mateo Guzmán es un hombre torturado. Guarda un secreto en su alma que no puede revelar a nadie, ni siquiera a las personas que le son más cercanas, los guardeses Malena y Damián, el matrimonio que cuida de su casa. Su terrible secreto le impide relacionarse con otras personas de forma abierta. Es poco hablador, huraño, y de carácter irascible, aunque un patrón justo para sus empleados. Solo es feliz en compañía de sus animales, su perra Laila y sus caballos a los que adora.

La llegada de su nueva vecina provoca en él sentimientos encontrados. Por una parte la mirada triste de sus ojos lo impulsa a acercarse, y por el otro el deseo normal de un hombre sano ante una mujer atractiva, le hace retroceder, pues no se considera merecedor del cariño de nadie, debido a esa sombra en su pasado.

Cierto día mientras cabalga se encuentra casi sin querer junto a la casa de Lucia, y a través de la ventana es testigo de la desesperación de la mujer. Vestida solo con una camisa, Lucia llora por su perdida cuando ve tras la ventana a su huraño vecino espiándola. Ese encuentro marcará la relación de ambos, pues por una parte Lucia lo considera un pervertido y un mirón, y por otra Mateo es consciente de la atracción que la mujer ejerce sobre él.

Sin embargo un accidente cambiara para siempre la opinión que tienen uno del otro. Lucia, a pesar de la opinión que tiene de su vecino, se niega a dejarlo abandonado cuando él sufre un accidente que lo deja impedido. Lo acoge en su casa y lo cuida durante el tiempo que él ha de permanecer inmovilizado. Y poco a poco, las desconfianzas, los recelos, van dando paso a las bromas, las charlas y en definitiva a la amistad.

El corazón solitario de Mateo es campo abonado para el amor, y este se presenta de forma intensa con Lucia, sin embargo es consciente de que el corazón de la mujer que ama no le pertenece y tal vez nunca lo hará. A pesar de ello, no puede evitar cuidarla, preocuparse de ella, y estar allí cuando le necesite.
Sin embargo el pasado, los miedos, las inseguridades, se entrometen entre ellos, y el rencor y los malentendidos los separaran por un tiempo.

Está novela llegó a mí a través de su propia creadora, cuando la recibí como premio de uno de los concursos del Rincón. Su autora me pareció una persona encantadora y muy ilusionada con su primer libro. Desde aquí vuelvo a felicitarla y a animarla a seguir escribiendo.

Mi opinión personal, es que se trata de una historia entrañable. Los recuerdos felices de Lucia en muchas ocasiones me han hecho recordar mi propia niñez, y a mis abuelos que tanto la marcaron. Por otro lado el dolor de Lucia por su aborto también lo he sentido en mi corazón, como el eco de mi propio aborto.

Tal como he dicho es una novela entrañable, muy emotiva y sentimental. Me ha gustado mucho la protagonista, superando su inseguridad y saliendo adelante ella sola, sin el apoyo de una familia o amigos.

Pero como todo el monte no es orégano, también me he encontrado, no lo llamaré fallo, sino puntos negativos.

El primero de todos es Mateo. En un principio me gustó mucho el personaje. Todo ese halo de misterio, ese tremendo secreto que oculta a todo el mundo y que le está prohibido revelar, me había llevado a hacerme una idea del hombre. También es verdad que me van los protagonistas huraños y poco comunicadores, pero fuertes y capaces de decirlo todo con una mirada. Por ese motivo la escena en la que baila en una discoteca, rodeado de una cuadrilla de amigos, como que me descoloco un poco. No me pareció muy acorde a su temperamento solitario y antisocial. Creo que la autora pretende hacernos ver como la amistad, y el amor de una mujer puede hacer de Mateo un hombre mejor, sin embargo la escena de la discoteca la encuentro un tanto precipitada, tal vez encontrarlo bailando después de que el amor ya estuviera consolidado no me hubiera resultado tan chocante.

El segundo negativo, es la poca presencia de diálogos. La narración es bonita, me gusta como desgrana la historia, pero algunos diálogos más entre los protagonistas, los cuales solo cruzan dos frases cada vez que hablan, le hubiera dado más fluidez y agilidad al relato.

En definitiva una novela cortita pero muy emotiva y cargada de sentimientos, con una protagonista fuerte y superviviente, y un secreto que no voy a revelar.

Mi puntuación 5