Esther Sager - El amor es ciego

Crítica realizada por Crishi

Esther Sager es una autora de novela contemporánea que surgió en los primeros años de la década de los ochenta. Su narrativa, con un estilo propio de aquella años, recoge una historia de amor que, desde mi punto de vista, si tuviera que pasar por el filtro de lo que hoy consideramos novela romántica actual, bien podría catalogarse de novela sentimental ya que lo que prima son los sentimientos pero de diversa índole.

Virginia 1960.

Las hermanas Winny y Libby Rutledge son dos niñas que pertenecen a una familia adinerada venida a menos. Winna, la mayor, es una belleza de carácter dominante que maneja a Libby hasta unos extremos insospechados. La optimista y apacible Libby se deja llevar por Winna cuando un supuesto accidente la deja ciega de por vida...

Veinte años después, Libby es una mujer que se ha hecho así misma dentro de su discapacidad. Ejerce de profesora en un colegio para niños invidentes y ocupa parte de su tiempo en montar a caballo junto a Sebastian, su gran apoyo y confidente desde que sus padres fallecieron. Sebastian Vickery, un anciano que en ocasiones hace de lazarillo, desconfía de Winna porque tiene una ligera sospecha de cómo Libby pudo perder la vista.

Adam Bainbridge es el atractivo y elegante heredero de las empresas Bainbridge que pertenece a la alta sociedad washingtoniana pero que no se responsabiliza de los negocios familiares. De hecho, nunca le han interesado generando así continuas fricciones con sus padres, Julian y Augustine, unas personas con un acusado concepto del prejuicio social que sólo se preocupan por mantener las buenas apariencias. Su deseo es que Adam se case con una chica de su misma clase para preservar la fortuna familiar y conservar su estatus social.

Winna lleva una vida destructiva que Libby desconoce. Es una mantenida que ama el lujo y busca a hombres ricos y poderosos que financien sus ambiciones y vicios. Cuando los recursos que posee se han agotado, regresa a casa con el fin de conseguir dinero de la propia Libby mediante engaños. Sebastian percibe las malas intenciones de Winna pero el amor que Libby siente por su hermana es tan grande que no ve más allá de la realidad.

El hermano menor de Adam, Christian, tampoco se queda a la zaga, malgasta sus ingresos por lo que Adam, por orden de su padre, le resta parte de su asignación mensual dando lugar a una tensión que queda patente a lo largo de la historia. Christian y Winna mantienen una relación auspiciada por esta última de la que salen decepcionados.

Entre todo este panorama, Libby y Adam que se han conocido en el club hípico, comienzan una relación de amistad que, lentamente, pues son cautos en manifestar sus sentimientos, desemboca en algo más profundo e íntimo. La humilde y ordenada vida de Libby se tambalea poniendo en evidencia aquellas dificultades y sentimientos que ella pensaba tener guardados bajo llave. Mientras, Adam tiene que aprender a tratarla y le enseña a amar sin límites... Él es consciente de todo lo que tiene que abandonar por Libby y, ella, tendrá que dejar atrás todos sus miedos y dudas. Dos personalidades bien distintas que proceden de ambientes opuestos, y que luchan por buscar un punto de encuentro donde vivir plenamente su amor.

Ambos saben los obstáculos que tienen que salvar: una familia que no acepta su relación, y una hermana fría y calculadora que, junto al padre y al hermano de Adam, traman un plan para separar a la pareja. La tela de araña queda extendida para que una manipulada Libby caiga en la trampa, pero con lo que no cuentan es que el poder del amor es tan fuerte, que nada ni nadie podrá impedir que llegue a buen puerto.

"El amor es ciego" es una preciosa y emotiva historia de superación con unos personajes imperfectos muy marcados, donde la autora hilvana un exquisito "collage" de sentimientos bien tejidos mediante diálogos y pensamientos. Sin demasiado dramatismo, o por lo menos a mí me lo ha parecido, nos encontramos ante una historia de buenos y malos que me ha transmitido, a la misma vez, sensaciones tiernas y de rechazo... Celos, traiciones, inseguridades, debilidades, soberbia, codicia, tensión. Como veis, una extensa gama de emociones, pero lo que de verdad me ha gustado ha sido tropezarme con una historia de amor verdadera y sin precipitaciones, cuyos sentimientos van evolucionando poco a poco, en tanto que el magnetismo sexual queda reservado a un segundo plano hasta que la relación en sí se hace sólida. No creáis que las escenas de sexo abundan. No. Sólo una muy escueta y nada explícita. Algún beso que otro y varias caricias que me ha conmovido. Pasiones sosegadas impregnadas de ternura que rozan un romanticismo melindroso. La novela es un puro sentimiento.

No he querido contar nada sobre la parte del libro que contiene la intriga porque necesitaría más "papel" para poder explayarme a mis anchas (como si ya no lo hubiera hecho) y destriparía las maquinaciones de unos personajes malos malísimos que, en esta ocasión, les ha salido el tiro por la culata.

Si por casualidad este libro cae en vuestras manos, y os gusta este tipo de historias, no os dejéis llevar por la ceguera porque os estaréis perdiendo una bonita e intensa historia de amor.

Valoración personal: Muy bueno.