Florencia Bonelli - Marlene

Valoración:

Crítica realizada por Tita Yolanda

La reina de la palabra nos hace llegar desde su adorada (y con razón) Argentina una nueva historia de pasiones extremas, y nunca mejor dicho.

Aquí nos enseña a Micaela Urtiaga Four, la soprano más famosa de toda Europa a principios del s. XX. Elestar alejada de su tierra y de los suyos, unido a varias pérdidas personales la llevan a volver a su tierra, allí, entre su família espera encontrar la paz que nunca tuvo.

De vuelta a Buenos Aires ella espera encontrar la paz que no encontró en Europa pero en su lugar se encuentra que su hermano es un canalla jugador que ha dejado embarazada a una joven cuyo hermano, Carlo Varzi, casi mata de una puñalada a su hermano.

Dispuesta a pedir explicaciones se presenta en el garito del tal Carlo, armada con su palabra pero lo que se encuentra allí es a un hombre de mediana estatura, de facciones duras, un proxeneta del más famoso burdel del barrio de La Boca. Varzi, embelesado por la belleza y la fiereza que muestra Micaela la chantajea, no matará a su hermano si ella accede a cantar tangos en su burdel. Ella acepta y así se crea el mito de Marlene, la cantante de ópera.

En ese mismo instante es cuando Carlo empieza a enamorarse de la joven cantante que, en su desesperación por no sentir nada por él intenta todas las estrategias para alejarse de él. Es una pasión que está prohibida pero no son las prohibidas las más apetecibles, las más sugerentes, provocadoras y ¿satisfactorias? Eso es lo que piensa nuestra querida Marlene pero no todo es tan fácil.

Las diferencias de clases en una época tan dura como principios del s. XX hacen de esta novela un estudio acertado de la historia social y política de la época.

Como siempre, Florencia Bonelli nos deleita con unos diálogos vivos pero en esta ocasión lso personajes van más allá de las palabras y se enredan en las sábanas, tanto literal como metafóricamente, cayendo en una marejada de lujuria verbal y física que consiguió acelerarme el corazón con solo leerla.

Carlo Varzi es todo lo contrario a lo que estamos acostumbradas, no es el tipico hombre alto, fuerte y perfecto en su carácter. Es un hombre amargado, hundido en su propia desesperación pero con un sex-appeal increíble. Solo de imaginarmelo bailar un tango, un baile tan sensual de esa manera tan macarra, tan barriobajera, y al mismo tiempo con esa posesividad tan tierna y tan dulce es impactante. Me deshice en la escena en la que quiere bailar un tango con Marlene ella se niega y él, sin mediar palabra saca un facón y... ¡ZAS!, le raja la falda y le dice:'ahora podrás bailar mejor'. ESA ESCENA ES LA MÁS SENSUAL QUE HE LEÍDO JAMÁS.

Una maestría a la hora de escribir que solo podía hacerla Florencia Bonelli en un libro como el que nos ha regalado.

Un regalo para nuestra lectura, un privilegio para nuestros ojos y una delicia para nuestra biblioteca.

Muy bueno.

 


 

Crítica realizada por Irdala

Micaela Urtiaga Four, la más famosa soprano de los teatros líricos europeos, vuelve a su casa en Argentina, después de más de quince años de ausencia. En la teoría, la estancia en su país iba a ser por un breve periodo vacacional, sin embargo, las circunstancias con las que se encuentra allí, la obligan a cambiar drásticamente sus planes... y su vida.

Su hermano gemelo aparece una noche con una cuchillada en el vientre y Micaela cree que es consecuencia de las deudas contraídas en los garitos de los bajos fondos.
Después de indagar y cargada con una bolsa con sus joyas, se presenta en "Carmesí", un antro de baja estofa donde conoce a Carlo Varzi, un proxeneta sin escrúpulos y de aspecto intimidante, cuyo pasado y presente no puede estar más alejado de la realidad de Micaela.

Pero Carlo no quiere dinero y el trato que le ofrece a la soprano, para dejar en paz a su hermano, es que cante tangos en su garito durante cuatro meses. Micaela se ve forzada a aceptar. A partir de este momento será Marlene.

La novela tiene mil y un ingredientes, por lo que si me detengo en todos ellos, este escrito se haría interminable. Sólo diré, para que os pongáis en situación, que Marlene (a partir de ahora Marlene siempre) está, a todos los niveles, en las antípodas de Carlo, un hombre que con quince años se vio obligado a matar a su padre y que pasó diez largos años de su vida en la cárcel y al salir, su único objetivo fue hacer dinero para procurarle a su hermanita (a la que dejó con cuatro años y que no sabe que es su benefactor), una buena vida.

Irremediablemente Carlo y Marlene sienten una intensa atracción y se convierten en amantes. Todo está en contra para que se lleve a cabo el amor... incluso ellos mismos.

A partir de la lectura de esta excelente novela, nunca más volveré a escuchar o ver bailar un tango sin acordarme de Marlene y Carlo. Florencia Bonelli, con una impecable narración rebosante de sensualidad, me ha erizado el vello y me ha encogido el estómago. ¡Dios mío, que tango ha descrito!. Más que leer, consigues verlos bailar, apretados, excitados, entregados... y cuando él saca su cuchillo y le corta la falda para dar libertad a sus piernas... uf, qué subidón.

Carlo, un hombre duro, frío, atormentado por su pasado y sus orígenes que pierde irremediablemente la cabeza y el corazón y que "sientes" con qué desgarro dice que Marlene es suya, que es "su mujer". El detalle de cómo guarda la prueba de su virginidad me ha llegado al alma.

Marlene, una mujer que lejos de arredrarse por lo que es, por quien es y por el qué dirán, se enfrenta incluso consigo misma por amor.

Los momentos que pasan juntos están plagados de sentimiento y lujuria. El instante en el que se declaran su amor (¡ah, qué bonito!) está lleno de ternura y deseo.

Unos secundarios magníficamente dibujados, un entorno perfectamente descrito que te traslada al Buenos Aires de principios del siglo XX, unos diálogos ágiles e inteligentes, unas circunstancias sociales, culturales y económicas adversas y unos protagonistas que luchan contra sus sentimientos, sus miedos, su pasado y su futuro; con todo esto y la deliciosa cadencia literaria de su escritora, Marlene resulta una inolvidable novela cuya lectura es un placer para los sentidos. Es un libro de esos que al volver la última página, notas que exhalas un suspiro que no sabías que tenías contenido.

Por último diré que me ha encantado leerlo en argentino. Así como en otros libros me molesta y me despista, en este libro, esas palabras (algunas he imaginado lo que eran por el contexto) le han brindado musicalidad a la lectura, han resultado la banda sonora idónea para una lectura perfecta.

Mi valoración: Muy bueno

 


 

Crítica realizada por Paciencia68

Con todo el tiempo que llevo leyendo, ¡¡años!!, nunca me había ocurrido que en las tres primeras páginas me asaltase la intuición de que el libro me iba a encantar. Pero eso fue lo que ocurrió al iniciar Marlene, que me sentí invadida por la euforia,  por un sentimiento de anticipación, de alegría, no sé, algo que me hacía pensar que iba a disfrutar de la lectura. Es cierto que unas páginas después empezó a decaer mi ánimo, pero me duró el decaimiento un suspiro, porque Florencia Bonelli ha conseguido engancharme con este libro de tal forma, que durante los descansos de la lectura para hacer todo lo que tenía pendiente, no podía dejar de cantar un tango “Viejooo, barriooo”, cuándo a mí, el tango, nunca me ha producido demasiada pasión. La escritora consiguió transportarme a Buenos Aires, sentarme en el club y observar a Carlo y Micaela bailar como nadie.

El libro cuenta una historia de amor tan profundo, con tanto sentimiento, que te atrapa de la primera hasta la última hoja. Carlo Varzi, tiene todos los ingredientes para que pudiese caerme mal; sin embargo, y pese a su comportamiento, a ratos prepotente, ha conseguido cautivarme, apreciarlo y entender su forma de ser. Florencia Bonelli, consigue convertir a un hombre que acarrea un asesinato a sus espaldas, que es proxeneta, que tiene un curriculum que pondría los pelos de punta a cualquier mujer, en un galán de película. Ha conseguido un personaje que cada vez que está en “escena” llena las páginas con su carisma. Y una partenaire que está a su altura, que no se amilana y que es capaz de hacer frente a las circunstancias y las diferentes situaciones sin retroceder.

E resumen, la historia me ha encantado, los personajes me han enamorado y la escritora ha conseguido “convencerme”  para seguir leyendo sus libros.

Valoración : 5/5 Muy bueno

 


 

Crítica realizada por Mencía

Marlene es una de esas novelas que enciende mi pasión al mismo tiempo que me sobrecoge de emoción. Todos sus personajes, todos, no solo sus protagonistas son de mención de honor. Jamás pensé que una ambientación tan distinta a la que normalmente me atrae, en unos años sin el encanto romántico del pasado, pudiera llenarme tanto. Jamás pude imaginarme la seducción de un personaje como Carlo, la fiebre que le consume y transforma, la rendición de una señorita a manos de un camorrista, chulo proxeneta barriobajero, sin cultura ni educación. He devorado las páginas de esta novela, latiendo mi corazón a ritmo del desgarro, pasión e instinto, que desprende un tango, y me he emocionado y he sufrido y he gozado. Hay historias románticas e historias de amor, hay novelas que nos elevan el espíritu y nos hacen soñar, y otras que nos atan a la tierra, al sudor y la carne, las bajas pasiones, y al sentimiento que no conoce mas dueño que el objeto de su amor.

Marlene me sabe a existencia, a celos, dudas y envidias; a errores y desengaños; a sexo, cultura y humo; a pasión, rendición y amor. Atesorare el recuerdo de su lectura como una de las más bellas historias de amor y  guardare un pedacito de mi corazón para aquella que entregó a Micaela el secreto que encierra la vida. Sin ti Marlene, sin tu fracaso, no hubiera podido nacer una historia tan hermosa como la que lleva tu nombre: Marlene, ¡Oh! Marlene... 

Valoración: Muy bueno

 


 

Crítica realizada por Mariam

Al acabar de leer esta novela, son muchos los sentimientos que se agolpan dentro de mí y me cuesta encontrar las palabras para explicarlos. No sé muy bien por dónde empezar a contar que me ha parecido. Ante todo decir que me ha encantado, me ha mantenido en vilo durante su lectura y no he dejado de leer hasta acabarlo.

Había leído muchos calificativos buenos de esta novela y, aunque me encantan las novelas de esta autora (es una de mis preferidas), esto siempre me predispone a empezar la lectura con cierto recelo. Pero me bastaron unas páginas para sumergirme en la Argentina de principios de S. XX, poco antes de que estallara la primera guerra mundial, y en la historia del amor prohibido que narra en sus páginas y perder la noción del tiempo.

Creo que un amor prohibido es un buen modo de describir qué cuenta la novela de Marlene, pero como suele suceder, ¿no son acaso los amores prohibidos los más intensos y más sentidos?

Me ha encantado la historia, de principio a fin. Y el que esté escrita en argentino sólo la ha dotado de mayor musicalidad, porque realmente leer Marlene sin las expresiones típicas de esa tierra, sin oír la música de tango sonar en tu cabeza mientras leo me resultará imposible desde ahora. Ante todo es una novela que destila tango y la sociedad de principio de S.XX de Argentina y eso queda patente en cada página. De ahí que las expresiones argentinas sean tan sentidas. Además que los diálogos de los personajes que aparecen, sobre todo de Carlo Varzi, sin el acento e inflexión argentina… pues, la verdad, sería otra novela.

¿Qué contiene esta novela que tanto gusta? Pues no sé al resto para mí hay varias cosas: es una historia de amor intensa, que se sumerge en lo prohibido y hasta peligroso que envuelve la relación de sus protagonistas; unos protagonistas que son muy diferentes, polos opuestos en todos los sentidos, en educación, posición social, valores, personalidad; tiene un entorno subyugante como es la Argentina de 1914, año en que se inicia la novela, los cambios de escenario en que se ambiente, desde los auditorios de París a los de Argentina, pasando por un burdel del barrio de La Boca son indescriptibles, y por último… está Carlo Varzi.

Sinceramente hay temas y personajes que no me resultan atractivos en absoluto, ya sea por el carácter de estos o porque las implicaciones de esas tramas me dejan mal sabor de boca, pero cuando encuentras una novela y unos protagonistas que logran romper esos “prejuicios” sé que estoy ante una novela excelente. Eso es lo que me ha pasado con Marlene.

Si antes de leer esta novela me dicen que un protagonista como Carlo Varzi lograría enamorarme y conmoverme hasta el punto que lo ha hecho, me habría resultado difícil de creer (aunque no imposible), pero es lo que me ha sucedido.

Carlo es un protagonista que rompe con muchos tópicos y estereotipos del héroe romántico, pero quizá por eso y creo que sobre todo por la fuerza y carga emocional con las que Florencia Bonelli lo caracteriza -tan bien además- ha conseguido enamorarme página a página.

Carlo es un proxeneta, un hombre rudo que ha pasado por alto sus principios y valores para ser quien es, pero detrás de todo eso hay una razón humana que creo es imposible que no te conmueva. Y leer cómo ese hombre visceral, posesivo, celoso y de voluntad indoblegable, que ha conocido las mayores miserias humanas, se enamora de Marlene es precioso y te deja sin palabras.

Micaela, la protagonista, a la que Carlo bautiza como Marlene es una mujer con mucho carácter aunque no tan explosivo como Carlo. Su posición social, su educación y creencias pesan mucho en el bagaje de este personaje. No obstante también arrastra una infancia triste aunque de las proporciones que Carlo. Pero cuando conoce y se enamora de Carlo, a pesar de su férrea lucha, sucede lo que sucede cuando el amor interviene: desaparece la lógica y la razón, sólo imperan los sentimientos.

Para mí esto lo que destila esta novela: sentimientos, las sensualidad del tango, una lucha de voluntades y de clases… y una lucha encarnizada entre el corazón y la cabeza.

En mi opinión, Marlene es una novela inolvidable, magistralmente escrita y documentada -como todas las de Florencia Bonelli- que narra una historia de amor sublime e inigualable.
Como me sucede cada vez que leo algo de esta escritora, tengo que repetir que esta novela ofrece una alternativa excelente para leer sobre otras ambientaciones, otros países, y encontrar una trama que no deja indiferente.

Como digo anteriormente, en esta novela existen muchos aspectos que fuera de las páginas de Marlene y en otro contexto no me atraerían leer en una historia romántica, pero aquí, descritos, ambientados y entonados bajo la sensualidad de esta novela dan pie a una historia de amor inolvidable.

Valoración: 5/5

 


 

Crítica realizada por Rosamina

Una vez que empiezas este libro sus líneas te atrapan y no puedes dejar de leer la maravillosa historia de Carlo y Marlene. Y es que Flor Bonelli me gusta. Me gusta sobre todo la descripción y el contraste de ambientes que aparecen en el libro: por un lado el Buenos Aires de los arrabales, de pequeños locales llenos de humo y sin luz donde se empezaron a componer los primeros tangos; por otro, la fastuosidad de las grandes mansiones, el lujo y la ópera de la que la alta sociedad disfrutaba a principios del siglo XX. Sensualidad y bajas pasiones en contraste con el conservadurismo y la importancia de las apariencias ante todo. Carlo en un mundo, y Marlene en el otro. Y el triunfo del amor frente a los prejuicios.

Carlo es malhablado, rudo, incluso machista pero ama a Marlene por encima de todo. Marlene procede de un ambiente inaccesible para Carlo, cantante de éxito y admirada en todo el mundo, no duda en poner en peligro su posición y descender a ese submundo. Y desde el momento en que ambos bailan un tango su destino queda sellado para siempre.

Es una historia preciosa y emotiva que creo que nadie debería perderse, además de ser una crítica muy interesante de la sociedad de la época donde las apariencias engañan, y donde los habitantes de los barrios bajos de la ciudad resultan tener principios más sólidos que los considerados ciudadanos "ilustres".

La he valorado con un 5/5.

 


 

Crítica realizada por Tohko

Florencia Bonelli es una autora argentina que ya lleva bastantes años dedicándose exclusivamente al desarrollo de la palabra escrita. Hasta ahora no había leído nada de ella, quizás porque como creo que la misma autora comento en alguna ocasión, la literatura hispanoamericana tiene fama de ser muy pesada.  Hasta ahora lo único que había leído de autores hispanoamericanos era el realismo mágico ejemplificado por escritores como el colombiano Gabriel García Márquez o el guatemalteco Miguel Ángel Asturias. Otra de las razones es que sus argumentos eran bastante distintos a los que estaba acostumbrada.  Florencia Bonelli ambienta sus novelas en muchas ocasiones en su Argentina natal, país desconocido para mi salvo por las noticias que llegan a través de los medios de comunicación. Me llamaban la atención pero no encontraba el momento de atreverme con ninguna de sus novelas hasta que después de haber leído múltiples críticas favorables decidí experimentar y saciar mi curiosidad. Y sobre todo abrir la mente a otra tipología de protagonistas y a otros ambientaciones.

Marlene está ambientada en Buenos Aires, dentro del barrio de La Boca, barrio donde había una fuerte presencia de inmigrantes italianos y donde nació el tango en su forma más primigenia.  En este ambiente sórdido,  barriobajero, peligroso y a la  vez excitante es donde tiene su hogar Carlo Varzi el protagonista tan atípico, peligroso, malhablado, fuerte, posesivo y  tierno a la vez pero también muy amargado.  Pese a todos estos  adjetivos que califican bastante bien a nuestro protagonista Carlo es un personaje que cautiva por su fuerza, por su forma de expresarse propia de los bajos fondos, por su actitud de hombre de armas tomar que no tolera que le tomen el pelo y que tiene una actitud machista y posesiva frente a la protagonista femenina.  Es un hombre que creció en los bajos fondos, que ha renunciado a sus principios por amor, que no duda en cometer todo tipo de bajezas ni en degradarse para proteger y cuidar a su única familia aún sabiendo que no será reconocido en la sociedad, que siempre será despreciado.  Carlo Varzi es un antihéroe, y por eso me ha gustado tanto, por eso me ha ganado página a página.

Micaela es una joven que ha vivido una vida triste, que no tiene absolutamente nada que ver con la terrible infancia de Carlo.  Ha vivido toda su vida lejos de su familia. Su padre,  la mando a Europa para que fuera educada, allí la descubrieron como una gran cantante lírica y es a eso a lo que ha dedicado su vida. A pesar de ello echa de menos su país natal y sobre todo a las dos personas que más ha querido en su vida, su nana y su hermano.  Es por culpa de Gastón María por lo que se cruza con un hombre como Carlo tan duro, tan cruel  y se adentra en el mundo de los burdeles como cantante de tango. Allí descubre un mundo que la aterra y también la atrae por momentos. Carlo la hace sentir, y al mismo su fuerza, la fuerza de su deseo por ella la halaga, la hace arder, pero también le hace temerle.

Marlene y Carlo se odian, se aman, se desean. Viven una serie de sentimientos y emociones que ninguno de los dos puede controlar. Carlo sabe que su vida está perdida, que no se merece a alguien como Micaela, a la que rebautiza como Marlene y a la que considera su mujer. Se muere de celos porque saber que para estar con ella tendrá que renacer y reinventarse a sí mismo. Y Marlene teme lo que siente por Carlo, pero a pesar de ello no duda en sacrificar todo lo que ha conocido hasta hora para ser feliz por amor.

Florencia Bonelli es una autora hasta ahora desconocida para mí. Desde luego es una autora que brilla con luz propia dentro de la novela romántica. Sus argumentos son originales, sus personajes son bien distintos a los personajes tipos que podemos encontrar en otras novelas  y en otras autoras más conocidas en nuestro país. Además  sus novelas poseen la característica de que están ambientadas en el siglo diecinueve pero en Argentina con lo que eso conlleva. Es un país desconocido para muchos, y también es desconocida su historia a lo largo de los siglos después de la colonización, del desarrollo de sus gentes como los ranqueles, el sistema de castas, los mestizajes y otros muchos acontecimientos que marcaron en gran parte lo que es hoy el país del rio de la plata.

Es por estos motivos por los que sus novelas pueden ser sumamente interesantes, originales pero también pueden no llamar la atención de la mayoría de lectores. Además por su puesto, de presentar  historias de amor tan atípicas por el lugar donde se desarrollan  y la época pero que al fin y al cabo son eso historias de amor. Historias de amor  donde los problemas para que dos personas estén juntas pueden, ser bien conocidos.  Sin duda alguna lo que más me ha sorprendido y me ha gustado de esta novela es la ambientación en el barrio de la Boca, además  de personajes tan marcados que dan vida al barrio. Y algo que no puedo dejar de remarcar es esa escena tan sensual donde Carlo y Marlene bailan el tango en  “El Carmesí”. El tango siempre ha sido un misterio para mí y la autora nos presenta el barrio donde se originó y a un hombre capaz de bailarlo de la forma más sensual y expresar con a través del baile su amor, su deseo y su corazón.

E n definitiva, puede que Florencia Bonelli no guste a todo el mundo, puede que no todas sus novelas me lleguen a gustar aunque sin duda serán toda una aventura, pero no puedo dejar de decir que “Marlene” me ha cautivado.  Si ninguna de sus novelas me cautiva tanto como esta será una pena, pero aún así habrá valido la pena atreverme a leer la historia de Marlene y Carlo Varzi.

 


Crítica realizada por Crishi

 

Marlene era uno de mis libros que vivían enterrados entre otros esperando a ser leído por su ama, una servidora de ustedes que lee por primera vez a Florencia Bonelli. Lo he hecho muy animada gracias a la insistencia y el empuje de mi querida Sara, cosa que le agradezco enormemente porque se ha abierto ante mí otra forma distinta de leer la novela romántica. Esa novela con un contenido de peso, donde la ficción está insertada en un marco histórico real, y con una ambientación que igual ha hecho viajar mi mente hacia los elegantes barrios de la ciudad bonaerense, y conocer la flor y nata de la alta sociedad, como hacia los suburbios portuarios de la Boca, repletos de gente de baja estofa.

Poco puedo añadir a las críticas ya realizadas, sólo plasmar a golpe de teclado las sensaciones tan placenteras que me ha trasmitido esta historia tan bonita.

El destino de Micaela Urtiaga Four era amar a Carlo Varzi. Bajo la fuerza y la sensualidad que emana el tango, estas dos personas, vapuleadas por la vida, encuentran lo que tanto necesitan: el amor.

Si bien, Micaela, en su mundo entre algodones, ha sufrido desde pequeña el vacío de un padre absorto tras la muerte de su esposa de manera traumática, Carlo, por su parte ha conocido la pobreza, los malos tratos, el presidio y una luz al final del camino por la que se abre paso dejando atrás la moralidad y los escrúpulos, para conseguir lo que más quería, ser rico con el fin de darle a su hermana una vida alejada de la miseria.

El puntal de esta historia es Marlene, todo me ha parecido que gira en torno a ella. Me ha impresionado cómo una protagonista, en apariencia rectilínea, puede ser tan contrapuesta. La dualidad que presenta su personalidad en cada uno de los terrenos que pisa, ha sido un hándicap para que el propio personaje adquiriese fuerza. Así me he encontrado con una Micaela inocente, sensata, reposada y púdica, frente a una Marlene envuelta en sensaciones y anhelos desconocidos para ella. A una Micaela atada a los criterios hipócritas por los que se rige la sociedad elitista, y que llegada a ese punto de inflexión en el que cuestiona su propio yo, rectifica y corrige sus errores para enfilar su vida a un destino colmado de felicidad.

Carlo Varzi no me ha parecido un protagonista que haya ocupado buena parte de la historia, pero su presencia en escena ha sido tan intensa y arrolladora que casi me ha convencido de tolerar este aspecto. No obstante, Varzi es el hombre fuerte y sin sentimientos, el matón barriobajero que se codea entre proxenetas y asesinos, el cuchillero que aprende el manejo de los burdeles y se granjea el respeto de los que le rodea. Gracias a la muerte de su mentor, Varzi se ha convertido en lo que es, el compadrito, el cafishio: el Napo. En este protagonista he hallado una rabia contenida y ligada a su condición social, que descarga en Marlene con una pasión en forma de furia a través de sus pensamientos, los diálogos y el tango. Por otro lado, Carlo Varzi es un hombre tan posesivo y machista que raya lo indecente, su capacidad de atracción hacia Marlene es tan apabullante que ella es arcilla en sus manos.

La relación entre ambos me ha resultado en cierto modo tortuosa pero cargada de unas fuertes emociones que me han calado hondo. Las idas y venidas condicionadas por las circunstancias individuales en que se encuentran cada uno de ellos, me han hecho estar pegada a la historia viviendo su amor en primera línea. Carlo y Marlene son dos personas que necesitan desesperadamente una estabilidad en sus vidas. Cuando se convierten en amantes, he visto a un Varzi que no es capaz de admitir lo que su corazón le dicta, pero torres más altas han caído, y saborear ese momento álgido me ha llenado de ternura y hasta de compasión. Se podría decir que yo también he caído rendida a los pies de este protagonista que a veces me ha producido rechazo. Los celos también juegan un papel importante en la historia.

Los personajes secundarios están muy, pero que muy bien definidos. Su intrusión en la trama provoca las distintas posturas que Micaela proyecta ante las situaciones que vive. Así que, su marido, Eloy Cáceres, con la historia de su propia vida, influye de manera significativa en los giros que adopta Micaela hacia su matrimonio. Un matrimonio endeble y basado en las apariencias. Ralikhanta, el criado fiel de Eloy, pone el punto exótico y oscuro que me ha llevado a divagar sobre los acontecimientos de su vida, muy enraizados en los de su amo.

La documentación me ha parecido un pilar importante en la historia porque interfiere en ella haciendo que la protagonista encuentre un obstáculo más a los que ya tiene. Marlene es una historia donde los secretos secundan los misterios familiares y el suspense aviva mi ánimo, donde los amores imposibles son expresados con vehemencia y adquieren la fuerza necesaria para que los encuentros entre los protagonistas sean tan pasionales que salten chispas. Encuentros que alcanzan su máxima en la sexualidad violenta y lasciva que emana los movimientos del tango.

En definitiva, una narración fluida donde tiene que serlo, serena en aquellos pasajes que requieren una mayor descripción de las situaciones y sentimientos profundos, pero, eso sí, con esa jerga o modismos que van cargados del subyugante y cadencioso acento argentino, y que tanto me ha gustado.

Valoración personal: Muy buena

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